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¿¡MALDITO CRISTO!? ¡BENDITO CRISTO! 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Ma...

viernes, 16 de diciembre de 2022

¿¡MALDITO CRISTO!?

¡BENDITO CRISTO!


13Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Gálatas 3:13-14 (RVR1960).


Violar los mandamientos de Dios trae consecuencias. Nadie puede violar una ley y ser no culpable. Aun si ignora qué dice la ley o que hay una ley que prohíbe algo, hacer ese algo lo hace a uno culpable. La ignorancia no lo hace a uno inocente, ni lo exculpa o libra de transgresión. 

De acuerdo con lo establecido por Dios, el hombre debía practicar el sacrificio para quedar en paz (buena relación con él). 

Su ley establecía que sin sacrificio, sin derramamiento de sangre no era posible redimir, librar a un culpable de su transgresión. 

De diferentes maneras se ilustró a Israel de esta necesidad. El sistema levítico, con sus sacrificios por el pecado, las fiestas como la Pascua…

Al mismo tiempo la Ley establecía la necesidad de un vicario, un representante, uno que ocupara el lugar del culpable. 

El vicario (el animal por ser sacrificado) cargaba con la culpa. El oferente “trasladaba sus transgresiones” al animal. 

El animal sufría la “muerte vicaria”. Moría ocupando el lugar del oferente, quien reconocía su culpa, pecados y transgresiones. 

Al mismo tiempo el animal portaba la admisión y confesión de culpabilidad de pecados y transgresiones del oferente.

Era la evidencia misma de transgresión, culpa y portador de una sentencia de culpable y una orden de muerte. 

No quedaba ahí. 

La víctima también era inocente de toda culpa, transgresión, pecados u ofensas contra Dios y contra la gente. 

Como vicaria, la víctima portaba en sí misma su pureza. Un cordero jamás podría transgredir el mandamiento de codicia, idolatría, adulterio, asesinato, falso testimonio… 

¡Tenía una pureza absoluta! ¡Era santo! El cordero sacrificado en el sistema levítico mostraba todas las implicaciones de la culpa del hombre y de la santidad de Cristo. 

Más aún, el hombre era maldito o maldecido por la Ley. Ésta establecía una maldición para quien no cumpliera con la Ley:  


    «Maldito sea quien no practique fielmente las palabras de esta ley.»

    Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” Deuteronomio 27:26 (NVI).


Ninguna persona habría podido cumplir jamás con la Ley. Su función (de la Ley) era confrontar al hombre con su incapacidad para agradar a Dios, su incapacidad para ser santo, así como su incapacidad moral y espiritual. Apuntaba (la Ley) a guiar a la persona a aprender a confiar en un vicario, provisto por Dios, para tener fe en él y depender de él para vivir en paz con él. 

Cumplir con la Ley requería ser perfecto y de naturaleza santa, como al inicio de su creación lo fue el ser humano. 

Tal hombre perfecto fue Cristo. Sólo él cumplió la Ley en su totalidad. Santa, como es la Ley, y perfecta, requiere una persona como ella para vivir de acuerdo con sus estatutos. 

Esa persona requerida es Cristo, su dador. De él es la Ley, de él es dádiva al hombre, de él viene. Él es santo, por eso establece una Ley santa. Por lo tanto, como juez divino, sólo él puede cumplirla. 

La incapacidad del hombre es revelada por la Ley, así como lo es la capacidad humana (y divina) de Cristo. 

La misma Ley revela la divinidad de Cristo. Es santa en un grado de perfección y pureza desconocida como experiencia de vida por el hombre. 

Para nosotros es como un atisbo. Nos es extraña su naturaleza, y probamos lo santo sólo en pequeñas pruebas en nuestra vida. 

Hemos sido dañados estructuralmente en nuestra naturaleza espiritual, por eso desconocemos lo perfecto y lo santo. 

Pero, como dice el apóstol Pablo, vemos como por un espejo (opaco de aquellos tiempos):


«Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.» 1 Corintios 13:12 (RVR1960).

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18 (RVR1960).


Nuestra vista no es capaz de permitirnos ver en plenitud la gloria de Dios, y nuestro entendimiento tampoco es capaz de comprender la plenitud del perfecto sacrificio de Cristo. 

Condenados como estábamos por la Ley, de su maldición nos libra quien la cumple, quien dijo “No vine para abolir, sino para cumplir”, refiriéndose a ella. Y sólo Cristo lo ha dicho, afirmado y cumplido. 

Él es “El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Como cordero, sufre la muerte vicaria, como cordero, es inocente, perfecto, santo, puro…

Pero como cordero, lleva sobre sí mismo la maldición que pesaba sobre nosotros. Él es maldecido, él es maldito de la Ley, él cumple y sufre el castigo de quien reconozca su muerte vicaria en su favor. 

¡Cristo es el maldito perfecto! ¡Él es el perfecto maldito! La Ley se cumplió en él de modo perfecto. 

Exigía un sacrificio pleno, definitivo, puro, santo. Sus reiterados sacrificios sólo ponían en claro la necesidad de una paz permanente. 

Tanto sacrificio diario sólo mostraba una necesidad total perdón, completa y absoluta, así como la incapacidad del hombre para satisfacerla. 

¿Qué sacrificio o qué clase de persona podrían satisfacer las necesidades requeridas por la Ley para ser perdonados de una vez por todas y de manera absoluta?

Sólo Cristo fue capaz por ser santo, perfecto, eterno, Dios. Fuera de él, nadie; de allí la prédica apostólica al mundo: 


11Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvosHechos 4:11-12 (RVR1960)


Jesús es Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, pero al mismo tiempo es el Cordero de un intercambio. 


30Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor. 1 Corintios 1:30-31 (RVR1960).

1Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo… Romanos 5:1 (RVR1960).


Dios hace de Cristo nuestra sabiduría. También es nuestra justificación, santificación y redención. 

Al ver este panorama, Cristo es nuestra bendición, el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham. 


13Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Gálatas 3:13-14 (RVR1960).


Cristo es el maldito de la Ley. Es maldito porque lleva la maldición que pesaba sobre mí. 

La ira de Dios recayó sobre él, porque en él Dios castigó mis pecados. Él es maldito por mí, y yo soy bendito por él. 

Mis pecados no quedan impunes; Dios los castiga en Cristo. Yo, como maldito por Dios y su ley, soy considerado sin culpa, sin maldición y Cristo es considerado culpable, maldito, para que mi maldición y mi culpa sean llevados por él como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. 

Pero yo, en él, soy considerado por Dios como sin culpa, santo, puro, recto, limpio, en tanto que él lleva todo lo podrido y corrupto de mí sobre él. 

Como culpable y maldito, carezco de fe, soy irredento, estúpido y necio, rebelde y enemigo de Dios, pero ahora, en Cristo, por la gracia de Dios, son considerado sabio. ¡Sabio!

Sabiduría divina, para toda la iglesia, para todo creyente. No es la sabiduría para un grupo, para un club o para iniciados en una élite de conocimiento gnóstico. 

No. Sabiduría de Dios, para conocerlo, discernir su voluntad, empaparse de ella, y ponerla en práctica en este mundo, para bendecirlo con la bendición que recibimos, Cristo. 


EL CRISTO MALDITO


El Cristo maldito hoy es nuestro Cristo bendito. Su resurrección es el retorno de su naturaleza divina. 

La Escritura nos revela algo de lo cual pocos están conscientes: la causa de la muerte física. 

Morimos porque pecamos. Nos enseñan de niños, en la escuela, que hay un ciclo biológico: nacimiento, reproducción y muerte. 

Por eso nos espera la muerte. Sin embargo, la muerte no es natural a la creación de Dios, sino una consecuencia de pecado. 

El apóstol lo dice con toda claridad: 


Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23 (RVR1960)


No morimos por un ciclo biológico. Morimos porque pecamos. Sin embargo, Cristo jamás pecó. Por eso, además del plan de Dios, de ser el sacrificio perfecto, Dios mismo, no podía ser retenido por la muerte. 

Su resurrección nos dice que él es, ha sido y será, santo por la eternidad. Su divinidad es declarada por toda la Escritura. 

Autor de la Ley, autor de la vida, la vida misma, el Santo de Israel, Jehová o Yavé, él es el Dios mismo existente por sí mismo, sin inicio ni fin, el Eterno Yo Soy, el Alfa y la Omega. 

Todo maldito por la Ley morirá en su condición de maldito y le espera la muerte eterna. No se vislumbra resurrección para él. 

Todo maldito por la Ley que haya reconocido que Cristo, por fe, sólo por fe, murió en su lugar y que él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, tendrá la bendición de Dios, santificación, sabiduría, perdón y vida eterna, será salvo para una relación de amor con Dios sin fin. 

La comprobación de ser maldito es la muerte. 

La comprobación de que ser bendito es la resurrección y la vida eterna, para una comunión de amor eterna con Dios y contemplar la gloria de Cristo. 

La resurrección de Cristo comprueba que es santo, bendito eterno, que la muerte no tiene poder alguno sobre él, porque aun cuando en él fueron castigados nuestros pecados, la muerte y la maldición no tienen poder sobre él. 

La justicia de Dios cayó sobre él, pero como inocente y santo la maldición no podía prevalecer sobre él. 

Añadamos que si la paga del pecado es muerte, él jamás pecó, por lo tanto, la muerte no tiene dominio sobre él. 

Más aún, él jamás habría muerto. Su muerte es causada por el hombre, no sólo por quienes lo crucificaron, sino por todos aquellos que habrían de ser redimidos. 

Todavía más. ¿Cómo no resucitar si la resurrección es demostración de poder sobre la muerte, el pecado, Satanás, la carne y el mundo?

Su resurrección es triunfo. Triunfo demostrado. Triunfa la vida, el perdón, el amor de Dios, su compasión, santidad, voluntad… 

Ella, su resurrección es el signo de la ruptura del poder de la maldición y del poder mismo de la muerte. 

En sí, la muerte de Cristo es la muerte de la muerte. Y su maldición es el fin de la maldición, pero su resurrección es la transición a la bendición. 

Su muerte es nuestra muerte, pero su maldición nuestra bendición. Nuestra maldición es suya, pero su resurrección el cumplimiento de su supremacía prometida para que en todo tenga la preeminencia. 

Su soberanía es glorificada en la resurrección de Cristo. Quien jamás pecó demuestra en su resurrección su santidad, su gloria (oculta al mundo y revelada a su iglesia), su poder, su condición de ser bendito, adorado, digno de adoración. 

Adorarlo, como ser divino, como lo que es Dios, ha sido la respuesta de los redimidos. 

Hoy podemos decir con toda claridad que su maldición es nuestra bendición, que nuestra maldición fue suya, para darnos lo suyo, la condición de benditos para el Padre, la condición de llamados pare predicarlo y extender la adoración a Cristo por todo el mundo. 

¡Bendito sea el Cristo una vez maldito! ¡Bendito por salvarnos de la maldición y condenación eternas! 

¡Bendito el creador del mundo, la vida, el Santo de Israel!

¡El es bendito por todos los siglos! ¡Démosle gloria a su nombre!


sábado, 6 de noviembre de 2021

EL PRIMER EVANGELISTA DEL MUNDO

DIOS EVANGELIZA
Abraham, el antepasado de ustedes, se alegró porque iba a ver mi día; y lo vio, y se llenó de gozo.  Juan 8:56 (DHH)
Y viendo antes la Escritura que Dios por la fe había de justificar á los Gentiles, evangelizó antes á Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. Gálatas 3:8 (RV1909)

    Jesús afirma que Abraham recibió revelación del futuro, que vio la gloria de Cristo y sintió alegría.
    Pablo, por su parte, afirma que Dios evangelizó a Abraham. Y por evangelizar entendemos, en el panorama bíblico, hablarle a una persona de Cristo, su obra redentora en la cruz, su naturaleza divina, y su reinado eterno, como Rey de reyes y Señor de señores. 
   Por otro lado, al evangelizar a una persona se le toca el tema de su pecado y las consecuencias eternas (condenación al lado de fuego, eternidad sin Dios, sufrimiento en tinieblas...).
    Dios evangelizó a Abraham. Le habló de su pecado, y de la solución dada por Dios por medio de Cristo, de su muerte redentora en la cruz.
    Abraham le creyó a Dios, de su provisión por sus pecados (Cristo), en el Mesías, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y que la fe de Abraham sería la condición de Dios para toda persona, y que cuantos creyeran en Cristo serían hijos de Abraham porque tendían la misma fe y serían justificados ante Dios.
    Dios es quien inicia la misión en el mundo, en la historia, y la primera persona evangelizada es Abraham. 
    Después de Abraham, sus descendientes debían seguir extendiendo la fe y la esperanza en el Mesías prometido. 
    La misión sigue extendiéndose con los profetas y su mensaje. Por medio de ellos, y de los salmistas, Dios le habla al mundo, de su pecado y su necesidad de volverse a Dios. 
    Después de los profetas llegamos a la persona de Jesús, el Mesías prometido, quien sigue anunciando el mensaje de arrepentimiento como condición divina para volverse a Dios y depositar la fe en el Mesías, quien habría de pagar por los pecados de quienes creyeran en él. 
    Jesús afirma que Dios inició las misiones con la evangelización de Abraham, quien creyó en el mensaje de Dios y, en Génesis, se dice que "le fue contado por justicia". 
    
LA MISIÓN ES DE DIOS
    
    Llevar el evangelio al mundo, a las etnias, es misión de Dios, no de la Iglesia.
    Para llevar a cabo su misión, Dios llamó a la iglesia. La misión es de Dios y la iglesia, como llamada, es convocada y enviada a llevar a cabo la misión de Dios. 
    Dios tiene una misión y tiene una iglesia. Los dos dependen de Dios, a ambos él los sostiene y lleva adelante. 
    Visto del lado humano, si la misión dependiese de la Iglesia, la misión habría desaparecido desde su inicio. 
    Si la iglesia dependiera de sí misma, ya habría pasado por muchas perversiones, cimentando su poder, autolegitimándose a sí misma, y 
estableciendo fundamentos para su supervivencia, como algunas sectas lo han hecho. 
    Misión e iglesia dependen de Dios. Dios inició el anuncio del evangelio y lo continuará hasta el fin de la historia. 
    La meta de la evangelización es la adoración. En sí misma la evangelización carece de sentido, pues si el fin en sí mismo fuera el anuncio, se pierde de vista el centro del mismo, adorar a Jesús. 
    La evangelización tiene sentido porque lleva al ser humano a adorar a Jesús. 
    Cuando al fin de la historia humana termine la evangelización, se acaben las misiones, y lleguemos a la nueva creación, lo que permanecerá por la eternidad es la adoración. 
    Hoy Abraham es un adorador, por la eternidad, de Cristo y sus hijos, los hijos de Abraham, por la fe, también adorarán a Cristo por la eternidad. 
    invitamos a todos a anunciar a Cristo, a evangelizar teniendo en mente que Dios busca adoradores en espíritu y en verdad. 
    Deshágamonos de la idea de hacer prosélitos o de ganar miembros para nuestra iglesia, o de crecer numéricamente y ser una megaiglesia. 
    Esa no es la meta. La meta es que Dios tenga adoradores, gente que reciba por gracia de Dios la restauración de su propósito, el establecido por Dios desde su inicio, que la persona viva para él, y viva el más grande de los placeres, contemplar la gloria de Cristo y vivir para servirlo por la eternidad.     



    








domingo, 10 de enero de 2021

EL MESÍAS, HOMBRE PERFECTO DE DIOS

La creación. Toda la creación, el universo entero, fue creado para la gloria de Dios. Uno de los 5 solos de la Reforma, dice: «Soli Deo gloria», “Sólo a Dios la gloria”. 

Si se intenta descubrir un sentido a la creación, un propósito, es darle gloria a Dios. Y con la creación del hombre es igual: “Te alabo porque soy una creación admirable” Sal 139.14. 

La identidad es tratada por el ser humano como una necesidad. El ser humano necesita saber de sí mismo sus orígenes y el propósito de su existencia. 

Cuando el salmista expresa: “Te alabo porque soy una creación admirable”, expresa su origen: Dios. Él es creación de Dios, para la gloria de Dios. Dios lo creó con un propósito y Dios cumple sus propósitos en su creación global: universo e individuos. 

Hoy iniciamos con Mateo. Y Mateo inicia con la identidad. Hay una pregunta de fondo: ¿Quién es Jesús? Y Mateo la contesta a lo largo de todo su evangelio, sobre todo con una afirmación repetida: “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo…» Mateo 1:22 (RVR1960)

Para comprender mejor La Escritura, es de suma importancia asumir una postura para ver el entorno, el mensaje y su propósito. Hay que asumir esta perspectiva: Mirar en retrospectiva al Antiguo Testamento, siempre desde el Nuevo. 

Al mirar al Antiguo Testamento desde el Nuevo, constatamos esto: El Nuevo Testamento nos dice qué significa lo dicho por un profeta, qué significado tiene el pueblo descendiente de Abraham, qué significado tuvo el templo y los elementos dentro de él, para qué Dios levantó a Josué, a Moisés…

Y el Nuevo Testamento nos dirá que todo apuntaba a Cristo. Todo. Nos dirá que Cristo es el centro de toda profecía, de toda promesa y propósito de Dios. Cristo es quien cumple con todo el plan redentor y profético de Dios. 

Un error cometido por muchos. Yo lo cometí hace muchos años, es hacer lo contrario: ver hacia el futuro desde el Antiguo Testamento, como hacían los judaizantes. 

Los judaizantes caminan desde el Antiguo Testamento y lo quieren aplicar al Nuevo. Por eso ponen en primer lugar cumplir con la Ley, posicionan filtros para seguir a Jesús y establecen una fórmula para ser salvos. Su fórmula es: Cristo + La ley. Repito. En su cabeza tienen este concepto: Cristo + la Ley es igual a ser salvo. Por eso insisten en que no se puede ser cristiano si uno no se circuncida. Para ellos el sacrificio de Cristo no es suficiente. 

Otros corren el riesgo de establecer filtros para más áreas de la vida cristiana. No adoras, no alabas, no tienes al Espíritu Santo, no eres salvo, no eres nacido de nuevo, no… si no cumples con estos requisitos.   

Sin embargo, en Mateo tenemos la identidad de Cristo y lo que Cristo afirma respecto a toda la Torá, a todo el plan de Dios en el Antiguo Testamento: “vine a cumplir”. Y el apóstol Pablo lo corrobora cuando dicen en 2 Corintios 1:20 «porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. RVR60

«pues en él se cumplen todas las promesas de Dios. Por esto, cuando alabamos a Dios, decimos «Amén» por medio de Cristo Jesús.» (DHH)

VEAMOS MATEO 1

Mateo 1 (RVR1960) 

¿QUIÉN ES JESÚS?

1Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. 2Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. 3Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram. 4Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón. 5Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí. 6Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. 7Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. 8Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. 9Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. 10Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. 11Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia. 12Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 13Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor. 14Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud. 15Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; 16y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. 17De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.

Veamos algunas consideraciones acerca del número 14, reiterado por Mateo. 

En primer lugar, 14 es par del número perfecto 7. Y en el texto tenemos pares de la perfección, pero los pares son 3, y suman 6, número del hombre. 

Para llegar a la perfección se necesita un número singular, una persona única, y esa persona es Jesús, el Mesías de Dios. 

Veamos el desglose de los números. David, en los números representa el 7. Cada una de las consonantes tiene un valor, como vemos enseguida. 



El desglose de los pares de los pares de 7 es así:


La perfección es llevada a su plenitud por la persona misma del Mesías.Él es el 7, la perfección, el perfecto, el hombre perfecto de Dios, en quien El Padre tiene contentamiento, plena alegría y satisfacción.

Los puntos a destacar en esta sección, son: 


1. Jesús es descendiente de Abraham, un gentil arameo. Hoy diríamos un iraquí. 1

2. Jesús es descendiente de David. Es el Mesías prometido. 1

3. Jesús desciende de antecesores pecadores, violadores de la Ley. Judá y Tamar. 3

4. Jesús tiene antecesores reprobados por la Torá (moabitas). 5 

5. Jesús desciende de antecesores adúlteros y asesinos. 5


6. El linaje de Cristo es inclusivo. No hay discriminaciones en su familia. Cabe todo mundo. Mujeres, pobres, ricos, asesinos, estafadores, adúlteros, asesinos, etnias despreciadas… todo mundo es bienvenido a la familia formada por Dios en Cristo. 

Mateo hace una lista del linaje de Cristo y notemos algo: empieza con un rey, a quien Dios le prometió un hijo rey eterno, poderoso, que someterá a todos los reinos de la tierra. 

El primer personaje es el rey David. El segundo es Abraham, un gentil, no judío, a quien Dios le prometió que le daría una descendencia tan grande como las estrellas, como la arena del mar, y este gentil es padre de muchos gentiles, de muchas etnias. 

Aclaro, gentil es sinónimo de etnia, y Abraham es padre de todas las etnias. Incluso de la etnia gentil llamada judíos. Ellos también son gentiles que, al paso del tiempo, se creyeron especiales, de mayor valor racial y religioso, pero Abraham es lo contrario de ese sentir. 


¿QUIÉN ES JESÚS?

18El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 

1. HIJO DE DIOS, NO DEL HOMBRE. EL SEGUNDO ADÁN. 18 Y 20

2. ES EL MESÍAS SALVADOR. 21

3. SALVARÁ A SU PUEBLO DE SUS PECADOS. 20

4. ES QUIEN CUMPLE CON TODA PROFECÍA. 22–23

5. ES DIOS ENCARNADO. 23–24


HIJO DEL PUEBLO

24Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. 25Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

1. Un padre piadoso. 

2. Una familia normal en lo religioso y social. 

3. Jesús, un varón del pueblo. 


Mateo nos habla como un varón de la etnia judía, como un hombre que caminó con Jesús y como testigo de él, como uno de sus discípulos.

Relata, como apóstol, cómo se cumple el plan de Dios, y cómo se llevan a cabo por medio de Cristo. 

Conocedor de la Torá, de la Ley, conoce la historia del pueblo descendiente de Abraham y las profecías y promesas a Abraham y al pueblo, y a David. 

 Desde su inicio presenta a Jesús como el Mesías prometido. El cumplimiento de las profecías y promesas de Dios en Cristo es una afirmación a lo largo de todo el evangelio. 

Presenta un Mesías imposible de creer en él, un salvador de pecados, no un rey guerrero conquistador de naciones que posiciona a los judíos por encima de todas las etnias. 

El Mesías guerrero, que extermina a otros reyes y los somete con violencia, no existe en la mente de Dios, ni son sus enemigos. El enemigo a vencer no son las potencias militares, sino Satanás, el pecado y la muerte, y el Mesías es justo eso, el vencedor de los enemigos de Dios. 

 Este Mesías es la encarnación misma del corazón de Dios, quien desea rescatar a su pueblo de las garras del pecado y de la muerte, traídos por Satanás a la raza humana. 

La muerte es la zona de enemistad con Dios, donde Dios irrumpe por medio de Cristo. La muerte llegó de dos orígenes a la humanidad. La primera de ellas es Satanás, quien tienta a la mujer, ésta cae en el engaño. 

El segundo origen de la muerte son ella y su esposo, cuando ella arrastra al hombre en su pecado. Aclaro. El relato bíblico no culpa más a la mujer que al hombre. Ambos son igual de responsables por su decisión. 

En el diablo y el ser humano se origina la muerte. El apóstol Pablo aclara que la muerte es el pago del pecado. Morimos porque pecamos, no porque haya un ciclo biológico. 

«Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna», escribió el apóstol, quien además define a la muerte como el último enemigo a vencer. 

El último enemigo a vencer no son las potencias militares. El reino de Cristo no es un reino como los de este mundo y se lo dijo al representante del imperio más poderoso de su tiempo, a Pilato, quien le dijo al Señor Jesús que tenía poder sobre Cristo, cuya respuesta a Pilato fue: no tendrías poder si no te fuera dado, indicando que el poder lo da Dios.

El ser humano cayó ante el diablo y la muerte entró en el mundo por el pecado de ese hombre. Por lo tanto, un hombre deberá vencer al diablo. Ese hombre, llamado segundo Adán, es Cristo, es Emmanuel, Dios con nosotros, quien vive en, entre y con nosotros. 

Dios con nosotros es más que una compañía, más que una presencia. Que lo es, sin duda alguna, sólo que al mirar con mayor detenimiento y atención su persona, es eso y más. Es Dios mismo, el Eterno Jehová hecho hombre. 

Por eso Mateo presenta una realidad imposible de creer, presenta a Emmanuel, como al principio de la creación, cuando Adán y Eva tenían una relación, convivían, hablaban y se relacionaban en una relación personal con el Dios Eterno, Jehová. 

Dios Jehová dejó de ser un Dios lejano y se hace palpable. La carta a los Hebreos dice que tenemos un Sumo Sacerdote que puede comprendernos porque se hizo hombre y, como tal, ha experimentado el sufrimiento humano en carne. 

Emmanuel ha sufrido lo mismo que tú. ¿Sabes qué significa que él sea Emmanuel, “Dios con nosotros”? Significa que ha vivido tus tentaciones. Sabe qué se siente estar solo, sin que nadie te comprenda. Le constan las traiciones, si acaso has sido traicionado. Te comprende, no por empatía, sino porque él hizo al ser humano, con todo el cableado, toda la programación para percibir el mundo y su realidad con todas las emociones y sensaciones que tú tienes. 

¿Te comprenderá cuando lloras, cuando sufre violencia, incomprensión o de enfermedades que te hacen experimentar quebranto y deseas la muerte? ¿Te has sentido abandonado por Dios y la familia, los amigos, los compañeros de ministerio, el cónyuge, tu hermano o tu mejor amigo o amiga? ¿Estarás solo o te sentirás en soledad cuando vives apuros financieros, carencias, desempleo, o persecución y difamación de quienes se decían tus amistades? 

¿Qué es “Emmanuel con nosotros”? Es justo eso, Dios contigo en cualquier circunstancia. Dios salva al ser humano del pecado y sus consecuencias. Experimentar soledad equivale a experimentar el abandono de Dios, la maldición de Dios sobre uno mismo. 

Sin embargo, en Cristo Dios ha roto toda maldición y se ha acercado al ser humano en toda plenitud, en toda circunstancia, en todo momento y de manera absoluta. 

Y eso quiere decir que si alguien es capaz de comprenderte en plenitud de tus necesidades emocionales, mentales, espirituales, familiares y sociales, es Cristo, Emmanuel, Dios con nosotros, y no sólo cuando estés sufriendo, sino en todo tiempo. 

Más aún, eso quiere decir que en tus mayores necesidades de consuelo él está a tu lado, contigo, en lo más profundo de ti, como la realidad dominante de tu vida, la espiritual.

Dios ha hablado de sí mismo y se ha presentado como el Dios tierno, consolador, dinámico, sensible, vibrante y poderoso de manera espiritual, en el campo de la fe. 

No pienses que hablo del dominio de las emociones solamente. No, hablo de la realidad mayor, del campo de la fe. Por eso, aun cuando te sientas abandonado, perdido, maldecido por Dios y la gente, si has creído en Cristo como el Mesías de Dios, redentor y salvador, entonces la fe es el campo dominante de tu realidad. 

Así, a pesar de cómo te sientas, a pesar tus dificultades, problemas, carencias, sufrimiento, soledad, quebranto, penurias, dolor y agonías, Dios está contigo, y lo sabes porque él lo prometió, y no sujeta ni condiciona el cumplimiento de su promesa a que te sientas bien, feliz, alegre, optimista o bien en todo sentido. 

No. El cumplimiento de su palabra depende de él, y jamás ha faltado a ninguna promesa. Todas, absolutamente todas, las cumple, si son personales o colectivas. Y todas, en La Escritura, te llevan a Emmanuel, al Dios que está contigo en todo tiempo. 

Si recorres La Biblia constatarás que su promesa de redención en Génesis se va desarrollando hasta llegar a su consumación en Apocalipsis. 

Todo termina con la muerte de la muerte y la instalación del reino de Dios en definitiva. Y quien gobierna y tiene el dominio cósmico es Cristo, el Rey de reyes y Señor de señores. 

Este Emmanuel es el salvador de su pueblo. Y quien lea con cuidado a Mateo verá que su pueblo no es la etnia judía, sino el pueblo llamado iglesia, compuesto por todas las etnias del mundo, por todos los que tienen la misma fe de Abraham, la fe en Cristo Jesús. 

Este Emmanuel es quien les dice a sus discípulos que vayan a discipular a todas las etnias, porque él ha recibido toda autoridad y poder y, como rey, comisiona a los apóstoles a ir por el mundo a predicar el evangelio del reino para que su pueblo sea salvo. 

“Él salvará a su pueblo de sus pecados”, no es Israel. Su pueblo salvado está constituido por quienes admiten su pecado delante de él y creen que su muerte los redime de la condenación eterna en el infierno y, por su perdón vivirán en su reino por la eternidad. 

El pueblo salvado de sus pecados es el pueblo que reconoce el sacrificio del cordero de Dios, Cristo, como el sacrificio expiatorio y redentor, como el sacrificio que da perdón y vida eterna, reconciliación y paz con Dios. 

El pueblo salvado es el pueblo reunido cada domingo para celebrar su resurrección, su victoria sobre el pecado, la muerte y Satanás. 

Él ha vencido, su pueblo es salvado y lo adora, vive para él, vive con sentido, su existencia tiene significado y éste está centrado en vivir para él, en adoración y extensión de su mensaje. 

Iglesia. Emmanuel está contigo. Vive lo que hayas de vivir con esperanza, porque él jamás te abandonará ni se olvidará de ti, aunque lo parezca. 

Dio su vida en garantía. Y nadie puede deshacer su sacrificio, por lo tanto su garantía es eterna, así como la salvación que te dio. Él está contigo. Vive en esperanza. Su consuelo será puesto de manifiesto y verás cómo él engrandece su nombre y su gloria sobre ti. 

Confiésalo ante el mundo, declárale al mundo la esperanza de perdón, salvación y paz ofrecidos por Dios en Cristo Jesús. El mundo necesita esta esperanza y salvación, le urge vivir el perdón de sus pecados para vivir por la eternidad. 

Pero eso ya es tuyo, descansa en él, enamórate de él, él está y estará contigo por la eternidad. Bendita seas del Señor, iglesia. Él está contigo. 

sábado, 9 de enero de 2021

LA PALABRA DE DIOS NO ESTÁ CONFINADA


Nos gozamos porque este año, a pesar de la pandemia, en todo el mundo la iglesia del Señor buscó la manera de mantener su vida en comunidad. 


El apóstol Pablo le escribió a Timoteo: 


…por causa del evangelio soporto sufrimientos, incluso el estar encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. 2 Tim 2.9


Como encarcelados o encadenados, hemos vivido la mayor parte de este año. 

Sin embargo, y para nuestra alegría, La Palabra de Dios ha circulado, más que nunca, por los caminos de las redes sociales abarcando zonas inaccesibles para muchos de nosotros. 


Además, los alcances han sido a niveles y culturas tan ajenas y lejanas para nuestras posibilidades, que en medio de todo corroboramos lo dicho por el apóstol a su discípulo, y La Palabra corre como sangre por las venas del cuerpo del mundo, circula como vehículo por toda avenida de comunicación del planeta tierra. 


Parece irónico, pero ante las luchas ideológicas derivadas de las corrientes posmodernas, humanistas, y las derivadas de la educación y las nuevas líneas de género y orientación sexual, contrarias a la fe bíblica, La Palabra no puede ser amordazada, así como no lo fue por los imperios y sus ideologías, como fueron en su momento Roma, China y Rusia, Cuba…


La Palabra de Dios no está presa, confinada, encadenada. Al contrario, poderosa como es, liberada por Dios, en medio de toda circunstancia adversa, revestida de cultura de avanzada, todo ataque será, al fin y al cabo, satánico.  


La Palabra nos ha edificado en todo momento. Hemos sido bendecidos por mensajes pertinentes, renovadores, desafiantes, convocadores a ser consagrados, humildes, fieles seguidores del Señor, solidarios en medio de toda necesidad. 


Quienes han enfermado fueron asistidos, cuidados y contaron con supervisión día a día. 

El Señor ha mostrado su gloria en una congregación (Príncipe de Paz), que ha mantenido su fervor en cada domingo, reunida para ser bendecida, incluso, con la vida de compañerismo, de intercambio de testimonios, de mantenernos informados de nuestras familias, de exponer peticiones…

La Palabra de Dios no está confinada, y la vida en comunidad tampoco. 


Tampoco está restringida a ser predicada sólo por varones, y hemos sido bendecidos por la prédica femenina varios domingos del año, gracias a Dios. 


Risas, alegría, gozo, compañerismo, dicha, todo ello ha sido posible de ser vivido cada domingo de reunión. 


El Espíritu Santo nos ha habitado en toda reunión, de tal manera que todas esas emociones han sido realidad incluso entre semana. 


Nos preparamos para vivir todo este período navideño y el del año venidero con la misma actitud, de tenernos unos a otros en el Señor y compartirnos, darnos a nosotros mismos con lo mejor de lo recibido del Señor. 


Bendito sea el Señor por su gracia concedida a lo largo de todos estos años, y éste no ha sido la excepción, sino uno más, destacando sus bondades, porque donde abundó el pecado abundó la gracia, y donde abundó la crisis (año 2020), sobreabundó su paz. 


Iglesia de Dios, gocémonos unidos, en amor unos por otros, en este año, en este período, y en todo tiempo. 


Su Paz sea sobre nosotros, como ya es una realidad, en Cristo, nuestro amado Señor y salvador. 

sábado, 31 de marzo de 2018

ISAÍAS, PANORAMA GLOBAL

Isaías 1 (RVR1960) 
INTRODUCCIÓN
El profeta Isaías era ciudadano de Jerusalén, la capital del reino de Judá. Fue llamado a ejercer la misión profética entre los años 740–700 a.C.
De los caps. 1—39 permiten afirmar que fue una persona de reconocida autoridad e influencia en la corte real y que quizá pertenecía a la aristocracia de Jerusalén.
Su contenido puede dividirse en tres grandes secciones. La primera (caps. 1–39). Isaías condena severamente los pecados e infidelidades de su pueblo. Para él, el Señor era, ante todo, el Dios santo de Israel (1.4; 5.19,24; 10.20), que pedía justicia en las relaciones sociales y sinceridad en el culto que se le tributaba. 
Pero allí donde el Señor esperaba justicia, no se escuchó otra cosa que el clamor de los oprimidos (5.7); 
Y el culto celebrado en el templo no era agradable a sus ojos, porque los que presentaban sacrificios y ofrendas tenían las manos manchadas de sangre (1.15). 
En todas estas intervenciones, Isaías aparece como el profeta de la fe: sólo la inquebrantable confianza en el Señor, y no las alianzas con naciones extranjeras, podía traer la salvación a Israel (7.8-9).
Esta sección (1–39) incluye una serie de mensajes proféticos: oráculos contra las naciones paganas (caps. 13–23), el llamado «Apocalipsis de Isaías» (caps. 24–27), poemas (caps. 34–35) y pasajes narrativos (caps. 36–39).
La segunda sección de Isaías (caps. 40–55) se abre con un mensaje de consolación a los israelitas deportados a Babilonia (40.1). Ya no se escuchan palabras de juicio ni de condenación, un anuncia a los exiliados, en nombre del Señor, que muy pronto serán restaurados a su tierra. Ciro, rey de los persas, era el instrumento elegido por el Señor para llevar a cabo esta liberación (41.2), descrita a veces como un nuevo éxodo (43.18-19).
La tercera y última parte (caps. 56–66) contiene mensajes proféticos referidos a temas diversos: advertencias sobre el verdadero ayuno (58.1–12) y la observancia del sábado (58.13–14), críticas a los malos gobernantes (56.9–12), denuncias del falso culto y de perversiones morales y religiosas (57.4–5,9; 65.4; 66.3). Para combatir la desesperanza del pueblo (cf. 59.9–10), que luchaba por reconstruir su patria en medio de grandes dificultades, el profeta declara que el pecado es el que retrasa la llegada de la salvación definitiva (59.9) y reafirma la fidelidad del Señor a sus promesas. Él va a crear un cielo nuevo y una tierra nueva (65.17; 66.22), hará brillar sobre Jerusalén una luz resplandeciente (60.1) y todas las naciones verán su gloria (62.2).
I
1Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.
El profeta inicia su mensaje identificándose como lo harían en su tiempo: 1. De quién es hijo, 2. Cuándo sucede su vida con Dios. 3. Qué tiempo abarca. 4. Por sobre todo, destaca de quién viene su llamamiento y de quién llegan los mensajes que comparte.
La visión compartida viene de Dios. No es personal. No es iniciativa suya ni surgida de su experiencia. Viene de Dios y abarca varios reinados. 
2Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. 3El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.
II
El pueblo de Israel es peor que una bestia. Aunque no todo el pueblo. Siempre hay un remanente, un pequeño número de personas que Dios se reservó para sí mismo. 
No obstante, el profeta tiene un mensaje que engloba al pueblo entero, porque para todo el pueblo es el mensaje. Y todo el pueblo es visto peor que una bestia; como dos bestias: asno y buey. El primero (asno) conoce el pesebre que le construyó su dueño. El segundo (buey) conoce a su dueño. 
Pero el pueblo es peor que las bestias mencionadas porque las bestias, por conocer y reconocer a su dueño, lo obedecen, son mansas y se dejan conducir por donde su señor y dueño las lleve. 
En cambio, los hijos de Dios, de quien se espera tengan entendimiento, sepan quién los ha bendecido, tienen lo peor: son rebeldes. Carecen de lo básico en una bestia: conocer a su dueño, reconocer a su señor. 
III 
4¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. 5¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 6Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 7Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. 8Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.
A. QUIÉN ES DIOS.
El Santo de Israel. Él es el Señor. Él es juez. Él es Dios. Él es el gobernador y soberano Señor y conductor del universo, de las naciones y todos le están sometidos. 
A él se le debe rendir culto, obediencia, tomar en cuenta, temer, oír, seguir, y poner en práctica lo que él indique. 
B. QUIÉN ES EL PUEBLO.
a. Gente pecadora. b. pueblo cargado de maldad. c. generación de malignos. d. hijos depravados. 
Condición social y personal: Rebelde, enfermo invadido de manera total, invadido como cáncer metastásico. No hay en el señales de salud alguna. Sus sistemas han caído a lo más básico. Su sistema inmunológico ya no produce células defensoras. No se sabe cómo aplicarle curaciones, y qué tipo de medicina le haría bien.  
Condición geográfica y política: La tierra está destruida, las ciudades han sido incendiadas, el suelo ha sido devastado y despojado por extranjeros y Sión (Jerusalén) ha quedado sola, como una cabaña en medio de una viña. La soledad es todo cuanto tiene. No tiene nada que no se llame soledad, vulnerabilidad, desprotección, quebranto. 
Este pasaje termina con una declaración constante en Isaías: «8Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.»
Este «resto pequeño» es la población separada por Dios para sí mismo. Es la gente de la fe, los que confían en el Señor, quienes le creen y toman en cuenta sus promesas y profecías acerca del Mesías de Dios.
IV LÍDERES POLÍTICOS Y RELIGIOSOS. 
10Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.  11¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. 12¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? 13No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. 14Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. 15Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Adoradores. Príncipes de Sodoma y pueblo de Gomorra. Pueblo que adora y dedica y consagra culto a Dios, un culto indeseable, asqueroso, vomitivo, despreciable, nauseabundo, maloliente, podrido y profano. 
Dios aborrece un culto sin ética como respaldo. Pueblo inmoral, pueblo puerco, abominable. Sucio como cerdo de porqueriza maloliente como el olor que suele llegar cuando uno pasa por las marraneras.  
Venir a celebrarle culto después de hacer contratos leoninos en contra de trabajadores, o de acordar convenios con gobernantes inmorales, viles y mentirosos o de celebrar a líderes religiosos o políticos llenos y cargados de corrupción sería lo mismo que ser este pueblo de gomorra, que viene y le celebra un culto a Dios, un culto despreciable.
No importa si es una fecha establecida por Moisés, o fiesta solemne, como tabernáculos, pentecostés o pascua. No pasan de ser consideradas por Dios como la ofrenda de asesinos, como la ofenda de profanos que en vez de derramar sangre de corderos en el altar, trajeran sangre de menstruación a un lugar santo y dedicado a Dios. 
Eso de menstruación lo recalca el profeta para comparar la ética del culto y de conducta de un pueblo que se pervirtió y corrompió a la par que sus líderes religiosos y políticos. 
Dios y el culto.
Dios es el Santo de Israel. Él es el Señor. Él es juez. Él es Dios. Él es el gobernador y soberano Señor y conductor del universo, de las naciones y todos le están sometidos.
Como Dios santo no tolera la pecaminosidad delante de él. No soporta al mentiroso, adúltero, asesino, corrupto, profano, tramposo en los negocios y acuerdos empresariales o laborales o políticos… lo asquean los inmorales y les da la espalda a quienes desechan sus promesas y ofertas de perdón. 
Dios y su santidad se manifiestan al pueblo con una oferta de fe, esperanza y amor. 
Quienes aceptan su oferta de fe, esperanza y amor, quienes confían en él, son su remanente, el cual será nombrado al paso de los 66 capítulos de este libro.  Es su culto y confianza los aceptados por Dios.
V LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO
16Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; 17aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.  18Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. 19Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; 20si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho. 
Todo este llamamiento a ser lavado y limpiado tiene una imagen en su médula. Todo este llamamiento apunta a una persona: el Ungido, Cristo. 
Aprender a hacer el bien, buscar el juicio y restitución al agraviado, así como hacer justicia al huérfano y dar amparo a la viuda, son escenario en la iglesia de Dios, al remanente que confió en su palabra.
Este pasaje nos lleva al Nuevo Testamento y a la persona de Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Sólo Cristo lava, limpia y purifica. Cuando celebra le última Pascua con sus discípulos, con una toalla y una palangana se acerca a ellos para lavarles los pies, les dice que ya todos están limpios por la Palabra que les compartió. 
Esa Palabra, el evangelio de perdón, salvación y redención es el anuncio de la nueva creación, donde todo es nuevo, el mensaje dado en odres nuevos, para la nueva humanidad, nos dice que sólo si Cristo limpia el pecado del hombre, éste será limpio por la sangre del cordero de Dios que quita el pecado del mundo. 
De Cristo y los redimidos se dice en Apocalipsis 7:13-14 (RVR1960) 13Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? 14Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.  
Es de suma importancia oír la profecía. Apunta al Cordero cuyo sacrificio es el único con poder para limpiar pecados. 
Una vez más vemos un mensaje sostenido en La Biblia, en toda, Antiguo y Nuevo Testamentos: Sólo Cristo salva, Sola fe, Sola gracia. Este mensaje será recurrente en el mensaje apostólico, y en el de la iglesia cristiana, la verdadera, la que no predica otro evangelio, la que no acepta intercesores sumados a Cristo, llámese virgen o santo, pastor, obispo, reverendo o pontífice. 
Todo apunta a Cristo. Toda profecía, todo plan divino, todo proyecto eterno, apuntó y apunta a Cristo. 
No es una etnia, como la judía, no es una nación, como Israel, no es un individuo como líder religioso, sino Cristo, solo Cristo y nadie más, el centro de toda profecía. A él apunta todo plan de Dios. 
Los judíos contemporáneos de Cristo cuestionaron una de sus declaraciones acerca del perdón, cuando los amigos de un paralítico lo descolgaron por un agujero que hicieron en el techo. 
Querían, los amigos del paralítico, que Cristo lo sanara. Ellos tenían fe en Cristo, no el paralítico. El texto dice a la letra: Lucas 5:20-26 (RVR1960) 20Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. 21Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? 22Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones? 23¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? 24Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 25Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios. 26Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.  
Vl JUICIO DIVINO
21¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.  22Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua. 23Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. 24Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; 25y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza.
La Escritura es clara en cuanto al rechazo de la oferta de salvación de Dios por medio de Cristo. 
Quien la rechace será condenado a un castigo eterno. Sin segundas oportunidades. Sin esperanzas de sacar a alguien de eso inexistente llamado purgatorio o con algún otro nombre. 
Hoy hay salvación en Cristo. Hoy es el tiempo de salvación. No hay ni esperanzas ni posibilidades después de morir. 
Si uno muere, de acuerdo con La Escritura, va a su destino eterno. Al respecto está escrito en Hebreos 9:24-28 (RVR1960) 24Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; 25y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. 27Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Vl LA NUEVA CREACIÓN
26Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 27Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia. 28Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos. 29Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis. 30Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas. 31Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.
Isaías provee una visión del futuro que trasciende los tiempos de la humanidad. 
En la nueva creación todo es restaurado. Hay justicia. La ciudad es ahora un modelo perfecto de justicia y fe. 
Para llegar a ese estado se pasó por juicio y purificación. Los enemigos de Dios fueron hechos a un lado como debían ser, juicio, condena y castigo. 
La idolatría, de todo tipo dejó de ser parte de la realidad y la vida del ser humano. 
La nueva creación es presentada para quienes tienen fe. Esta realidad es propia para quienes son parte de la nueva creación. 
1. Quienes le creyeron a Dios y tuvieron fe en su Palabra, que no volvió vacía. 
2. Los nacidos de nuevo, nuevas criaturas en Cristo.  
3. Los que creyeron que Cristo es rey, gobernante de Dios. 
A futuro, partiendo del presente, Cristo es rey. Pero su reino es actual. Hoy él tiene súbditos, ciudadanos de su reino. 
Participar en este mundo tiene reglas, para un cristiano, y las reglas son sus enseñanzas. No despreciamos las constituciones o la constitución de nuestro país, pero no es primordial en vista de todos los ajustes y modificaciones que se le han hecho y harán. 
Vivimos con responsabilidad cívica y nos ajustamos a un estado de derecho, en medio de gobernantes, todos, falibles. Son como nosotros, pecadores, perversos, corruptos, mentirosos, embusteros y codiciosos de poder, fama y dinero. Así es visto todo gobernante, además de mortal. 
Sin embargo, para el cristiano hay un gobernante perfecto, el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios, que hoy reina. A él seguimos, a él pertenecemos, en él somos pueblo de Dios, y por él somos nación santa, real sacerdocio, pueblo adquirido por él para anunciar sus virtudes y quién es él para el mundo, el rey de Dios, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. 
A él adoramos, a él sea la gloria. 


ISAÍAS 2 (RVR1960)
LA PALABRA COMO REVELACIÓN 
1Lo que vio Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén.
2. El origen de la revelación en los profetas:
A. Dios. 
B. El Espíritu Santo. 
C. Jesús y sus manifestaciones. 

EL REINADO PROMETIDO: CRISTO
2Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. 3Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. 4Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. 5Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová.
PROMESA CUMPLIDA EN CRISTO
2. A. Tiempos postreros. «Acontecerá en lo postrero de los tiempos»
2. B. Cumplimiento de profecía: Adoración. «será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes»
2. C. Búsqueda de comunión global. «y correrán a él todas las naciones»
3. A. Reconocimiento de la fuente de la revelación y vida de obediencia, consumación y realización de la vida de la fe. «3Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas». Vida acorde con su voluntad.
3. B. Cristo será el maestro. «nos enseñará sus caminos»
3. C. El gobernará y será el juez: «Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos».
4. Su reino será de paz espiritual, global, personal: «y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra». 

ABANDONO DE DIOS Y PROSPERIDAD
6Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres traídas del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros. 7Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos, y sus carros son innumerables.  8Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos. 9Y se ha inclinado el hombre, y el varón se ha humillado; por tanto, no los perdones.
«¡Dios mío, Dios mío. ¿Por qué me has abandonado?» En Cristo, el abandono de Dios se debe al pecado. 
Dios le da la espalda a quien merece ser castigado. Le retira su Santo Espíritu, su presencia y su bendición. 
Quien sea abandonado por Dios jamás tendrá paz. Podrá tener, como este pasaje describe, riquezas, crecimiento empresarial, progreso y mucha prosperidad material, pero no paz. 
Quien así prospera, sin Dios, sin su paz, es visto por el profeta Isaías como un buen negociante, un astuto tratante de negocios. 
Pero en el centro de sus tratos hay un distintivo: idolatría, espiritismo, una adoración al materialismo. 
Se inclina ante sus logros, que bien pueden ser financieros. Construye una empresa y se inclina ante ella. Edifica un negocio y se alaba en él, adora el negocio, pero su adoración recae en sí mismo y en lo diabólico. 
Todo lo fabricado, emprendido por el hombre llega a ser adorado. Revive la experiencia de Génesis 11, cuando se dicen unos a otros: «hagámonos un nombre» y edifican una torre, la de Babel, que no era otra cosa sino un templo, un símbolo de culto al ser humano, pero va de la mano con el rechazo a Dios, sus promesas y su oferta de salvación. 
Quien así viva podrá tener prosperidad material, pero jamás paz divina, de esa que satura el corazón, la mente, el alma y el entendimiento del hombre, la paz que da Cristo. 
Aun en este contraste vemos la ausencia de Dios en el hombre, pero la abismal y absoluta necesidad de paz de Dios en su corazón. 

SÓLO DIOS SALVA. NO CONFIAR EN EL HOMBRE
10Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de su majestad. 11La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día. 12Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido; 13sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán; 14sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados; 15sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; 16sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas. 17La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día. 18Y quitará totalmente los ídolos. 19Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra. 20Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase, 21y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra. 22Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?
Tres temas destacan en este texto: 
1. La humillación del hombre.
2. La incapacidad humana para salvar. 
3. La salvación ofrecida por Dios. Sólo Cristo salva.










ISÍAS 5
INTRODUCCIÓN

Hoy trataremos Isaías 5. El profeta no elige ser profeta. El profeta es un hombre con un llamamiento. Tal llamamiento le llegó de Dios. Igual que a un pastor, evangelista, maestro o apóstol. La persona no decide ser ministro de Dios por elección propia. Dios lo llama para ser su ministro. Para darnos una idea de qué significa ser profeta y con qué ha de lidiar tal persona, te pregunto: ¿Eres una persona amable, sencilla, bondadosa, generosa, apacible, fácil de tratar? ¿Te gusta compartir todo lo tuyo? Tiempo, dinero, casa, alimento, ropa, calzado… 
¿Te gusta ser bondadoso con tu dinero? ¿Diezmas y ofrendas con generosidad? ¿Das una propina justa cuando vas a un restaurante? ¿O la das con abundancia? ¿Eres amable con quienes te sirven? ¿O esperas a que los demás sean generosos contigo y te den dinero, tiempo, servicio, y demás beneficios? ¿Te gusta servir? ¿Levantarte temprano y sacrificar tu tiempo, tu descanso, tu tiempo de diversión a otros?
¿Qué tal que fueras llamado a ser líder, un servidor para gente así, como la descrita? Me refiero a servir a la gente de tu respuesta. De otro modo, ¿te gustaría servir a gente conflictiva, egoísta, avara, mezquina, no generosa ni con su tiempo, casa ni ropa ni comida? ¿Te gustaría tratar con gente que no se compromete con nada, pero espera todo de ti?
Isaías habla del pueblo de Dios como gente rebelde, necia, terca, vanidosa, orgullosa, que sólo busca lo suyo y busca destacar por encima de todos los demás; es tramposa, traidora, revoltosa… gente como tú y como yo. ¿Te darías problemas a ti mismo como persona? ¿Te gustaría ser pastor de ti mismo?
Isaías 6 habla de su llamamiento. Dios le concede una visión y ve el templo lleno de la gloria de Dios. Por sobre el templo ve serafines. Tienen 6 alas. 2 les cubren los pies, 2 los ojos y con 2 vuelan. 
Isaías cree que va a morir porque igual que su pueblo, todos son de labios inmundos. Él es uno más del pueblo. Pregunto. ¿Dices majaderías? ¿Tienes un vocabulario soez intencional para decir grocerías, bajezas, picardías, y hablas en doble sentido? ¿Tienes un lenguaje intencionalmente alusivo al sexo pero con malicia? Se te “salen” palabras majaderas que no pensabas decir? ¿De vez en cuando dices misceláneas podridas?
Isaías confiesa ser una persona cuyo discurso es profano por ser inmundo, igual que su pueblo, y cree que morirán por ello. ¿Pueden ver que no toma distancia de su pueblo y es igual de pecador que ellos? ¿Y que por ello, según él merece morir?
Dios responde purificando sus labios. Asunto resuelto por Dios. Ahora está perdonado de toda culpa y pecado. Ha sido limpiado y Dios hace una pregunta:

¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. ¿9Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 10Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. 11Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; 12hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. 13Y si quedare aún en ella la décima parte, ésta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa. Isaías 6:9-13 (RVR1960) 

Nadie elige ser profeta, ministro, pastor, siervo, maestro, discípulo, apóstol, evangelista… nadie. 
Pero si alguien tiene un ministerio genuino, de Dios, tal persona sí es llamada. “Sígueme”, les dice Jesús a Mateo, a Juan y Jacobo, Pedro y Andrés, Felipe, Bartolomeo, los 2 Judas, Simón… todos son llamados. 
Pero hay algunos ofrecidos, no llamados, y son rechazados. La diferencia es obvia. Quien se ofrece para ser discípulo pone condiciones. Quien es llamado acepta condiciones. 

57Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 9:57-62 (RVR1960)

Las condiciones las pone Jesús, no los llamados. Condiciona el que llama, no el llamado. ¿Y a quién va a servir el llamado? ¡A gente como él!
Y va a predicar lo que le digan, no lo que quiera. Predicará hasta los límites de tiempo asignado por el Señor, no hasta que él quiera, sino hasta cuando Dios le diga “basta”. 
Y mientras comparte, a medida que convive con su Señor, el mismo mensaje se convierte en algo dulce a su paladar, aun cuando conlleve amargura. Lo dulce, lo deleitoso es que es Palabra de Dios, que jamás volverá a él vacía, sino plena, cumplida.
El llamamiento de Dios le da sentido de vida al llamado. Sin su llamado el siervo no sabe ni a dónde ir, ni por qué permanecer, a quién acudir. Sin el llamado de Dios será un polvo a la deriva, una nube que se disipará en una vida sin sentido. 
Para cada creyente el llamamiento a servir a su Señor y seguirlo, es actual. Vigente. El llamamiento de Dios para la iglesia le da sentido a su vida. Sin él, sin acatarlo, irá a la deriva. 
Pero, por otro lado, una comunidad no irá a ciegas si hace su propia agenda, como algunos la han definido, poniendo al dinero como su meta, el materialismo como su Dios, y la prosperidad como su anuncio. No obstante, en eso están perdidos, en eso dejan de ser iglesia y son cualquier cosa, AC, SA, un club, lo que sea, menos iglesia. 
El llamamiento es bendición, otro mensaje es maldición. El evangelio, el único, bendice, otro mensaje que finja ser evangelio maldice, pierde, condena, lleva al infierno. Y ese mensaje lo dan los llamados, la iglesia. Una AC, un club, están en su ambiente si dan discursos motivacionales. Pero no pasarán de ser eso, jamás serán evangelio. 
El mensaje del profeta deja ver su unión con Dios. Veamos.

SU MENSAJE LA VIÑA DEL SEÑOR (El dolor divino)

1Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. 2La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres.
1 אָשִׁירָה נָּא לִידִידִ֔י שִׁירַת דּוֹדִי לְכַרְמֹו כֶּרֶם הָיָה לִידִידִי בְּקֶרֶן בֶּן־שָׁמֶן׃
2 וַיְעַזְּקֵהוּ וַיְסַקְּלֵ֗הוּ וַיִּטָּעֵהוּ שֹׂרֵק וַיִּבֶן מִגְדָּל בְּתוֹכֹ֔ו וְגַם־יֶקֶב חָצֵב בֹּו וַיְקַו לַעֲשֹׂות  Isaías 5:1-3 (BHS Bible) עֲנָבִים וַיַּעַשׂ בְּאֻשִׁים׃

El profeta canta la canción de su Dodí, su amado, el amado de su corazón, la persona más amada, la del amor supremo, la que es digna de todo sacrificio, toda entrega, todo servicio. 
Como trovero de Dios, el poeta canta en honor de su amado. Canta por él, se convierte en su voz, su boca, sus palabras. El amado canta por medio del trovero, su profeta. Ambos viven una relación de amor, único, una intimidad desconocida para la humanidad y para su pueblo. 
Dodí, es un término para definir a una persona especial. Nadie como él. No hay nadie como él, semejante a él. Él es incomparable, nadie está a su altura, ni en encanto, belleza, sabiduría, excelsitud, majestad… es tierno, amable, profundo, toca las fibras del corazón, del espíritu, es suave, como brisa, intenso como la mar, su voz llena todos los sentidos… es como un aroma que llena los espacios y satura los sentidos de su olor… todo panorama, desde la ventana, o desde los valles o las alturas de las cimas, está lleno de él… por todos lados se aspira su presencia, en toda colina, desierto o yermo se oye su voz… el Dodí jamás está ausente, lejos del corazón de quien lo ama. 
 Isaías canta el sentir, los planes, la experiencia de su amado. El tema de su canción es una viña. La tenía en una ladera fértil. 2La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, pero dio uvas silvestres. 
El tema es la viña y su decepción. Tenía proyectos claramente definidos… pero… ¿qué pasó con el proyecto divino? 
La canción es un dueto. Un canto a dos voces. La primera voz es del profeta, la segunda voz es la del Dodí. Están unidos en canto, poesía, experiencia, dolor, amor, pasión… ¡son uno por gracia y obra de Dios!
Ahora se escucha la otra voz, la del Dodí. 

3Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. 4¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres? 5Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. 6Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella. 7Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor.

¿Proyecto fallido? Veamos con claridad. Se habla de una viña como representación del pueblo de Israel, la etnia descendiente en la carne, de Abraham. 
Y se canta la decepción, el desencanto, el enojo, la ira, y el juicio y castigo por venir. Dios canta su ira. “También de dolor se canta cuando llorar no se puede”, dice un dicho mexicano. Pero aquí, el canto si va acompañado de lágrimas, sufrimiento, dolor y quebranto. A Dios le duele el corazón, por decirlo de alguna manera. Le duele, le lastima el pecado de sus malvadas uvas. 
¿Hacía falta hacer algo más por ella que Dios no hubiera hecho? Le dio a su viña lo que nadie jamás tuvo: revelación de sus planes, proyectos y metas para la eternidad, y entre todo ello iban promesas, con bendiciones que Dios cumplió al pie de la letra. No dejó promesa sin cumplir. 
Las más altas reglas éticas que jamás tuvo nación alguna le fueron dadas por el Eterno Dios. De vivirlas la nación hubiera tenido el gobierno ejemplar para todas las naciones, sin embargo mostraron el cobre, su naturaleza: corruptos, malvados, adúlteros, infieles, idólatras, rebeldes, dados al pecado y a rechazar cada día y en todo lugar y momento a Dios. 
Si un fruto dieron fue vileza y gritos de angustia por el quebranto social, por el despojo, el abuso y el saqueo de los líderes del pueblo. 
Nos recuerda a Eclesiastés: «Nada hay de nuevo debajo del sol». La humanidad es siempre la misma. 
Sin embargo, veamos un panorama más amplio. Aquí el profeta nos habla de una viña. Y el Señor Jesús nos habló de otra viña, en un giro que nos lleva de la viña de Isaías, a otra, presentada por el Mesías. 
Veamos Juan 15.1-17 . 

1Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6El que en mí no permanece, será echado  fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 13Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 14Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 16No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 17Esto os mando: Que os améis unos a otros. Juan 15:1-17 (RVR1960)

Hebreos enseña que el templo, el tabernáculo, las fiestas, los sacrificios, el reposo, los líderes, todo lo revelado en el A.T. era una sombra de lo que habría de llegar, en el futuro. Y que ese futuro se habría de cumplir en Cristo. 
Lo mismo afirma el apóstol Pablo. Cristo es el sí y el amén de todas las profecías y promesas de Dios en el A.T. 
Por eso, Israel, como viña, era sombra, de la realidad, de la vid verdadera. La vid verdadera es Cristo. 
Toda promesa de Dios en el A.T. se cumple en Cristo. Por eso hacia el futuro Cristo es visto como templo, como morada de la gloria de Dios entre los hombres, lleno de gracia y de verdad. 
Vea a Cristo como pueblo. Somos nación santa en Cristo. Ojo, note, somos pueblo de Dios “en Cristo”. ¿Qué le dice eso? ¡Que Cristo es templo, es pueblo de Dios! ¡Sin él no somos pueblo!
“En Cristo somos real sacerdocio”. Más aún, en él somos santificados, somos proyecto de Dios cumplido, somos pámpanos que da el fruto que Dios deseaba de la primera vid, que fracasó por falta de fe. 
En la expresión paulina tenemos: “Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” 1 Corintios 1:30 (RVR1960)

CRISTO ES TODO EN TODOS. 

Ningún proyecto divino se cumple sin Cristo. La primera vid fue un fracaso. Dependía de obedecer la ley. Dependía de su propio esfuerzo y orgullo, de su autonomía, de sus obras.
La segunda vid es un fracaso sin Cristo. Pero Cristo es todo en todos. La diferencia entre una y otra viña es Cristo. Por lo tanto, todo pámpano llega a buen término porque Cristo hace su obra en el pámpano. Y éste, el pámpano, da mucho fruto, porque Cristo es quien da el fruto. Es el fruto del Espíritu, no el de la carne. 
Ahora vemos en la vid verdadera una nueva humanidad, incapaz de obedecer, de hacer la voluntad de Dios por sus propios esfuerzos. 
Para ver a esta humanidad con los ojos de la justicia, Dios le concedió su justicia en Cristo. 
Ahora la vid verdadera, Cristo, tiene una humanidad, un pueblo a quien Cristo le concedió su naturaleza, su vida, su relación con el Padre. 
Estas ramas son justas, son el cumplimiento de la profecía: “el justo por la fe vivirá”, porque tuvieron fe en Cristo. Son justos porque les fue concedida la gracia de Dios “En Cristo”. 
Asimismo son “el justo” descrito por Habacuc, cuya justicia no es propia. ¿Qué hicieron para ser justos? ¡Nada! ¡Todo! ¡Le creyeron a Dios!, creyeron en la Palabra de Dios, quien les dijo que él los acepta sólo por creer en Cristo como quien cumple todos los requisitos impuestos por Dios, y que ese cumplimiento de la ley, efectuada por Cristo la hizo él en representación de quienes creen que él pagó por sus maldades y pecados. 
Ahora somos una vid que no será destruida, ni enviada al exilio, ni abandonada por Dios, no por nuestros méritos, no por nuestras obras, no porque seamos excelentes personas, sino porque la excelencia de Cristo nos es dada, su justicia nos es concedida, y su bendición pasa a ser nuestra, sólo por la fe. 
Somos pueblo de Dios en Cristo. Por eso, la pregunta de Dios ahora puede ser abordada con otra respuesta, proporcionada por Dios mismo.
Cristo, solo Cristo, como pueblo, como simiente, es cumplimiento también en la visión paulina dada a los gálatas. 
Cristo es la simiente de Abraham. No simientes. Una en particular. Esa simiente es el nuevo Israel, el nuevo pueblo de Dios. Es un pueblo multiétnico. 
Todo creyente, de toda etnia, pertenece a este pueblo, pertenece a Cristo, pueblo de Dios. (Leer Gálatas con cuidado.)
Por lo tanto, la pregunta de Dios: 

3Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. 4¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?

Tiene su respuesta por el mismo Dios:

Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” 1 Corintios 1:30 (RVR1960)
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17 (RVR1960)
estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; Filipenses 1:6 (RVR1960)
10para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 11llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. Filipenses 1:10-11 (RVR1960)

Como su pueblo, seguiremos siendo pecadores, pero al mismo tiempo seguiremos siendo tratados por el Señor. 
Él llevará a buen término su obra en su pueblo, y la gloria de Cristo, anticipada en el N.T. llenará la tierra en plenitud, será adorado por creyentes de todas las etnias del mundo, por quienes lo reconocieron como lo que es: Rey de reyes y Señor de señores, el salvador del mundo, Jehová, Adonay, el Dios Eterno. 




Isaías 7:1-14 (NVI) 
1Acaz, hijo de Jotán y nieto de Uzías, reinaba en Judá. En ese tiempo Rezín, rey de Siria, y Pecaj hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para atacarla, pero no pudieron conquistarla.

Los reyes de Israel y Siria se unen contra Judá, el reino del sur. Israel, reino del norte, compuesto por 10 tribus, ha dejado la adoración al Dios de sus patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob y hace alianzas con los sirios para destruir al reino del sur y con ello va de la mano destruir la adoración a Dios en el templo. 
El escritor anticipa el cuidado de Dios sobre su pueblo: «subieron contra Jerusalén para atacarla, pero no pudieron conquistarla», con su nota anticipa toda la historia que escribirá más adelante, al subrayar la intervención del Señor en favor de su pueblo. Toma nota para tu vida personal.
Destaca, asimismo, la inutilidad de las armas, cuán fútil es un ejército, cualquiera sea su poderío, cuando se trata de combatir contra una nación, persona o pueblo protegidos por Dios. 
«No pudieron conquistarla» resuena como el canto de la frustración de un ejército que no se esperaba ese resultado, por un lado, y por el otro, el canto de alabanza al Dios protector. 

2En el palacio de David se recibió la noticia de que Siria se había aliado con Efraín, y se estremeció el corazón de Acaz y el de su pueblo, como se estremecen por el viento los árboles del bosque. 3El SEÑOR le dijo a Isaías: «Ve con tu hijo Sear Yasub a encontrarte con Acaz donde termina el canal del estanque superior, en el camino que conduce al Campo del Lavandero. 4Dile que tenga cuidado y no pierda la calma; que no tema ante el enojo ardiente de Rezín el sirio, ni ante el hijo de Remalías; que no se descorazone a causa de esos dos tizones humeantes. 5Dile también que Efraín, junto con el hijo de Remalías y el sirio, han tramado hacerle mal, pues piensan 6subir contra Judá, provocar el pánico, conquistarla y poner allí como rey al hijo de Tabel. 7Pero dile además que yo, el SEÑOR omnipotente, digo: “Eso no se cumplirá ni sucederá. 8La cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco es Rezín; pero dentro de sesenta y cinco años Efraín será destrozado hasta dejar de ser pueblo. 9La cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías; si ustedes no creen en mí, no permanecerán firmes”.» 

El versículo 9 («si ustedes no creen en mí, no permanecerán firmes») está emparejado con Habacuc 2.4: «He aquí que aquel cuya alma no es recta se enorgullece, pero el justo por la fe vivirá». 
Describe un ambiente de muchos conflictos, con un escenario de muerte y destrucción, con angustia como olas del mar y gente afligida hasta la muerte, pero en medio de toda esa crisis, el justo permanece firme. No por su fe, como poder personal, sino por la providencia de Dios, quien da la fe, y el creyente recibe, por gracia, apoyo, sustento, protección y paz de su Señor y Dios. 
Dios llama a los reyes invasores “dos tizones humeantes”, como si fueran dos carbones sin fuego, como dos carbones a punto de apagarse definitivamente. La descripción de dos carbones así, destaca su potencial para la guerra, su poder destructivo ante Dios, quien los menosprecia al describirlos. 
No obstante, aun cuando son dos reinos mucho más poderosos que Judá, lo importante no es el poder ni las capacidades militares, sino la fe, la confianza en Dios, como hecho histórico, como acto espiritual, como actitud correcta delante de Dios para permanecer. Quien no crea, no permanecerá. 
En medio de crisis internacionales, lo importante es depender de la capacidad de Dios, no de la propia, ni de los contactos que uno tenga con personas de influencia o poder. 
Como símbolo de promesa que Dios cumplirá con quienes tengan fe, está el hijo del profeta, Sear Yasub, quien representa a quienes tendrán fe en el Señor. Ese hijo es la representación del remanente, de los pocos que tienen fe en Dios y permanecen por la gracia de Dios y por la fe en él. «Un remanente volverá», es lo que significa Sear Yasub, anunciando desde ya el exilio para el pueblo de Judá, y la promesa de cuidado cumplido por parte de Dios. 
El profeta enmarca el escenario de la fe entre la jungla de las emociones en situaciones de peligro. Todo mundo sintió miedo. 
La fe, en la historia de peligro real, no anula la percepción de muerte, ni las emociones de estrés, angustia y agonía. El pueblo tiembla literalmente, se angustia literalmente. 
¿Y la fe? ¿Qué es? En los contextos históricos es abandonarse en los brazos de la Palabra de Dios, descansar en sus promesas, acudir a su llamado, afinar el oído y creer en lo que no se ve. 
La fe camina por el oído. Sus fundamentos descansan en lo pronunciado por Dios, no en lo que se ve en la realidad. 
«La realidad» histórica (los datos duros y comprobables) son un ejército poderoso formado por dos coaliciones, asediando a una nación pequeña, fácil de engullir si se trata de contrastar el número de combatientes. 
¿Cómo no tener miedo ante tal realidad? Sin embargo, “la realidad visible” no es mayor ni “más real” que “la realidad” que la sustenta, “la realidad espiritual”, que es, en verdad, el respaldo y sustento de “la realidad visible”. 
Cuando leemos que “En el principio creó Dios los cielos y la tierra… y dijo Dios”, entendemos que una Palabra, la de Dios, dio origen al universo. Esa Palabra es de naturaleza espiritual; por ello, todo el mundo espiritual, no visible, es, en realidad, el sustento del mundo visible, llamado “real”. 
A la luz de la fe, no obstante, lo palpable no es “más real” que el mundo espiritual. A guisa de ejemplo, “la realidad suprema”, Dios, no es visible, palpable por ser espíritu, y aún así nos da muestras de su poder por medio de la creación, expresión de su divinidad y poder. 
Por eso el llamado de Dios a esperar en su Palabra (promesas y profecías), es la única opción de permanecer, subsistir y trascender por medio de la fe. 
Al fin y al cabo los miedos pasarán, tienen un límite, sea en el desgaste bélico, sea en la muerte, pero la vida de la fe trascenderá los planos histórico y físico, para llegar a su meta, la vida eterna al lado del Señor Dios. 

10El SEÑOR se dirigió a Acaz de nuevo: 11—Pide que el SEÑOR tu Dios te dé una señal, ya sea en lo más profundo de la tierra o en lo más alto del cielo. 12Pero Acaz respondió: —No pondré a prueba al SEÑOR, ni le pediré nada. 13Entonces Isaías dijo: «¡Escuchen ahora ustedes, los de la dinastía de David! ¿No les basta con agotar la paciencia de los hombres, que hacen lo mismo con mi Dios? 14Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel».

Juan 1.1 está a la vista como promesa y profecía aquí. Dios mismo se hará hombre entre su pueblo. Nacerá de una jovencita. Implica una joven virgen, de pureza espiritual aprobada por Dios, consagrada a él, una chica que ama al Dios de sus padres y vive para agradarlo. 
Dios se abre al rey y le propone que le haga una petición en medio de esta situación política internacional de angustia, pero el rey rechaza la oferta de Dios. Con su rechazo pretende dar una imagen de ser espiritual. Aparenta ser cuidadoso y respetuoso de Dios y no querer ofenderlo, pero en su rechazo falta a Dios, peca contra él y su pretensión lo exhibe como lo que es, un hombre sin fe, un hombre que no está no representado por Sear Yasub, como alguien que no es parte del remanente de Dios, de esos pocos que permanecen por tener fe en Dios. 
Dios mismo había prometido que algún día caminaría entre su pueblo (Levítico 26: 11Estableceré mi morada en medio de ustedes, y no los aborreceré. 12Caminaré entre ustedes. Yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. (NVI), de que sería parte de ellos y una vez más lo confirma. Pero su realización sería materializada en Cristo. 

Isaías 8:1-10 (NVI) 
1El SEÑOR me dijo: «Toma una tablilla grande y, con un estilete común, escribe sobre ella: “Tocante a Maher Salal Jasbaz”. 2Yo convocaré como testigos confiables al sacerdote Urías y a Zacarías hijo de Jeberequías.» 3Luego tuve relaciones con la profetisa, y ella concibió y dio a luz un hijo. Entonces el SEÑOR me dijo: «Ponle por nombre Maher Salal Jasbaz (=“el despojo se apresura, la presa se precipita”). 4Antes de que el niño aprenda a decir “papá” y “mamá”, la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.»  5El SEÑOR volvió a decirme: 6«Por cuanto este pueblo (Judá) ha rechazado las mansas corrientes de Siloé (=“Enviado”) y se regocija con Rezín y con el hijo de Remalías, 7el Señor está a punto de traer contra ellos las impetuosas crecientes del río Éufrates: al rey de Asiria con toda su gloria. Rebasará todos sus canales, desbordará todas sus orillas; 8pasará hasta Judá, la inundará, y crecerá hasta llegarle al cuello. Sus alas extendidas, ¡oh Emanuel!, cubrirán la anchura de tu tierra.» 9Escuchen esto, naciones, todas las naciones lejanas: ¡Alcen el grito de guerra, y serán destrozadas! ¡Prepárense para la batalla, y serán despedazadas! ¡Prepárense para la batalla, y serán desmenuzadas! 10Tracen su estrategia, pero será desbaratada; propongan su plan, pero no se realizará, porque Dios está con nosotros. 

El pueblo de Judá rechaza al enviado y su paz, Siloé. A cambio, Dios les envía otro río, éste es impetuoso, abundante, el Éufrates. Judá menospreció la gracia de Dios, hecha realidad en Cristo, su Siloé, y a cambio les envía a Asiria, un río impresionante. 
Judá se deleitaba en el poder. Lo anhelaba. No le causaba placer verse a sí misma bajo la lupa de lo minúsculo, y tampoco sentía orgullo de ser pequeña a sus propios ojos. En cambio, el contraste, lo pequeño contra lo grande, ¡eso sí es ser valioso! ¡Eso sí que vale la pena! No es lo mismo ser un río Ramos (de la localidad de Allende, Nuevo León, México), que ser un Río Nilo, uno que cruza toda África. No es lo mismo ser una nación pequeña, que ser una nación poderosa y, en vez de ser humillada, humillar, en vez de ser acosada, acosar, en vez de ser vencida, ser avasallante, vencedora. 
Aquí el profeta presenta el poder de Dios manifestado en Emmanuel, el Siloé. Su gobierno será imperial. Ninguna nación es digna de ser temida, ningún rey es digno de esperar en él, porque Dios tiene un rey, un soberano, un gobernante que llenará la tierra con su gloria, y ese rey es Emmanuel. 
Las noticias que infunden terror no han de ser tomadas en cuenta por quienes confían en el Señor, porque Dios tiene un gobernante a cargo de su rebaño pequeño, su pequeña manada, y es Jesús, el Buen Pastor.

Isaías 8:12-14 (NVI) 
12«No digan ustedes que es conspiración todo lo que llama conspiración esta gente; no teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar. 13Sólo al SEÑOR Todopoderoso tendrán ustedes por santo, sólo a él deben honrarlo, sólo a él han de temerlo. 14El SEÑOR será un santuario. Pero será una piedra de tropiezo para las dos casas de Israel; ¡una roca que los hará caer! ¡Será para los habitantes de Jerusalén un lazo y una trampa!
Una vez más, Dios confirma a quien temer, llama a quién honrar, en quien esperar y es el Señor mismo, quien será santuario, refugio, lugar donde habita él mismo.
Apocalipsis es el libro más claro en presentar a Cristo como templo, morada de Dios entre los hombres, santuario y lugar de encuentro entre el hombre y Dios, siguiendo lo iniciado en el evangelio de Juan, Cristo como templo, Cristo como camino único para llegar al Padre, Cristo como morada de la gloria de Dios…
¿De quién habla? ¿Quién dijo de sí mismo ser el templo de Dios, fuera de Cristo? ¿A quién se refiere Apocalipsis cuando dice que Dios mismo será el templo en medio de las naciones que adoran a Dios? 
¡Cristo!, ¡Cristo!, ¡Cristo!, ¡Cristo!, Siempre Cristo como promesa y cumplimiento, como quien cumple toda profecía del A.T.  
Hay quien le teme al diablo, o que le atribuye un poder desorbitado a Satanás, pero lo importante lo aclara el Señor Jesús, quien definió los límites de Satanás: sólo puede quitar la vida física (sólo si Dios se lo permite), pero Dios puede quitar la vida y echar a la persona al infierno. 
El diablo no puede hacer eso, pues el infierno es también morada de castigo para el mismo Satanás. 
Si alguien es digno de ser temido es Dios, y nadie más. 

Isaías 8:18 (NVI) 
18Aquí me tienen, con los hijos que el SEÑOR me ha dado. Somos en Israel señales y presagios del SEÑOR Todopoderoso, que habita en el monte Sión
Dice Hebreos 2:11-13 (NVI) 11Tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen, por lo cual Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12cuando dice: «Proclamaré tu nombre a mis hermanos en medio de la congregación te alabaré.» 13En otra parte dice: «Yo confiaré en él.» Y añade: «Aquí me tienen, con los hijos que Dios me ha dado.»
Para Hebreos, la frase “Aquí me tienen con los hijos que el Señor me ha dado”, es dicha por Jesús. Para Hebreos esas palabras son de Cristo, quien tiene hijos, y con ellos se identifica en sus penas, sufrimientos y quebrantos. 
Seguir las huellas de Cristo en el A.T. es fundamental para comprobar que un principio de interpretación básico, esencial y primordial, es la persona de Cristo. Sin él, el A.T. pierde rumbo, meta y sentido. 
Cristo es la esencia de toda promesa, Cristo es el corazón, la estructura que sostiene las bases del edificio profético del A.T. y Cristo mismo es el blanco al cual apuntan las flechas del cumplimiento de las promesas y profecías del Dios Eterno. 
Él, como Sumo Sacerdote se hizo hombre y padeció toda tentación, dolor, quebranto, maldición y sufrimiento experimentado por todo ser humano, por eso puede comprender en plenitud de profundidad a toda persona y consolarla, porque se identificó con la humanidad en su encarnación. 

Isaías 9:1-7 (NVI) 
1A pesar de todo, no habrá más penumbra para la que estuvo angustiada. En el pasado Dios humilló a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pero en el futuro honrará a Galilea, tierra de paganos, en el camino del mar, al otro lado del Jordán. 2El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido. 3Tú has hecho que la nación crezca; has aumentado su alegría. Y se alegran ellos en tu presencia como cuando recogen la cosecha, como cuando reparten el botín. 4Ciertamente tú has quebrado, como en la derrota de Madián, el yugo que los oprimía, la barra que pesaba sobre sus hombros, el bastón de mando que los subyugaba. 5Todas las botas guerreras que resonaron en la batalla, y toda la ropa teñida en sangre serán arrojadas al fuego, serán consumidas por las llamas. 6Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. 7Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del SEÑOR Todopoderoso. 

Este pasaje se cita cada Navidad al rememorar la venida de Cristo para bendecir a quienes viven oprimidos por el pecado y sus tinieblas.
Su primera venida es presentada como una acción bélica, en la cual los enemigos combatientes son bañados en sangre y fuego. 
Su victoria sobre el enemigo es contundente. Tal es la derrota que les inflige a los contrarios, que el botín es enorme, cuantioso. 
¿Es real la batalla? ¿Se derrama sangre y fuego sobre los enemigos del Mesías o es una alusión a su victoria a partir de lo único conocido, como las batallas y sus resultados?
Desde luego, la personalidad del Mesías despeja toda duda. A Pilato le dijo: «Mi reino no es de este mundo –contestó Jesús–. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para.. impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo». Juan 18:36 NVI)
Su llegada, descrita en términos militares hace hincapié en su poder, su aplastante victoria y la manifestación de su gloria en medio de un mundo sumergido en tinieblas, dominado por el pecado, el mundo, la carne y el diablo.
El NIÑO VENCEDOR es el Mesías encarnado. Su reino tiene el carácter de Dios, paz, gloria, luz, santidad, pureza, justicia y equidad, reino sin fin.

Isaías 10:1-6 (NVI) 
1¡Ay de los que emiten decretos inicuos y publican edictos opresivos! 2Privan de sus derechos a los pobres, y no les hacen justicia a los oprimidos de mi pueblo; hacen de las viudas su presa y saquean a los huérfanos. 3¿Qué van a hacer cuando deban rendir cuentas, cuando llegue desde lejos la tormenta? ¿A  quién acudirán en busca de ayuda? ¿En dónde dejarán sus riquezas? 4No les quedará más remedio que humillarse entre los cautivos o morir entre los masacrados. A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado; ¡su mano aún sigue extendida! 5«¡Ay de Asiria, vara de mi ira! ¡El garrote de mi enojo está en su mano! 6Lo envío contra una nación impía, lo mando contra un pueblo que me enfurece, para saquearlo y despojarlo, para pisotearlo como al barro de las calles. 
Los gobernantes injustos, quienes decretan leyes opresivas (en nuestro contexto mundial serían presidentes nacionales y alcaldes, diputados, senadores…) y saquean a sus gobernados, no están fuera del gobierno y señorío del Dios Eterno. 
Él tiene sus medidas de justicia, y los imperios de antes y de hoy no escapan de la manifestación de la ira de Dios. 
La ira de Dios es revelada, vista en las políticas intervencionistas de hoy, tanto como en las de ayer. 
Cuando una nación invade a otra, opinamos con ligereza, hablamos de actitudes imperialistas, que lo son. Hablamos de poder ultrajante, que lo es. Hablamos de orgullo, insolencia, y de naciones ensoberbecidas, que lo son, pero no hablamos de la intervención de Dios para llevar a cabo sus planes. 
Las naciones abusivas de hoy, con mentalidad imperialista están bajo el dominio y el poder y gobierno soberano de Dios, y Dios las va a castigar. 
Esas naciones, igual que Asiria, tienen sentido bajo la soberanía de Dios cuando imponen su poder a otras naciones, pero esa misma política intervencionista será castigada por quien pone las reglas de la justicia y equidad y ése sólo es Dios, quien impone sus caminos diseñados para que los recorran las naciones hacia el destino que él ha fijado. 
El profeta mismo presenta a Dios manejando a Asiria: 

Isaías 10:15 (NVI)
15¿Puede acaso gloriarse el hacha más que el que la maneja, o jactarse la sierra contra quien la usa? ¡Como si pudiera el bastón manejar a quien lo tiene en la mano, o la frágil vara pudiera levantar a quien pesa más que la madera!

Isaías 11:1-11 (NVI) 
1Del tronco de Isaí brotará un retoño; un vástago nacerá de sus raíces. 2El Espíritu del SEÑOR reposará sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR. 3Él se deleitará en el temor del SEÑOR; no juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que oiga decir, 4sino que juzgará con justicia a los desvalidos, y dará un fallo justo en favor de los pobres de la tierra. Destruirá la tierra con la vara de su boca; matará al malvado con el aliento de sus labios. 5La justicia será el cinto de sus lomos y la fidelidad el ceñidor de su cintura. 6El lobo vivirá con el cordero, el leopardo se echará con el cabrito, y juntos andarán el ternero y el cachorro de león, y un niño pequeño los guiará. 7La vaca pastará con la osa, sus crías se echarán juntas, y el león comerá paja como el buey. 8Jugará el niño de pecho junto a la cueva de la cobra, y el recién destetado meterá la mano en el nido de la víbora. 9No harán ningún daño ni estrago en todo mi monte santo, porque rebosará la tierra con el conocimiento del SEÑOR como rebosa el mar con las aguas. 10En aquel día se alzará la raíz de Isaí como estandarte de los pueblos; hacia él correrán las naciones, y glorioso será el lugar donde repose. 11En aquel día el Señor volverá a extender su mano para recuperar al remanente de su pueblo, a los que hayan quedado en Asiria, en Egipto, Patros y Cus; en Elam, Sinar y Jamat, y en las regiones más remotas.

In crescendo, el profeta avanza para llegar a la descripción de un mundo utópico, irreal, imaginario, fantasioso, donde la fauna convive entre sí, clases de animales imposible de convivir, como depredadores y sus víctimas en una relación idílica. 
Dios se hace presente por medio de su gloria, que desborda, como agua incontenible por la presa, para inundar todo el planeta tierra, y las naciones y etnias son envueltas por ella. 
Isaías presenta un mundo no imaginario, sino un mundo esperado por medio de la fe. Este mundo es fantasioso para quien tiene ojos de ciencia ficción, pero no de fe. 
La fe camina en el mundo de lo imposible, de esa imposibilidad propia de Dios, su campo exclusivo. 
A ese campo pertenece la fe. Sólo quien tiene fe verá la gloria de Dios, sólo quien tiene fe en La Palabra divina espera la realización de la profecía de Isaías, LA NUEVA CREACIÓN. 
De acuerdo con Isaías y los apóstoles, vendrá una nueva creación, la cual será la morada para el nuevo hombre, la nueva criatura en Cristo. 
Hábitat y humanidad nueva serán un conjunto planeado por Dios, prometido por él, proclamado como anuncio, promesa, profecía y destino eterno, preparado por Dios. 
La nueva realidad no es fantasía, pero es descrita en términos conocidos para anticipar el nuevo orden, la nueva naturaleza de todo el universo, flora, fauna, hombre, sociedad, en la nueva creación, que sustituirá cielos y tierra que desde ya anhelan la manifestación gloriosa de los hijos de Dios, en el decir paulino. 
Cristo, es el vástago, el renuevo prometido, descendiente de Isaí, que florecerá de un tronco a punto de morir (o ya muerto) que recibe nueva vida (imposible sacar vida de la muerte), como Lázaro sacado del sepulcro. 
Para todo creyente cristiano, la realidad de la victoria de Dios es vigente. En Cristo somos más que vencedores (en medio de muerte, acoso, inseguridad, persecución…) por la gracia de Dios. 
La fe del creyente no lo vacuna contra el miedo, pero sí lo empodera del poder de lo alto para depender del poder de Dios, no del suyo propio. 
Esperar en el Señor nos coloca en la realización del plan de Dios sobre nosotros como su pueblo, como el nuevo hombre en Cristo, como la nueva humanidad, como descendientes de Jesús mismo, como los moradores del nuevo planeta, en la nueva creación. 
Desde hoy el deleite de vivir la armonía de Dios en la nueva realidad es parte de la experiencia vivida por medio del Espíritu Santo que mora en el creyente, lleno de él, en la expresión de su fruto (amor, gozo, paz, paciencia…) que será la manifestación del carácter de todo cristiano en la nueva creación. 
Ya está la semilla en el creyente. Por lo tanto, nutrirse de La Palabra será lo esperado de toda persona que se diga cristiano. 
Amar a Cristo va de la mano de amar su Palabra, La Palabra única, eterna, real, asible, creadora, generosa en bendecir, redimir, salvar, dar vida abundante y eterna, para habitar, con ella, en ella, en la realidad de la gloria de Cristo. 
Gocémonos, vivamos la dicha, gozo, amor y deleite en el más grande placer jamás concebido, ver la gloria de Cristo.



SÓLO CRISTO (Isaías 12 NVI) 
INTRODUCCIÓN
Isaías 11 ha descrito un final feliz. Los pueblos, las etnias, las razas todas viven en paz. No hay más guerras ni motivos de guerra, exterminio, abuso… no hay criminalidad. 
Tampoco hay envidia. Ni entre pueblos ni entre individuos. Un país pobre no tiene envidias de uno rico. Una etnia sin poder no envidia a una poderosa. 
Más aún, entre naciones y etnias enemigas hay amistad, concordia, unión y afecto, buenas relaciones y una armonía inéditas. 
Incluso la flora y la fauna han sido transformadas. Una vaca y un oso conviven sin riesgos de depredación. No hay nada de eso de que “el pez grande se come al pez más chico”. El león y el buey comen paja, y un bebé juega con serpientes que hoy con consideradas de sumo peligro. 
Aclaro: esta descripción es idílica, romántica, imaginativa, hermosa, de un mundo desconocido para nosotros. 
No quiero decir que es una fantasía y que no se cumplirá. Lo que afirmo es que Dios describe un mundo perfecto. Pero lo describe en términos familiares para nosotros. Un mundo así nos parece propio de una imaginación fantasiosa porque no concebimos algo semejante. 
No obstante, el texto es claro: describe un mundo perfecto, inédito para nosotros, desconocido, de una perfección que escapa a nuestra comprensión. 
Todo en ese mundo nuevo, en la nueva creación, apunta a una perfección más allá de lo conocido por nosotros. 
La naturaleza toda ha sido cambiada, todo, sea mundo violento, de odio, de crimen y muerte ahora, en esta nueva creación, aspira paz, transmite el orden de Dios, se ha convertido en la morada del Dios Eterno, y esta nueva creación es habitada por el hombre nuevo, la nueva humanidad renovada, nacida de nuevo en Cristo. 
 Esta nueva creación es vista en esperanza, declarada en fe como una certeza de que Dios cumplirá su plan por medio de este renuevo, hijo de Isaí, descendiente del rey David, de la tribu de Judá, el Mesías Cristo. 
Este Mesías, este Ungido tiene sobre sí lo que suyo es: El Espíritu de Dios, el Santo Espíritu en una manifestación absoluta, total. 
Bajo esa llenura es dirigido por los planes de Dios para su creación, para las relaciones entre los hombres y entre los hombres y Dios. 
Es el juez justo, perfecto, piadoso y compasivo, recto, santo y de una justicia desconocida por el mundo. 
Juzgará a los pobres con justicia y los mansos serán defendidos por él. Los otros, los impíos, serán sujetos a su juicio, y terminará con la vida de ellos. 
Él les quitará la vida a los impíos, mientras que los justos, los pobres y los mansos recibirán la tierra por heredad. 
Dejemos en claro que los justos, los mansos y los rectos son personas específicas, hombres y mujeres que depositaron su confianza en él, le creyeron en todo, esperaron en él y creyeron que al final de los tiempos, en la nueva creación morarían con él y verían su gloria, serían parte de su reinado y permanecerían con él por la eternidad. 
Quienes serán parte de la Nueva Creación son llamados “el remanente”. Pertenecen al Israel de Dios, a su vid, a la vid verdadera, Cristo. 
Israel, él étnico, es llamado “la vid” en el A.T., por los profetas y en especial por Isaías, quien entona la canción de su amado por su viña. 
No obstante, cuando llegamos al N.T., sobre todo al evangelio de Juan, Jesús dice de sí mismo que él es la vid verdadera. 
Va más allá al decir que es también el templo de Dios. Y al avanzar por el Nuevo Testamento y las epístolas, es llamado nuestra justicia, santificación, sabiduría, redención… se agrega a todo ello, que él es el todo en todos. 
Dicho de otro modo, Cristo es proclamado como la persona, como el Ungido, como el centro al cual apuntan todas las profecías, todas las promesas de Dios, de tal manera que llega a ser visto como el nuevo hombre, en quien residimos todos para ser hijos de Dios, como el nuevo hombre en quien somos ahora su pueblo, como el primogénito de la creación gracias a quien ahora tenemos todo y él es todo en todos nosotros. 
Él es el sentido, la significación de la vida de todo cristiano, de toda persona identificada por el Nuevo Testamento como discípulo suyo. 
Sin él la vida cristiana pierde sentido, rumbo, dirección, meta y significación. 

Veamos ISAÍAS 12 y cómo se cumple en Cristo.

1En aquel día tú dirás: «SEÑOR, yo te alabaré aunque te hayas enojado conmigo. Tu ira se ha calmado, y me has dado consuelo.
¿En cuál día? El descrito por Isaías 11, el de la nueva creación. ¿Quién habla y a quién? 
Dios le habla al hombre. Él es quien le dice al hombre “En aquel día tú dirás:” 
Repito: ¿En cuál día? Porque ahora la respuesta puede formularse de manera distinta: “En el día en que te brindaré la bendición de estar conmigo”, en el día en que contemplarás mi gloria”. 
El Señor Jesús oró al Padre: “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo” Juan 17:24 (RVR1960).
¿Y qué decir del enojo de Dios? ¿Y qué hará el redimido? Éste último, el redimido, hablará con el Señor y lo alabará porque el enojo de Dios habrá pasado y Dios mismo le concederá paz, consuelo y reconciliación, así como los motivos de satisfacción para sus demandas de justicia. 
¿Cómo se calmó la ira de Dios? ¿Quién la aplacó? ¿Quién sino Cristo en la cruz fue quien recibió los azotes de la justicia y la ira de Dios para que el beneficiario del sacrificio de Cristo tenga ahora paz del cielo? 
¿Quién sino Cristo es el consuelo para el creyente, la paz y el motivo de adorar, amar y servir al Padre? 
“En aquél día” no es sino el día en que la petición de Cristo tendrá plena satisfacción de parte del Padre y todos los redimidos cantarán, como dice Apocalipsis, la nueva canción, el canto de los redimidos. 
“En aquél día” dirás: «SEÑOR, yo te alabaré…» Vivir agradecido. El sentido de la gratitud conlleva admiración, adoración, elogios, alabanza. 
וְאָֽמַרְתָּ בַּיֹּום הַה֔וּא אוֹדְךָ יְהוָה
Gratitud cantada con todo: manos como señal de gratitud, alabanza, confesión, adoración. Él es mi Señor. El Eterno es todo para mí. La mano como sinécdoque.  Todo yo soy adoración, soy ofrenda que adora y es entregada para darle alabanza a quien me creó para eso, adorarle con todo cuanto hago. 
Vivo para mi Señor, soy siervo, mi servicio es una manera de adorarlo y alabarlo. 
Como servidor le expreso mi amor, mi pasión por vivir para él. Cantarle no es el todo de mi adoración. Vivir para él sí, como dijo el apóstol, sea que vivamos o muramos, somos del Señor; y todo lo que hagan háganlo como para el Señor. 

CRISTO ES TODO EN TODOS 
2¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El SEÑOR es mi fuerza, el SEÑOR es mi canción; ¡él es mi salvación!»
¿Qué es Cristo para el adorador? 
Salvación. 
Confianza (ausencia de temor).
Fuerza. 
Canción. 
Salvación.

EMOCIÓN EN LA NUEVA VIDA: ALEGRÍA
3Con alegría sacarán ustedes agua de las fuentes de la salvación. 
Ser salvos. Las imágenes de agua y fuentes hablan de la naturaleza de la salvación. 
En Isaías el pueblo estaba en graves peligros internacionales. Del norte venían grandes amenazas, peligro de exterminio. 
Las más grandes potencias estaban al norte y amenazaban con desatar las hostilidades bélicas contra Israel. En este momento es sólo el reino del sur, un pequeño reinado. 
Los del norte, las 10 tribus se han confabulado contra Judá, haciendo alianzas con el imperio más poderoso de su tiempo. 
Imagínate que poderosos políticos arman un complot contra ti. ¿Qué puedes hacer? Ve, observa, mira la realidad. Cuando alguien tiene poder, y es maligno, descarado, sin valores y cínico, hace gala de su poder de la manera más inopinada, sin vergüenza, como cuando un político fue a ver a 43 padres de familia del estado de Guerrero a decirles, sin asomo de pena, “ya supérenlo”. 
¿Quién puede hacer eso? Hablo de mi país, pero ejemplos de abuso de poder hay en todo el mundo, si no, pregúntele a los 5 continentes. 
La salvación era concebido como salvación política, militar, social, financiera, étnica. 
Antes Isaías había mencionado aguas. Las de Mesopotamia, del río Tigris por ser un río caudaloso, abundante. 
Había hecho alusión a él haciendo una comparación entre Siloé, como estanque pequeño, tranquilo, pacífico, contrastado con las poderosas corrientes del Tigris. 
¿Qué prefería la persona que corría graves peligros? ¿El poder o la humildad? ¿La fortaleza o la pequeñez? 
O dicho de otro modo: ¿Qué elegirías? Porque en tu elección algo sería menospreciado. Si eliges el poder menosprecias lo débil, y si eliges lo grande menosprecias lo pequeño, lo insignificante. Así, elegir al Tigris menospreciaría el pueblo a Siloé. 
De cualquier manera, la salvación, en términos físicos, se espera de lo poderoso, fuerte, avasallante, no de lo débil. 
Y ser salvados viene acompañado de alegría, gozo, fiesta, regocijo y celebración. 
Lo contradictorio es que este pueblo jamás fue salvado por el poder militar de ninguna nación, de ningún imperio. 
Despreciaron a Siloé, pero Siloé era justamente la imagen del poder escondido, misterioso, espiritual, eterno, contrario a lo militar y carnal. 
De manera contradictoria el poder traería la muerte, angustia, sufrimiento, dolor y quebranto, y una agonía muy prolongada. Pero jamás la paz. 
Siloé, por el contrario, era visto por el profeta como el símbolo representante de la intervención de Dios, esperada con fe, con la certeza y la esperanza de que Dios manifestaría su salvación. 
Sacar aguas con alegría, de las fuentes de la salvación, suena a las palabras del Señor Jesús: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba, y de su interior, como dice La Escritura, saldrán ríos de agua viva”. 
Como símbolo, el agua representa limpieza, purificación, santificación, estar limpio para ser aceptado por Dios, como cuando el Mesías les lavó los pies y les dijo que ya estaban limpios y luego lo confirma en el capítulo 15: “Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho”. (Juan 15:3 DHH). 
Su palabra limpia al ser humano en tu totalidad, como el agua al cuerpo. Por eso acudir a las aguas tiene su equivalente en ir a Jesús con alegría por ser quien es él, Dios venido al hombre.

ADORACIÓN GLOBAL: LA GRAN COMISIÓN.
4En aquel día se dirá: «Alaben al SEÑOR, invoquen su nombre; den a conocer entre los pueblos sus obras; proclamen la grandeza de su nombre 5Canten salmos al SEÑOR, porque ha hecho maravillas; que esto se dé a conocer en toda la tierra». 
En aquel día, ahora es uno previo al de la nueva creación, cofundido. No confundido. Cofundido, un día unido a otro. Este día es un día superpuesto, como interpolado, sobre encimado, aunado al día de la nueva creación. 
Este día anunciado es el día de la extensión de la adoración global de Cristo por todas las etnias, de acuerdo con el mandato del mismo Cristo: “Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:18-20 DHH). 
Se juntan la adoración (aplaudir, aclamar, alabar, cantar, celebrar, confesar, declarar, exaltar, glorificar, (dar) gracias… “Alaben al Señor” dice el texto. 
“Invoquen su nombre”, como dice el Padre Nuestro: “Santificado sea tu Nombre”, sea dado a conocer por todo el planeta, entre toda etnia. 
Dar a conocer, hacer saber entre la humanidad sus obras, son sus obras de salvación y su regalo de las aguas purificadoras, la salvación por pura gracia dada por Dios por medio de su Mesías Jesucristo. 
Proclamar la grandeza de su nombre era la misión de Israel, anunciar quién es el Eterno y proclamar su amor y perdón de acuerdo con su Palabra. 
El fracaso de este pueblo era de esperarse. No es posible proclamar su nombre, vivir para él si no es por medio de quien es la salvación encarnada, el salvador prometido. 
No hay salvación en ningún nombre, sino en el de Jesucristo era la proclamación apostólica y lo sigue siendo hasta el día de hoy. 
La grandeza de su nombre. La grandeza de su gracia. La grandeza de su salvación se anuncia inmensurable. No hay patrón que la pueda medir. No hay parámetro que la iguale, por lo mismo no hay acción humana capaz de conseguirla. 
Proclamar su grandeza en Cristo, su gracia destruye la grandeza del hombre, que no es sino pequeñez. 
El hombre y sus mejores esfuerzos son nada, una inutilidad absoluta, basura, oprobio, nauseabundos, hedor de muerte dada su presunción. 
Los mejores esfuerzos del hombre para conseguir por sus méritos la salvación fuera de la grandeza de su gracia han quedado en el diseño religioso de ritos, de ofertas de muerte, vestidas de engaño y de perversión de La Escritura a fin de levantar monumentos al orgullo humano y desechar la gracia de Dios. 
Asombroso es el orgullo humano y sus engaños y mentiras que sólo pueden creer quienes levantan edificios doctrinales creíbles por una fe en el hombre, en sus propias obras y sus propios embustes. 
Visto desde la lógica lo diríamos así. ¿Puede un hombre inmundo hacer santo a otro hombre también inmundo? ¿Se puede sacar de lo mortal y destinado a podrirse algo imperecedero, santo, puro y eterno? ¿Una persona condenada al infierno es capaz o tiene la capacidad de hacer limpia a otra persona como ella y declararla santa? ¿Alguien condenado a morir por su naturaleza pecaminosa puede ser declarado digno de adoración por otra persona también pecaminosa? 
¿Puede una persona indigna ante Dios interceder por otros indignos como ella? 
Desde La Escritura todas las preguntas tienen una respuesta: ¡No! Porque no hay bajo el cielo dado a los hombres en el cual podamos ser salvos. 
Jesucristo está presente en todo anuncio de la grandeza de la gracia de Dios: sólo en él hay salvación. Sólo por medio de él se puede llegar al Padre. Sólo hay un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. 
La burocracia audaz y atrevida, orgullosa y cínica que dice tener el poder de declarar santos, incluso a quienes jamás existieron, como Juan Diego, se les aparecerá Juan Diego, como a Schulemburg hace años. 
Quien hace puentes humanos, sean santos, beatos, bobatos, vírgenes o no, sólo expresan un atrevimiento absurdo, maldito y maldecido por La Escritura, quien condena todo esfuerzo humano por desechar la gracia de Dios y diseñar un evangelio propio. 
De acuerdo con Pablo, está maldito quien confía en sus propios esfuerzos para conseguir la salvación que por pura gracia ofrece el Dios Eterno por medio de Cristo. 
El apóstol a los gentiles fue contundente: 6Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. 7No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. 8Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! 9Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición! (Gálatas 1:6-9 (NVI)

ADORACIÓN ETERNA; ¿QUIÉN ES DIOS? 
6¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión; realmente es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!» Isaías 12:6 (BHS Bible)
צַהֲלִ֥י וָרֹנִּי יוֹשֶׁ֣בֶת צִיֹּ֑ון כִּֽי־גָדֹ֥ול בְּקִרְבֵּ֖ךְ קְדֹ֥ושׁ יִשְׂרָאֵֽל׃ 

Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel. Isaías 12:6 (RVR1960)
צַהֲלִי Grita de alegría. Canta: ser alegre; sonar claro (de varias expresiones animales o humanas):—brillar, clamor, dar voces, júbilo…
וָרֹנִּי  y regocíjate: gritar (usualmente de alegría):— alegrar, alegría, aplaudir, canción, cantar, clamar, gozo, gritar, grito, júbilo, regocijar, regocijo. 
Hay alguien a quien adorar. Para quien vivir. Él es quien le da sentido a la existencia. 
Sin él la vida toda, la existencia, pierde significación, sentido, color, luz, gozo, dicha. 
Porque él es la dicha misma, el amor mismo, y él, en medio de nosotros, el Santo de Israel, está con nosotros todos los días de nuestra vida, sin importar las circunstancias. 
Está en medio de nosotros, no porque lo sintamos. De hecho, sentirlo no es garantía de nada, sino en todo caso la subjetividad propia de quien dijo sentirlo. 
Lo preciso. Si estuviéramos en medio de una reunión de enfermos de fibromialgia, o de pacientes como Tere, con un diagnóstico grave, cuya enfermedad se manifiesta con mucho sufrimiento al grado de requerir inyecciones de morfina, ¿sentirían a Dios esos pacientes? 
Lo digo de otra manera. En medio de pacientes que padecen mucho sufrimiento físico, pero que celebran una reunión en el nombre de Jesús, ¿de qué depende la presencia del Mesías? ¿de que la sientan? ¿De que el Mesías les conceda sentirla? ¿Y si no les concede sentir su presencia, no estuvo? ¿O de todos modos estuvo en medio de ellos? 
Es un asunto de fe, no de sentidos. Ni el sentido del tacto, ni las emociones, ni sentido alguno, como la vista, determinan el cumplimiento de una promesa de Dios, ni siquiera la fe. 
Sus promesas son un asunto de fe. Creemos que él está en medio de quienes celebran una reunión en su nombre. 
No hay más. Si quienes se reúnen en el nombre de Cristo fueran pacientes de un tipo de autismo, incapaces de sentir empatía, de todos modos Jesús estará presente porque lo prometió. Sólo por eso. 
El cumplimiento de sus promesas jamás dependerá de nuestros sentidos, mucha, poca o apenas una brisa de fe. 
Depende de él. De su honor, su majestad, su grandeza, su honorabilidad. De su nombre y su portentosa gloria. 
Hoy y todos los días él estará contigo como lo prometió. Vivir bajo esa promesa no es una opción que dependa de ti, lo creas o no, o lo dudes. 
Él estará contigo, iglesia, sólo por un factor. Su palabra fue dada, su palabra se cumplirá.



INTRO. ISAÍAS 27–29
LA VID VERDADERA, CRISTO, EN ISAÍAS
El Señor Jesús dijo: “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador”. Si él es la vid, entonces sus discípulos son las ramas. Y todas las ramas dependen de él. Nadie establece sus propias normas. Las ramas dependen del tallo, del tronco. Todas las ramas dependen del tronco y no el tronco de las ramas. Visto así, nadie tiene iniciativas ni vida independiente de Dios manifestado en Cristo. Él, Cristo, pone todo, literalmente: tiempo, modos, estilos, reglas, normas… Todo depende de él. 
Con la imagen de vid o viñedo, se comunica la idea de que la vid es un pueblo, una nación. Y las ramas son la gente, la población. Por eso en el N.T. somos presentados como el pueblo de Dios, en Cristo, porque Cristo es todo para el cristiano. 
Al unir las imágenes de pueblo o nación, vid, templo, todo nos pone en contacto con Cristo. Pero hay más imágenes, como las del tabernáculo, con pan, candelero, incienso, lugar santo y santísimo…
Vistos en Cristo, él es el cumplimiento de toda imagen; él es el pan de vida, la luz del mundo, la luz que guía a un encuentro con Dios, él es el templo en quien reside la gloria de Dios. Él es el templo y en él se encuentra uno con el Padre.  
VEAMOS ISAÍAS 27

PROMESA DE ESPERANZA Y SALVACIÓN
Isaías 27:1 - 29:23 (DHH) 1En ese día el Señor castigará con su espada terrible, inmensa, poderosa, a Leviatán, la serpiente enroscada, a Leviatán, la serpiente tortuosa, y matará al dragón que está en el mar. 2En ese día el Señor dirá: «Canten al viñedo delicioso. 3Yo, el Señor, soy quien lo cuido y con frecuencia lo riego. Lo cuido día y noche, para que no sufra ningún daño. 4No estoy enojado con él. Si tuviera espinos y maleza, saldría a hacerles la guerra y los quemaría por completo. 5Si quiere que yo lo proteja, que haga las paces conmigo, sí, que haga las paces conmigo.» 6En el futuro el pueblo de Jacob echará raíces, Israel retoñará y florecerá, y llenará el mundo con sus frutos. 7Dios no ha castigado a Israel como castigó a sus opresores, ni ha dado muerte a Israel como dio muerte a sus asesinos. 8Dios castigó a su pueblo mandándolo al destierro, lo expulsó con su soplo terrible, como cuando sopla el viento del este. 9Pero perdonará el pecado de Jacob y bajo esta condición borrará sus faltas: que haga polvo todos sus altares paganos como si triturara la piedra de cal, y que no queden más troncos sagrados ni altares de incienso en honor de los dioses. 10La ciudad fortificada quedó en ruinas, como casa abandonada, como desierto sin gente. Es un lugar donde pasta el ganado, donde come las ramas y se echa a descansar. 11Las ramas de un árbol se quiebran cuando se secan; entonces las mujeres las recogen y hacen fuego con ellas. Es un pueblo sin inteligencia. Por eso su Creador, el que lo hizo, no le tendrá compasión ni misericordia. 12En ese día el Señor actuará desde el Éufrates hasta el río de Egipto, como quien trilla las espigas; pero ustedes, israelitas, serán recogidos uno por uno. 13En ese día se tocará la gran trompeta, y los que estaban perdidos en Asiria, lo mismo que los que estaban desterrados en Egipto, vendrán a adorar al Señor en Jerusalén, en el monte santo.
1. DIOS CUIDA SU VID.
2. DIOS QUIERE QUE SU PUEBLO HAGA LAS PACES CON ÉL.
3. DIOS CONDICIONA EL PERDÓN QUE OFRECE 
4. DIOS CASTIGA LA IGNORANCIA ASUMIDA. 

CAPÍTULO 28
1¡Ay de Samaria, orgullo y corona de Efraín, ese pueblo borracho; adorno glorioso de flores marchitas, que se alza por encima del fértil valle, ciudad de gente dominada por el vino! 2El Señor tiene reservado un hombre fuerte, poderoso como tormenta de granizo, como tempestad destructora, como lluvia torrencial, como terrible inundación. Con la mano echará por tierra, 3y con los pies aplastará, a la que es orgullo y corona de ese pueblo borracho de Efraín. 4Y ese adorno glorioso de flores marchitas que se alza por encima del fértil valle, será como los primeros higos de la temporada: que en cuanto alguien los ve y los tiene a la mano, se los come.

Dios enviará a un hombre a arrasar a las tribus del norte. Arrasará como ciclón, como inundación incontenible. Será consumido como higo en flor.

5En ese día el Señor todopoderoso será una corona gloriosa, un adorno magnífico para los que queden de su pueblo, 6e inspirará justicia a los jueces en el tribunal y valor a los soldados que defiendan la ciudad.

1. Manifestación de la gloria de Dios. 
2. Reinado de justicia y rectitud. 
3. Amor por su nación.

CORRUPCIÓN MINISTERIAL 
7También hay otros que se tambalean por el vino y dan traspiés por las bebidas fuertes: sacerdotes y profetas se tambalean por las bebidas fuertes, se atontan con el vino; dan traspiés por las bebidas fuertes, se tambalean al tener visiones y están borrachos al dictar sentencia. 8Todas las mesas están llenas de vómito asqueroso, y no hay un solo lugar limpio. 9Hablan de mí y dicen: «¡Venir a darnos lecciones a nosotros, a enseñarnos lo que Dios ha revelado! ¡Como si fuéramos niños chiquitos 10que apenas estuvieran aprendiendo a leer: ba be bi bo bu!» 11Pues bien, si no hacen caso, será en lenguaje enredado, en idioma extraño, como Dios hablará a este pueblo
1. MINISTROS CORRUPTOS, SENSUALES, INDECENTES Y PRESUNTUOSOS.
2. Reacción de Dios: reprensión, castigo. 

OFERTA DE REPOSO Y RECHAZO DE CRISTO
12Ya él les había dicho antes: «Aquí está la calma, aquí está el descanso; que descanse el fatigado.» Pero no quisieron hacerle caso. 13Por eso el Señor les hablará como si fueran niños chiquitos que estuvieran aprendiendo a leer. Y así, al caminar, caerán de espaldas, se herirán, caerán en la trampa, quedarán atrapados. 14Escuchen, pues, la palabra del Señor, hombres insolentes que gobiernan este pueblo de Jerusalén. 15Ustedes dicen: «Hemos hecho un pacto con la muerte, un contrato con el reino de los muertos, para que cuando venga la terrible calamidad, no nos alcance; hemos buscado refugio en las mentiras, protección en el engaño.» 
16Por eso, el Señor dice: «Voy a poner en Sión una piedra, una piedra escogida y muy valiosa, que será la piedra principal y servirá de fundamento. El que tenga confianza, podrá estar tranquilo. 17En esa construcción usaré por plomada la justicia y por nivel la rectitud.»  (Mateo 21:42 (RVR1960) 42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos? Hechos 4:11-12 (RVR1960) 11Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. 1 Corintios 3:11 (RVR1960) 11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 2 Timoteo 2:19 (RVR1960) 19Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.)
El refugio que ustedes habían buscado en las mentiras lo destruirá el granizo, y el agua arrasará su lugar de protección. 18Su pacto con la muerte será anulado, y su contrato con el reino de los muertos quedará sin valor. Vendrá la terrible calamidad y a ustedes los aplastará. 19Cada vez que venga, los arrastrará. Vendrá mañana tras mañana, de día y de noche. El solo oÍr la noticia los hará temblar. 20Será como acostarse en una cama estrecha y abrigarse con una manta corta. 21El Señor actuará como en el monte Perasim, intervendrá como en el valle de Gabaón, para realizar su acción, por extraña que parezca, para llevar a cabo su obra, su obra misteriosa. 22Así pues, ¡no más insolencia!, no sea que sus cadenas se les aprieten más; porque he oído que el Señor todopoderoso ha decretado la destrucción de todo el país.
23Pongan atención, escuchen lo que digo, oigan con cuidado mis palabras: 24Cuando un agricultor va a sembrar, no se pasa todo el tiempo arando o rompiendo o rastrillando su terreno. 25¿No es verdad que, después de haberlo aplanado, esparce semillas de eneldo o comino, y que luego siembra trigo en hileras, y que en los bordes siembra cebada y centeno? 26Dios le enseña cómo debe hacerlo. 27Porque el eneldo no se trilla, ni se hace rodar sobre el comino una carreta; sino que el eneldo se sacude con un palo y el comino con una vara. 28El trigo se trilla, sí, pero no sin parar; se hacen pasar las ruedas de la carreta y se separa el grano, pero sin machacarlo. 29Así también hace sus planes el Señor todopoderoso. Él tiene planes admirables, y los lleva a cabo con gran sabiduría.

1. AUTONOMÍA. “Salvación sin Dios”. “Maldito el hombre que confía en el hombre”. 
2. PACTOS SIN DIOS
3. HUMANISMO. 

CAPÍTULO 29 HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN
1¡Ay de Ariel, Ariel, la ciudad donde acampó David! Que pasen unos cuantos años con sus series de fiestas, 2y yo pondré a Ariel en apuros, y habrá llanto y gemidos. La ciudad será para mí realmente como Ariel. 3Enviaré mi ejército para que te rodee, pondré un cerco de fortalezas en tu derredor y levantaré trincheras para atacarte. 4Quedarás humillada, tendida en el suelo; tu voz parecerá la de un fantasma; tus palabras sonarán como un susurro. 5–6Pero de repente, en un instante, el Señor todopoderoso castigará a tus enemigos con truenos, terremotos, gran estruendo, tormenta, tempestad e incendios destructores. Tus innumerables enemigos quedarán hechos polvo fino, tus muchos perseguidores serán arrastrados como paja. 7Todos esos pueblos incontables que hacen la guerra a Ariel, todos los que lo combaten y atacan sus fortificaciones, los mismos que lo oprimen, serán como un sueño o una visión nocturna. 8Será como cuando un hambriento sueña y cree que está comiendo, pero luego se despierta con el estómago vacío; o como cuando un sediento sueña y cree que está bebiendo, pero luego se despierta con sed y con la garganta reseca. Así sucederá con todos esos innumerables pueblos que atacan el monte Sión.
9¡Sigan ustedes siendo estúpidos! ¡Sigan siendo ciegos, sin ver nada! ¡Sigan tambaleándose como borrachos, aunque no hayan tomado bebidas embriagantes! 10Pues el Señor ha enviado sobre ustedes un sueño profundo. Los profetas son los ojos del pueblo, pero el Señor los ha cubierto con un velo. 11Toda visión se ha convertido para ustedes en algo así como lo escrito en un pliego enrollado y sellado. Si alguien se lo da a uno que sabe leer y le dice: «Lee esto», él responderá: «No puedo, porque está sellado.» 12Y si se lo da a uno que no sabe leer y le dice: «Lee esto», él responderá: «No sé leer.» 13El Señor me dijo: «Este pueblo me sirve de palabra y me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí, y el culto que me rinde son cosas inventadas por los hombres y aprendidas de memoria (Marcos 7:6 (RVR1960) 6Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí.) . 14Por eso, con prodigios y milagros dejaré otra vez maravillado a este pueblo. La sabiduría de sus sabios y la inteligencia de sus inteligentes desaparecerán.» 15¡Ay de aquellos que se esconden del Señor para ocultar sus planes, que hacen sus maldades en la sombra y dicen: «Nadie nos ve. Nadie se da cuenta»! 16¡Qué modo de pervertir las cosas! Como si el barro fuera igual a aquel que lo trabaja. Un objeto no va a decir al que lo hizo: «Tú no me hiciste», ni una pieza de barro al que la fabrica: «No sabes lo que estás haciendo.» 17Dentro de poco tiempo el bosque se convertirá en campos de cultivo y los campos de cultivo parecerán un bosque. 18En ese día los sordos podrán oír cuando alguien les lea, y los ciegos podrán ver, libres de oscuridad y de tinieblas. 19Los humildes volverán a alegrarse en el Señor, los más pobres se gozarán en el Dios Santo de Israel. 20Se acabarán los insolentes, dejarán de existir los arrogantes y desaparecerán los que solo piensan en hacer el mal, 21esos que acusan de crímenes a otros, y ponen trampas al juez, y con engaños niegan justicia al inocente.
RESTAURACIÓN
22Por eso, el Señor, el Dios de Israel, el que rescató a Abraham, dice: «De ahora en adelante Jacob no sentirá vergüenza, ni su rostro se enrojecerá, 23porque cuando sus descendientes vean lo que he hecho en su pueblo, reconocerán mi santidad y me temerán a mí, el Dios Santo de Israel. 24Los que estaban confundidos aprenderán a ser sabios, y los murmuradores aceptarán las enseñanzas.»

ISAÍAS 29
INTRO
Cuanto estudiamos los profetas nos topamos con una visión del culto y la adoración diferente a la presentada en el ambiente de la Torá, la Ley, y la concepción de adorar en la religión judía. 
Pudiera ser que tengamos conceptos ajenos y reprobados por el enfoque de los profetas al respecto de la adoración. 
En la enseñanza de Jesús la adoración es primordial. A la mujer samaritana le dijo que el Padre busca adoradores en espíritu y en verdad. 
En espíritu, no en símbolos, no en representaciones, no en ídolos o en dioses culturales o heredados por los padres. 
En verdad = vida moral, de rectitud, de conducta aprobada por Dios. Se entiende, no tiene que ver con buenas obras para ganarse la salvación. 
Esta adoración agrada a Dios e Isaías lo irá perfilando a medida que uno avanza en el libro, de principio a fin. 
Tener o celebrar un culto no tiene que ver con adorar a Dios. Eso, a la luz de los profetas, es un rito. 
Levantar las manos, desgañitarse en cantar a gritos no es adoración, es culto. Incluso ofrendar o diezmar puede ser un culto, no adoración. O asistir a todos los compromisos de la iglesia y, aún más, servir en algún campo de la iglesia, pudiera ser visto por los profetas como culto. +
Veamos la diferencia en Isaías, y en el Señor Jesús. 
CULTO SIN AMOR = RITO
Isaías 29:13-14 (NVI) 13El Señor dice: «Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración no es más que un mandato enseñado por hombres. 14Por eso, una vez más asombraré a este pueblo con prodigios maravillosos; perecerá la sabiduría de sus sabios, y se esfumará la inteligencia de sus inteligentes.»

1. Alabanzas sin amor. 
2. Adoración a las tradiciones, igual a rechazo a Dios. 

LOS REDIMIDOS Y LA JUSTICIA
Isaías 29:18-23 (NVI) 18En aquel día podrán los sordos oír la lectura del rollo, y los ojos de los ciegos podrán ver desde la oscuridad y la penumbra. 19Los pobres volverán a alegrarse en el SEÑOR, los más necesitados se  regocijarán en el Santo de Israel. 20Se desvanecerán los despiadados, desaparecerán los insolentes,  y todos los que no duermen para hacer el mal serán exterminados; 21los que con una palabra hacen culpable a una persona, los que en el tribunal ponen trampas al defensor y con engaños perjudican al indefenso. 22Por eso, el SEÑOR, el redentor de Abraham, dice así a los descendientes de Jacob: «Jacob ya no será avergonzado, ni palidecerá su rostro. 23Cuando él vea a sus hijos, y la obra de mis manos en medio de él, todos ellos santificarán mi nombre; santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel.
Los redimidos son pasivos. No hicieron nada. Sólo esperaron en el Señor, le creyeron, tuvieron fe en él, y Dios hizo todo. 
Así es la fe, es todo y es nada. Es todo, porque es todo lo que Dios pide, que se crea en él, no en los hombres, así sean familia o líderes políticos y religiosos que piden a las personas que les depositan su fe, porque ellos salvarán a la gente de sus necesidades. 
La fe es todo, porque Dios hace todo. La fe es nada, porque el hombre no hace nada. Absolutamente nada. 
Todo lo bueno en el mundo y en el universo viene de Dios. Él es la fuente de la bondad. Al hombre le corresponde la gratitud, alabanza y adoración, así como la proclamación de anunciar su nombre a los demás. 
La mención de los sordos que oyen, los ciegos que ven y los pobres que se alegran en el Señor, los corruptos son enjuiciados y en las relaciones de la gente hay sólo equidad, justicia, rectitud y no hay más señales de maldad. 
Esto es obra de Dios, no del hombre y los creyentes en el Señor disfrutarán de esta nueva creación y relación. 
¿Quiénes disfrutarán todo esto? Los redimidos. Los redimidos son pasivos, no depende de ellos la redención, sino del redentor. 


ISAÍAS 30
LA PREDICACIÓN DESEADA: LA QUE SATISFACE LOS OÍDOS
Isaías 30:9-15 (NVI) 9Porque éste es un pueblo rebelde; son hijos engañosos, hijos que no quieren escuchar la enseñanza del SEÑOR. 10A los videntes les dicen: «¡No tengan más visiones!», y a los profetas: «¡No nos sigan  profetizando la verdad! Dígannos cosas agradables, profeticen ilusiones. 11¡Apártense del camino, retírense de esta senda, y dejen de enfrentarnos con el Santo de Israel!» 12Así dice el Santo de Israel: «Ustedes han rechazado esta palabra; han confiado en la opresión y en la perversidad, y se han apoyado en ellas. 13Por eso su iniquidad se alzará frente a ustedes como un muro alto y agrietado, a punto de derrumbarse: ¡de repente, en un instante, se desplomará! 14Su iniquidad quedará hecha pedazos, hecha añicos sin piedad, como vasija de barro: ni uno solo de sus pedazos servirá para sacar brasas del fuego ni agua de una cisterna.» 15Porque así dice el SEÑOR omnipotente, el Santo de Israel: «En el arrepentimiento y la calma está su salvación, en la serenidad y la confianza está su fuerza, ¡pero ustedes no lo quieren reconocer!
1. Queremos un mensaje complaciente. Satisfagan nuestros sueños, anhelos e ilusiones. 
2. Fuera con el mensaje de arrepentimiento. No queremos confrontaciones con Dios. Rechazamos contundentemente todo mensaje de denuncia de nuestra iniquidad y pecado. 
¿Y si mejor cambiamos de iglesia? ¿Qué tal si nos vamos a donde cantan YMCA? O donde cantan las canciones paganas de moda y nos dicen que nacimos para triunfar y persigamos nuestros sueños, que Dios nos hizo ganadores… Porque aquí a veces, la verdad, oímos palabras que nos incomodan, nos hacen sentir como malvados… y queremos sentir que somos buenas personas. 
3. 15Porque así dice el SEÑOR omnipotente, el Santo de Israel: «En el arrepentimiento y la calma está su salvación, en la serenidad y la confianza está su fuerza, ¡pero ustedes no lo quieren reconocer!
El verdadero triunfo no es físico, sino moral, de esperanza, con base en el arrepentimiento. 
¿Arrepentimiento? ¡Sí, en el arrepentimiento? ¿Y qué es arrepentirse? Es dejar de confiar en tu criterio, en tus valores y aceptar y asumir tu condición delante de Dios. 
¿Cómo es tu condición delante de Dios? Podredumbre. Estamos podridos, olemos mal, somos de fragancia de muerte por nuestro pecado, rebeldía y rechazo de la palabra de Dios. 
Reconocernos pecadores también agrada a Dios y le da gloria. Pero al mismo tiempo, reconocernos pecadores nos coloca en la posición de pedir perdón y ser perdonados en Cristo.
Arrepentirse no es un acto de una sola vez, sino de toda la vida, pero al mismo tiempo es la renuncia a vivir practicando el pecado de manera cotidiana, costumbrista, acomodado a nuestra cultura y deseos. 
Vivir mintiendo, robando, practicando la envidia, la avaricia, el chisme, o vivir con rencor y resentimiento también son planos de vida donde se vive el pecado sin renunciar a él. Dios nos llama al arrepentimiento. 
SALVACIÓN DE GRACIA
Isaías 30:18-21 (NVI) 18Por eso el SEÑOR los espera, para tenerles piedad; por eso se levanta para mostrarles compasión. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que en él esperan! 19Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más. ¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá. 20Aunque el Señor te dé pan de adversidad y agua de aflicción, tu maestro no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. 21Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Éste es el camino; síguelo.»
1. Dios mostrará piedad. 
2. Dios mostrará su justicia. 
3. La dicha es de quienes tienen su esperanza en él. 

LA FE MALDITA O LA FE MALDECIDA: HUMANISMO Y HUMANIDAD. 
(NVI) Ay de los que confían en Egipto 31.
1¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de ayuda, de los que se apoyan en la caballería, de los que confían en la multitud de sus carros de guerra y en la gran fuerza de sus jinetes, pero no toman en cuenta al Santo de Israel, ni buscan al SEÑOR!
1. Maldición y condenación. 
2. Condenación e infierno. 
3. Muerte eterna. 
EL GOBERNANTE IDEAL
Isaías 32:1-8 (NVI) 1Miren, un rey reinará con rectitud y los gobernantes gobernarán con justicia. 2Cada uno será como un refugio contra el viento, como un resguardo contra la tormenta; como arroyos de agua en tierra seca, como la sombra de un peñasco en el desierto. 3No se nublarán los ojos de los que ven; prestarán atención los oídos de los que oyen. 4La mente impulsiva comprenderá y entenderá, la lengua tartamuda hablará con fluidez y claridad. 5Ya no se llamará noble al necio ni será respetado el canalla. 6Porque el necio profiere necedades, y su mente maquina iniquidad;  practica la impiedad, y habla falsedades contra el SEÑOR; deja con hambre al hambriento, y le niega el agua al sediento. 7El canalla recurre a artimañas malignas, y trama designios infames; destruye a los pobres con mentiras, aunque el necesitado reclama justicia. 8El noble, por el contrario, concibe nobles planes, y en sus nobles acciones se afirma.
Isaías 32:14-20 (NVI) 14La fortaleza será abandonada, y desamparada la ciudad populosa; para siempre convertidas en cuevas quedarán la ciudadela y la atalaya; convertidas en deleite de asnos, en pastizal de rebaños, 15hasta que desde lo alto el Espíritu sea derramado sobre nosotros. Entonces el desierto se volverá un campo fértil, y el campo fértil se convertirá en bosque. 16La justicia morará en el desierto, y en el campo fértil habitará la rectitud. 17El producto de la justicia será la paz; tranquilidad y seguridad perpetuas serán su fruto. 18Mi pueblo habitará en un lugar de paz, en moradas seguras, en serenos lugares de reposo. 19Aunque el granizo arrase con el bosque y la ciudad sea completamente allanada, 20¡dichosos ustedes, los que siembran junto al agua, y dejan sueltos al buey y al asno!
1. Espíritu Santo y transformación.
a. Social y política.  
b. Del agro. 
c. Habrá justicia. 
d. Justicia y paz serán binomio.
e. Tranquilidad y seguridad eternas. 
f. La dicha será la realidad espiritual.



ISAÍAS 36
REDENCIÓN CÓSMICA
INTRO. 
Isaías es todo un bosquejo de redención personal, nacional (un pueblo multiétnico, la iglesia), y cósmica. Todo el universo será hecho nuevo. 
La nueva creación está precedida de momentos de angustia, quebranto, ansiedad, mortificación, sensación de muerte…
Isaías y otros profetas describen un planeta tierra desconocido, gozando de una condición inconcebible de acuerdo con la realidad de hoy. 
El planeta tierra avanza hacia un calentamiento global, altamente perjudicial. Se esperan hambrunas más graves de las que se han vivido, y una contaminación mayor. 
No se tienen expectativas de mejoramiento. Por lo menos los especialistas no dan esperanzas, ninguna de mejoría para el planeta tierra. 
Agreguemos que las relaciones financieras entre ricos y pobres serán de una creciente distancia que conlleva mayor explotación, pobreza, desempleo, inseguridad, y una creciente movilización y desplazamiento de grupos étnicos de una nación o continente hacia otro, y de la población de un país, en el interior del mismo. 
Abusos militares y de poder de una nación contra otra, o de grupos militares y financieros contra naciones enteras. 

ANHELOS CÓSMICOS. 
Romanos 8:18-23 (DHH) 18Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después. 19La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste claramente que somos hijos de Dios. 20Porque la creación perdió su verdadera finalidad, no por su propia voluntad, sino porque Dios así lo había dispuesto; pero le quedaba siempre la esperanza 21de ser liberada de la esclavitud y la destrucción, para alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22Sabemos que hasta ahora la creación entera se queja y sufre como una mujer con dolores de parto. 23Y no solo ella sufre, sino también nosotros, que ya tenemos el Espíritu como anticipo de lo que vamos a recibir. Sufrimos profundamente, esperando el momento de ser adoptados como hijos de Dios, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos.
1. Sufrimientos contra gloria. 18
2. Poesía: Creación ansiosa por verse habitad por los hijos de Dios recreados. Resurrección implícita. 19
3. Pérdida de sentido recuperada en el plan de Dios en la libertad. 20-21 
4. Espíritu Santo, anticipación y garantía de cumplimiento. 23 

MIS PALABRAS NO PASARÁN: DIOS ES ETERNO, SU PALABRA TAMBIÉN.
Isaías 36:1-20 (DHH) 1En el año catorce del reinado de Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, atacó a todas las ciudades fortificadas de Judá y las tomó. 2Desde Laquis envió a un alto oficial, con un poderoso ejército, a ver al rey Ezequías en Jerusalén, y se colocaron junto al canal del estanque superior, en el camino que va al campo del Lavador de Paños. 3Allá salieron a su encuentro Eliaquim, hijo de Hilquías, que era mayordomo de palacio; el cronista Sebná; y Joah, hijo de Asaf, el secretario del rey. 4El oficial asirio les dijo: —Comuniquen a Ezequías este mensaje del gran rey, el rey de Asiria: «¿De qué te sientes tan seguro? 5¿Piensas acaso que las palabras bonitas valen lo mismo que la táctica y la fuerza para hacer la guerra? ¿En quién confías para rebelarte contra mí? 6Veo que confías en el apoyo de Egipto. Pues bien, Egipto es una caña astillada, que si uno se apoya en ella, se le clava y le atraviesa la mano. Eso es el faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él. 7Y si me dices: Nosotros confiamos en el Señor nuestro Dios, ¿acaso no suprimió Ezequías los lugares de culto y los altares de ese dios, y ordenó que la gente de Judá y Jerusalén le diera culto solamente en un altar? 8Haz un trato con mi amo, el rey de Asiria: yo te doy dos mil caballos, si consigues jinetes para ellos. 9Tú no eres capaz de hacer huir ni al más insignificante de los oficiales asirios, ¿y esperas conseguir jinetes y caballos en Egipto? 10Además, ¿crees que yo he venido a atacar y destruir este país sin contar con el Señor? ¡Él fue quien me ordenó atacarlo y destruirlo!»
11Eliaquim, Sebná y Joah respondieron al oficial asirio: —Por favor, háblenos usted en arameo, pues nosotros lo entendemos. No nos hable usted en hebreo, pues toda la gente que hay en la muralla está escuchando.
12Pero el oficial asirio dijo: —No fue a tu amo, ni a ustedes, a quienes el rey de Asiria me mandó que dijera esto. Fue precisamente a la gente que está sobre la muralla, pues ellos, lo mismo que ustedes, tendrán que comerse su propio estiércol y beberse sus propios orines.
13Entonces el oficial, de pie, gritó bien fuerte en hebreo: —Oigan lo que les dice el gran rey, el rey de Asiria: 14«No se dejen engañar por Ezequías; él no puede salvarlos.» 15Si Ezequías quiere convencerlos de que confíen en el Señor, y les dice: «El Señor ciertamente nos salvará; él no permitirá que esta ciudad caiga en poder del rey de Asiria», 16no le hagan caso. El rey de Asiria me manda a decirles que hagan las paces con él, y que se rindan, y así cada uno podrá comer del producto de su viñedo y de su higuera y beber el agua de su propia cisterna. 17Después los llevará a un país parecido al de ustedes, un país de trigales y viñedos, para hacer pan y vino. 18Si Ezequías les dice que el Señor los va a salvar, no se dejen engañar por él. ¿Acaso alguno de los dioses de los otros pueblos pudo salvar a su país del poder del rey de Asiria? 19¿Dónde están los dioses de Hamat y de Arpad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim? ¿Acaso pudieron salvar del poder de Asiria a Samaria? 20¿Cuál de todos los dioses de esos países pudo salvar a su nación del poder del rey de Asiria? ¿Por qué piensan que el Señor puede salvar a Jerusalén?
1. BASE DE LA CONFIANZA DEL CREYENTE. 4-5
2. FALSA JACTANCIA, FALSA FE. 9-10
3. FALSA FE, FALSO FUTURO, FALSAS PROMESAS. 14-17
4. ¿DÓNDE ESTÁN LOS OTRO DIOSES? 18-19
5. ¿QUÉ ESPERAS DEL SEÑOR? 


TU FE Y TU ESPERANZA SEGURAS
Isaías 33:2-6 (DHH) 2Señor, ten compasión de nosotros, que esperamos en ti. Sé nuestro apoyo todas las mañanas, nuestra salvación en tiempos de dificultad. 3Al oír tus amenazas huyen los pueblos, cuando tú intervienes se dispersan las naciones; 4sus enemigos, como nube de langostas, se lanzan sobre ellos y les quitan sus riquezas. 5El Señor es soberano, pues vive en el cielo; él ha llenado a Sión de rectitud y justicia, 6y siempre le dará seguridad. La sabiduría y el conocimiento son un tesoro que salva; el temor del Señor es una riqueza.
1. PIDE MISERICORDIA. 2. 
2. DIOS GOBIERNA SOBRE LAS NACIONES. 3
3. DIOS ES SOBERANO Y SU JUSTICIA ES DADA A QUIEN ÉL DECIDE. 5
4. LA SEGURIDAD VIENE DE DIOS. 6
5. ADORAR ES NUESTRA RIQUEZA.

CONDUCTA DE LA NUEVA HUMANIDAD. 
Isaías 33:15-17 (DHH) 15El que procede rectamente y dice la verdad, el que no se enriquece abusando de la fuerza ni se deja comprar con regalos, el que no hace caso a sugerencias criminales y cierra los ojos para no fijarse en el mal, 16ese vivirá seguro, tendrá su refugio en una fortaleza de rocas, siempre tendrá pan y el agua no le faltará. 17De nuevo verás al rey en su esplendor; las fronteras del país llegarán hasta muy lejos.
1. ES RECTO Y VERAZ. 15
2. TIENE TODO. 15
3. LA SEGURIDAD ES PARA ÉL. 16
4. VERÁ LA GLORIA DE CRISTO. 17

VIDA EN LA NUEVA CREACIÓN
Isaías 35 (DHH) 1Que se alegre el desierto, tierra seca; que se llene de alegría, que florezca, 2que produzca flores como el lirio, que se llene de gozo y alegría. Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano, tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón. Todos verán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. 3Fortalezcan a los débiles, den valor a los cansados, 4digan a los tímidos: «¡Ánimo, no tengan miedo! ¡Aquí está su Dios para salvarlos, y a sus enemigos los castigará como merecen!» 5Entonces los ciegos verán y los sordos oirán; 6los lisiados saltarán como venados y los mudos gritarán. En el desierto, tierra seca, brotará el agua a torrentes. 7El desierto será un lago, la tierra seca se llenará de manantiales. Donde ahora viven los chacales, crecerán cañas y juncos. 8Y habrá allí una calzada que se llamará «el camino sagrado». Los que no estén purificados no podrán pasar por él; los necios no andarán por él. 9Allí no habrá leones ni se acercarán las fieras. Por ese camino volverán los libertados, 10los que el Señor ha redimido; entrarán en Sión con cantos de alegría, y siempre vivirán alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor.
ERES NUEVA CREACIÓN EN CRISTO. EN LA NUEVA CREACIÓN NO HABRÁ LLANTO, NI MÁS TRISTEZA, NI MÁS DOLOR. 




ISAÍAS 40–41
DIOS CONSOLADOR
Isaías 40:1 - 41:29 (DHH)
LA MÁS GRANDE CONSOLACIÓN


I CONSOLACIÓN DIVINA
 1El Dios de ustedes dice: «Consuelen, consuelen a mi pueblo; 2hablen con cariño a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado, que ya ha pagado por sus faltas, que ya ha recibido de mi mano el doble del castigo por todos sus pecados.»
GRACIA EXCEDIDA EN CRISTO.
Alguien que pasa por un sufrimiento específico, recibe con la experiencia de ese dolor, la capacitación para consolar a quien pasa por el mismo sufrimiento.
El sufrimiento sensibiliza, educa, moldea el carácter y engendra valores de bondad y empatía. Da identidad con quien sufre y abre el corazón para hacer dar comprensión, amor e identidad con quien vive en el dolor. 
El sufrimiento es escuela cuyos cursos son repetitivos. Van del dolor de un día al de semanas, meses y años. 
Y se repiten los cursos para hacernos mejores personas. Por eso, quien de manera continua, permanente y a menudo recibe a gente con dolor, es quien lo ha vivido por mucho tiempo, porque puede comprender. 
Pablo escribió: 
3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. 5Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 2 Corintios 1:3-5 (RVR1960)
De acuerdo con la Epístola a los Hebreos, tenemos un Sumo Sacerdote que nos comprende porque pasó por todo tipo de experiencias vividas por todo ser humano. Y por eso, nos comprende, consuela, fortalece y guía a la meta que él preparó para su pueblo. 
Ese Sumo Sacerdote es Cristo. La Gracia Excedida se da en él, para consolar el doble del castigo recibido. 
Porque donde abundó el pecado y su castigo, sobreabundó la gracia y el perdón y la salvación. 
Habla con cariño, con ternura, quien ha conocido la gracia, quien ha vivido la paz que da el ser perdonado. Al contrario, quien se resiste a vivir la gracia y el perdón, vive juzgando, condenando, como si viviera bajo la ley, con una actitud legalista para con todos. 
La ternura es palabra que distingue a quien sabe que no es su papel juzgar y condenar a nadie. Ese es papel exclusivo de Dios. 

II ENCUENTRO Y PERMANENCIA
3Una voz grita: «Preparen al Señor un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril. 4Rellenen todas las cañadas, allanen los cerros y las colinas, conviertan la región quebrada y montañosa en llanura completamente lisa. 5Entonces mostrará el Señor su gloria, y todos los hombres juntos la verán. El Señor mismo lo ha dicho.»
6Una voz dice: «Grita», y yo pregunto: «¿Qué debo gritar?» «Que todo hombre es como hierba, ¡tan firme como una flor del campo! 7La hierba se seca y la flor se marchita cuando el soplo del Señor pasa sobre ellas. Ciertamente la gente es como hierba. 8La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre.» 2 PUNTOS TOCAN ESTE PASAJE
1º. Dios mostrará su gloria. Su voz grita que todo se prepare, la tierra entera, porque su venida es global. Todo mundo lo verá. Esto nos lleva a la 2ª venida de Cristo. Todo debe ser recto, plano, transparente para la manifestación de su gloria en su venida. 
La manifestación de su gloria exige rectitud, justicia, bondad, que no son sino manifestaciones del segundo mandamiento, amar al prójimo. 
En cuanto a amar a Dios, él muestra su gloria a quienes lo aman. Ambos mandamientos están siempre presentes en los profetas, como lo iremos viendo a medida que prediquemos de ellos. 
2º. El segundo punto debe gritar a voz en cuello que su palabra es eterna y, como contraste, el hombre es vao, flor de un día, pasajero, impermanente, agua que pasa, y su rastro es como el que deja un ave en el espacio cuando vuela. Nadie lo recuerda con el paso del tiempo. 
Pero su palabra permanece para siempre. 
Dos personajes vemos aquí. Juan el Bautista y el Señor Jesucristo. El primero preparó el camino para la manifestación de la gloria de Dios en Cristo, y pasó, fue efímera su estadía en el mundo. 
Como contraste, La Palabra permanece, se extiende por todo el planeta entre sus habitantes y revela su naturaleza eterna. 
La voz, el primer personaje, se va, como cuando uno habla, la voz pasa, pero la palabra, lo que uno dice, permanece. 
Pero uno es la voz humana, Juan, y el otro La Palabra de Dios, eterna, permanente, firme, sin caducidad. Gloria de Dios manifestada y Palabra que permanece para siempre, se conjugan en Cristo. 


III EL BUEN PASTOR
9Súbete, Sión, a la cumbre de un monte, levanta con fuerza tu voz para anunciar una buena noticia. Levanta sin miedo la voz, Jerusalén, y anuncia a las ciudades de Judá: «¡Aquí está el Dios de ustedes!» 10Llega ya el Señor con poder, sometiéndolo todo con la fuerza de su brazo. Trae a su pueblo después de haberlo rescatado. 11Viene como un pastor que cuida su rebaño; levanta los corderos en sus brazos, los lleva junto al pecho y atiende con cuidado a las recién paridas.
1. ANUNCIO DEL EVANGELIO. Anunciar la buena noticia, la salvación de Dios. El miedo es echado fuera, no hay lugar para él. 
La salvación anunciada basta para dejar en el abandono todo temor. En este anuncio no hay lugar para los temores. 
Si los mencionamos, a los temores, diremos que son: 1. Juicio ante el trono de Dios. 2. Sentencia de culpabilidad. Todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. 3. Condenación al infierno. Ningún pecado quedará sin castigo, tanto aquí en la tierra, como en el infierno. 
No temas Jerusalén, la salvación ha llegado con la voz y su anuncio, por eso para ti hay consuelo, fortaleza y bienestar prometidos y cumplidos en Cristo. 
2. LLEGADA PODEROSA. La esperanza judía de un rey poderoso que llegaría a someter a todos los reinos de la tierra se cumplirá en Cristo, Rey de reyes y Señor de señores. Pero no perdamos de vista que la llegada de poder será justamente acompañada de juicio y sentencia. 
Nada lo podrá resistir, no habrá poder que se le oponga. Todo ha sido vencido, y el cumplimiento de redención con la nueva creación y la manifestación de su gloria es sólo cuestión de tiempo. 
3. BUEN PASTOR AMOROSO. Como un elemento integrante del consuelo está el fortalecimiento. Dios, en su Mesías, llega con poder, como rey conquistador, pero al mismo tiempo llega como él mismo dice que se anuncie, con cariño, con ternura. 
En Dios poder y ternura no son antagónicos. Son, como para un niño que mira a su papá, fuerte y tierno. Temible, pero confiable, amoroso y lleno de ternura como para dejarse caer, confiados, en sus brazos y saber que nos los retirará, porque ama a sus hijos. 

IV SABIDURÍA, REINO Y ADORACIÓN
12¿Quién ha medido el océano con la palma de la mano, o calculado con los dedos la extensión del cielo? ¿Quién ha puesto en una medida todo el polvo de la tierra, o ha pesado en balanza las colinas y montañas? 13¿Quién ha corregido al Señor o quién le ha dado instrucciones? 14¿Quién le dio consejos y entendimiento? ¿Quién le enseñó a juzgar con rectitud? ¿Quién lo instruyó en la ciencia? ¿Quién le dio lecciones de sabiduría? 15Para él las naciones son como una gota de agua, como un grano de polvo en la balanza; los países del mar valen lo que un grano de arena. 16En todo el Líbano no hay animales suficientes para ofrecerle un holocausto, ni leña suficiente para el fuego. 17Todas las naciones no son nada en su presencia; para él no tienen absolutamente ningún valor. 18¿Con quién van ustedes a comparar a Dios? ¿Con qué imagen van a representarlo? 19Un escultor funde una estatua, y un joyero la recubre de oro y le hace cadenas de plata. 20El que fabrica una estatua escoge madera que no se pudra, y busca un hábil artesano que la afirme, para que no se caiga.
1. SABIDURÍA. Donde ponga uno los ojos en la creación hay sabiduría. Sea orgánico o material. Los átomos son una maravilla, el poder, la energía en ellos, el intercambio que se da entre ellos y lo que resulta, todo es una maravilla. 
La vida misma, de dónde se obtiene el poder o la pila que hace funcionar el corazón o las múltiples funciones sincrónicas del cerebro, todo es una creación admirable. 
Y nadie puede contestarle el cuestionario que él expone en su confrontación al hombre. 
2. REINO. Toda creación depende absolutamente de su creador. Sin el creador no hay creación en todos los planos. La pintura es nada sin el pintor, ni la escultura sin el escultor. 
De igual manera, las naciones, los reinos, todo hombre es obra de Dios, aun cuando no lo admita, y todo le está sometido por ser el creador del universo, entre ellos la humanidad. 
3. ADORACIÓN. Un total y absoluto contraste es la adoración con sello humano. La adoración que viene de Dios es poderosa por depender de él, no del hombre. El poder es absoluto. 
La adoración diseñada por el hombre es ridícula, porque lo que adora el hombre ni siquiera tiene el poder de él como creador. 
Lo absurdo y falto de inteligencia y discernimiento es que un hombre cree un dios, lo adore y le pida cosas a un palo, yeso, piedra o metal de cualquier valor o composición química. 
Sabiduría, reino y adoración absolutos son de Dios. Son verdad, realidad, inteligencia, prudencia y santidad. 
La otra adoración es engaño, insensatez, frustración y mentira, con todas las limitaciones propias del hombre. 
Para tales personas no hay consuelo, no hay fortaleza, no hay salvación. 



V SOBERANÍA Y PODER, CONSOLACIÓN Y FORTALEZA. 
21¿Acaso no lo sabían ustedes? ¿No lo habían oído decir? ¿No se lo contaron desde el principio? ¿No lo han comprendido desde la creación del mundo? 22Dios tiene su trono sobre la bóveda que cubre la tierra, y ve a los hombres como si fueran saltamontes. Él extiende el cielo como un toldo, lo despliega como una tienda de campaña. 23Él convierte en nada a los grandes hombres y hace desaparecer a los jefes de la tierra. 24Son como plantas tiernas, recién plantadas, que apenas han echado raíces en la tierra. Si Dios sopla sobre ellos, se marchitan, y el huracán se los lleva como a paja. 25El Dios Santo pregunta: «¿Con quién me van a comparar ustedes? ¿Quién puede ser igual a mí?» 26Levanten los ojos al cielo y miren: ¿Quién creó todo eso? El que los distribuye uno por uno y a todos llama por su nombre. Tan grande es su poder y su fuerza que ninguno de ellos falta. 27Israel, pueblo de Jacob, ¿por qué te quejas? ¿Por qué dices: «El Señor no se da cuenta de mi situación; Dios no se interesa por mí»? 28¿Acaso no lo sabes? ¿No lo has oído? El Señor, el Dios eterno, el creador del mundo entero, no se fatiga ni se cansa; su inteligencia es infinita. 29Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor. 30Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse, hasta los más fuertes llegan a caer, 31pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse.
1. DIOS ESTÁ SENTADO EN SU TRONO. Eso, desde luego es una manera de hablar con imaginación. La intención del texto es describir el poder absoluto de Dios. 
Nada ni nadie se le puede resistir, así como el cuadro no puede hacerlo con quien lo pintó, ni la escultura puede evitar ser destruida por su hacedor. 
Así como el hombre tiene poder para destruir lo que haga, Dios igual, pero en dimensiones absolutas, sin punto de comparación. 
2. DIOS CONSOLADOR. Isaías describe de manera sucinta todo lo anterior del capítulo en este párrafo, que es un repaso de todo lo anterior. 
El hombre es mortal, pasajero, débil, frágil, mortal, producto perecedero y dependiente de Dios. 
Al contrario, Dios es único, incomparable, santo, inmortal o eterno, poderoso. 
El hombre, como criatura, tiene su finitud, sus límites, está confinado a las paredes del tiempo, no las puede rebasar, no puede dar confianza ni poder o aliento a nadie. En todo caso su ánimo, el que dé, será de lo más limitado. 
Al contrario, Dios consuela con un consuelo eterno. Vigoriza al desanimado. Levanta al caído, sostiene al cansado y renueva a quien ha sido abatido y vive sin esperanzas
29Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor. 30Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse, hasta los más fuertes llegan a caer, 31pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse. . 
 Vemos aquí la vida de la fe, pues los que confían en el Señor son los consolados, los fortalecidos, los que siguen adelante, no desmayan, no renuncian, no dejan la cruz que fueron llamados a cargar y seguir a Cristo, no renuncian, ni siquiera les pasa por la cabeza. 
No aceptan palabras de desconsuelo de nadie, ni de la vocesita que de repente se presenta en su cerebro. 
El cansancio va acompañado de desánimo, desaliento y desmotivación. Su término es la desesperanza. 
Pero noten, quien llega a la desesperanza hay una palabra poderosa y es de Dios. 
Quien llega a la desesperanza vive abatido, como árbol cortado, yace en el suelo, como soldado abatido. O como un boxeador que perdió el combate por knock out.  
El pueblo de Dios pasó por eso. Fue sitiado y vivió la desesperanza. Dios dio la salvación y respiraron otra vez, volvieron a la vida. 
No obstante fueron conquistados, dominados y llevados al cautiverio. Allí compusieron salmos de frustración, amargura y desaliento, pero no de desesperanza. 
Les bastó confiar en el Señor. Pero la fe no era de todo el pueblo, como no la fue cuando salieron del desierto, cuando en el Éxodo salieron de Egipto. La fe era de unos cuantos. 
Isaías habla de la gente de la fe. De esa fe que no desmaya, porque tiene el ingrediente de la esperanza. 
Pablo unió en un trío la fe, la esperanza y el amor. La fe sostiene, la esperanza reanima y levanta, pero el consuelo va desde los oídos, pasa por el entendimiento, las emociones, el corazón, y renueva las fuerzas del cuerpo, las emociones, los brazos y la descripción dada por Isaías es de gente imbatible, que nos recuerda a Pablo en Romanos: “En Cristo somos más que vencedores”. 
Tu fuerza, tu vigor, tu fortaleza, tu renovación, tu aliento, tu alegría, tu gozo, tu poder, que viene por la gracia de Dios, se llama Cristo. 






LOS DOS SIERVOS
ISAÍAS 41 DHH
DIOS DA EL PODER A QUIEN QUIERE
1«Callen ante mí, países del mar. Naciones, ármense de todo su valor. Vengan, para que hablemos de este asunto; vamos a reunirnos para discutirlo. 2¿Quién fue el que hizo aparecer en el oriente a ese rey que siempre sale victorioso? ¿Quién le entrega las naciones y hace que los reyes se le humillen, para que con su espada y su arco los triture y los disperse como a paja? 3¿Quién hace que los persiga y que avance tranquilo como si no tocara el camino con los pies? 4¿Quién ha realizado esta obra? ¿Quién, desde el principio, ha ordenado el curso de la historia? Yo, el Señor, el único Dios, el primero y el último. 5Los países del mar lo vieron y se llenaron de miedo; la tierra tembló de un extremo a otro. Ya se acercan, ya vienen.».

CON DIOS, MÁS QUE VENCEDORES, DIOS, MOTIVO DE ORGULLO.
6Cada artesano ayuda y anima a su compañero. 7El escultor anima al joyero; el que martilla anima al que golpea el yunque, y dice si la soldadura es buena, y luego asegura la estatua con clavos para que no se tambalee. 8«Escucha, Israel, pueblo de Jacob, mi siervo, a quien yo he elegido, pueblo descendiente de mi amigo Abraham: 9Yo te saqué del extremo de la tierra, te llamé desde el rincón más alejado y te dije: «Tú eres mi siervo.» Yo te elegí y no te he rechazado. 10No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa. 11Todos los que te odian quedarán avergonzados y humillados; los que luchan contra ti quedarán completamente exterminados. 12Buscarás a tus enemigos y no los encontrarás; los que te hacen la guerra serán como si no existieran. 13Porque yo, el Señor tu Dios, te he tomado de la mano; yo te he dicho: «No tengas miedo, yo te ayudo.»» 14El Señor afirma: «Israel, pueblo de Jacob, por pequeño y débil que seas, no tengas miedo; yo te ayudo. Yo, el Dios Santo de Israel, soy tu redentor. 15Haré de ti un instrumento de trillar, nuevo y con buenos dientes; trillarás los montes, los harás polvo, convertirás en paja las colinas. 16Los aventarás y el viento se los llevará; el huracán los desparramará. Entonces tú te alegrarás en el Señor, estarás orgulloso del Dios Santo de Israel.

DIOS, FUENTE DE PROVISIÓN PARA EL NECESITADO
17«La gente pobre y sin recursos busca agua y no la encuentra. Tienen la lengua reseca por la sed; pero yo, el Señor, los atenderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. 18Haré brotar ríos en los cerros desiertos y manantiales en medio de los valles; convertiré el desierto en ciénagas, haré brotar arroyos en la tierra seca. 19En el desierto plantaré cedros, acacias, arrayanes y olivos; en la tierra seca haré crecer pinos juntamente con abetos y cipreses, 20para que todo el mundo vea y sepa, y ponga atención y entienda que yo, el Señor, he hecho esto con mi poder, que yo, el Dios Santo de Israel, lo he creado.»

EL DISCERNIMIENTO DE LA HISTORIA ES DIVINO, EXPLICARLA.
21El Señor, el rey de Jacob, dice: «Vengan, ídolos, a presentar su defensa, vengan a defender su causa. 22Vengan a anunciarnos el futuro y a explicarnos el pasado, y pondremos atención; anúnciennos las cosas por venir, para ver en qué terminan; 23dígannos qué va a suceder después, demuéstrennos que en verdad son dioses. Hagan lo que puedan, bueno o malo, algo que nos llene de miedo y de terror. 24¡Pero ustedes no son nada ni pueden hacer nada! Despreciable es aquel que los escoge a ustedes.

EL FUTURO ES DOMINIO DE DIOS
25«Hice aparecer un hombre en el oriente; lo he llamado por su nombre, y llega por el norte. Pisotea a los gobernantes como si fueran barro; como el alfarero, que amasa el barro con sus pies. 26¿Quién anunció esto desde el comienzo, para que lo supiéramos? ¿Quién lo predijo desde antes, para que admitiéramos que tiene la razón? Ninguno de ustedes lo anunció, nadie les oyó decir una palabra. 27Yo fui quien lo anunció a Sión desde el principio, y quien envió a Jerusalén un mensajero para decirle que su gente pronto volvería. 28Miro, y ninguno de los otros dioses aparece; nadie que pueda dar consejo, nadie que responda a mis preguntas. 29¡Ninguno de ellos es nada! Nada pueden hacer; no son más que ídolos vacíos.

Isaías 42 (DHH)
EL MENSAJERO DE DIOS, SU UNGIDO
1«Aquí está mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien me deleito. He puesto en él mi espíritu para que traiga la justicia a todas las naciones. 2No gritará, no levantará la voz, no hará oÍr su voz en las calles, 3no acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente. Verdaderamente traerá la justicia. 4No descansará ni su ánimo se quebrará, hasta que establezca la justicia en la tierra. Los países del mar estarán atentos a sus enseñanzas.»
1. RESPALDADO, ELEGIDO POR DIOS, SU ALEGRÍA. 1
2. TIENE EL ESPÍRITU DEL SEÑOR, PARA TRAER JUSTICIA MUNDIAL. 1
3. SU ANUNCIO ES ESPIRITUAL, TIERNO, SENSIBLE. 2-3
4. IMPONDRÁ SU JUSTICIA. 4

EL MENSAJERO ES TODO PARA DIOS Y EL HOMBRE
5Dios, el Señor, que creó el cielo y lo extendió, que formó la tierra y lo que crece en ella, que da vida y aliento a los hombres que la habitan, dice a su siervo: 6«Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi alianza con el pueblo, luz de las naciones. 7Quiero que des vista a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo donde viven en la oscuridad. 8Yo soy el Señor, ese es mi nombre, y no permitiré que den mi gloria a ningún otro ni que honren a los ídolos en vez de a mí. 9Miren cómo se cumplió todo lo que antes anuncié, y ahora voy a anunciar cosas nuevas; se las hago saber a ustedes antes que aparezcan.»

1. SALVACIÓN DE DIOS. 6
2. SEÑAL DE ALIANZA PARA SU PUEBLO. 6
3. REVELACIÓN DE DIOS. 7
4. LIBERTADOR. 7
5. DIOS DE GLORIA EXCLUSIVA. 8
6. DIOS, SOBERANO DEL FUTURO. 9

GLORIA Y ALABANZA UNIVERSALES POR OBRA DEL SIERVO.
10Canten al Señor un canto nuevo; desde lo más lejano de la tierra alábenle quienes navegan por el mar y los animales que viven en él, los países del mar y sus habitantes. 11Que se alegren el desierto y sus ciudades y los campamentos de la tribu de Quedar. Que canten de gozo los habitantes de Selá; que alcen la voz desde las cumbres de los montes. 12Que den gloria al Señor y proclamen su alabanza en los países del mar. 13El Señor saldrá como un héroe y luchará con ardor como un guerrero; alzará la voz, dará el grito de batalla y derrotará a sus enemigos.
14El Señor dice: «Por mucho tiempo me quedé callado, guardé silencio y me contuve; pero ahora voy a gritar como mujer de parto, gimiendo y suspirando. 15Voy a destruir montañas y colinas, y a dejar seca toda su vegetación; voy a convertir los ríos en desiertos y a dejar secas las lagunas. 16Llevaré a los ciegos por caminos y senderos que no conocían. Convertiré la oscuridad en luz delante de ellos, y en terreno llano los lugares quebrados. Estas cosas las haré sin falta. 17Los que confían en un ídolo, los que a unas estatuas dicen: «Ustedes son nuestros dioses», se alejarán avergonzados.

ISRAEL, EL OTRO SIERVO 
18«Sordos, escuchen; ciegos, fíjense y vean. 19Nadie hay tan ciego ni tan sordo como mi siervo, mi enviado, nadie tan ciego ni tan sordo como mi mensajero, el siervo del Señor. 20Ha visto muchas cosas, pero no se fija en ellas; puede oír, pero no escucha nada. 21El Señor, por ser un Dios que salva, quiso hacer grande y gloriosa su enseñanza; 22pero a este pueblo lo roban y saquean, a todos los han hecho caer presos, los han encerrado en calabozos; se apoderan de ellos, y no hay quien los libre; los secuestran, y no hay quien los rescate.» 23¿Pero quién de ustedes hace caso de esto? ¿Quién está dispuesto a escuchar lo que va a suceder? 24¿Quién permitió que Israel, el pueblo de Jacob, fuera conquistado y secuestrado? ¿No es verdad que fue el Señor? Ellos pecaron contra él, no quisieron seguir por el camino que él les había señalado, ni obedecieron su enseñanza. 25Por eso se enojó con ellos y los castigó con una guerra violenta que los hizo arder en llamas; mas ni aun así quisieron entender.










Isaías 43 (DHH) A

DARLE GLORIA A DIOS, PROPÓSITO DE LA CREACIÓN Y REDENCIÓN
HABLA ISAÍAS
1Pero ahora, Israel, pueblo de Jacob, el Señor que te creó te dice: «No temas, que yo te he libertado; yo te llamé por tu nombre, tú eres mío. 2Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo, si tienes que cruzar ríos, no te ahogarás; si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti. 3Pues yo soy tu Señor, tu salvador, el Dios Santo de Israel. Yo te he adquirido; he dado como precio de rescate a Egipto, a Etiopía y a Sabá, 4porque te aprecio, eres de gran valor y yo te amo. Para tenerte a ti y para salvar tu vida entrego hombres y naciones. 5No tengas miedo, pues yo estoy contigo. Desde oriente y occidente haré volver a tu gente para reunirla. 6Diré al norte: «Devuélvelos», y al sur: «No te quedes con ellos. Trae a mis hijos y mis hijas desde lejos, desde el extremo del mundo, 7a todos los que llevan mi nombre, a los que yo creé y formé, a los que hice para gloria mía
1. EL SEÑOR LIBERA. 1
2. EL SEÑOR ES DUEÑO O AMO. 1
3. EL SEÑOR PROTEGE. 2
4. EL SEÑOR SALVA. 3-4
5. EL SEÑOR RESTAURA. 5-6 
6. DIOS CREÓ UN PUEBLO PARA SU GLORIA. 7

HABLA ISAÍAS
1. EL SEÑOR LIBERA. 1 1Pero ahora, Israel, pueblo de Jacob, el Señor que te creó te dice: No temas, que yo te he libertado; yo te llamé por tu nombre, tú eres mío.
Dios creó esencialmente libre al hombre. No lo creó para el pecado, sino para la libertad. Pero al pecar, el hombre renunció a su libertad y se entregó a un señorío, al del pecado y al de Satanás. 
Cuando el hombre peca cae en esclavitud. Veamos con la Escritura que lo contrario de la libertad no es la esclavitud, sino la desobediencia, porque la libertad, en el principio de la creación consistía en obedecer la voluntad de Dios. 
Cuando el hombre se abstiene de comer del árbol del bien y del mal, se mantiene en libertad. La obediencia es igual a vivir, a ser libre. Comer del árbol del bien y del mal. 
Si lo vemos bien, entonces la libertad no consiste en que uno haga lo que desee, sino en hacer una voluntad ajena, específicamente la de Dios, como le dijo a Adán: «Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, 17menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.» Gn 2.16-17 DHH.
 Hacer la voluntad de Dios es igual a vivir libre. Desobedecerlo resulta en muerte, en esclavitud de pecado y de Satanás. 
Como creación, el hombre no fue hecho para vivir bajo su propia tutela o voluntad. Fue creado para vivir bajo el Señorío de Dios. 
Si renuncia a vivir bajo el señorío de Dios cae en automático bajo el señorío del diablo, aun cuando el hombre crea que no obedecer a Dios significa vivir haciendo lo que él desee, pero eso es un engaño. Vive esclavo del pecado y del diablo.
Lo opuesto a la libertad no es la esclavitud. Es la desobediencia. El sinónimo de la libertad no es hacer lo que uno desee, sino hacer la voluntad de Dios, quien le dice a su pueblo: «Israel, pueblo de Jacob, el Señor que te creó te dice: “No temas, que yo te he libertado”. 
Pero al caer en pecado, en esclavitud, el esclavo es incapaz de adquirir por sí mismo la libertad. No está a su alcance. Sólo otro, sólo uno lo puede libertad y ése es Dios y ningún otro. 
2. EL SEÑOR ES DUEÑO O AMO. 2 «yo te llamé por tu nombre, tú eres mío.»
Dios es dueño por creación y por redención. Libertar, en el A.T. es igual a redimir. El redimido es comprado. Se da en pago un rescate, un costo o un pago. Dios es dueño por haber rescatado al esclavo. 
Dios sacó a Israel de Egipto. Pagó su redención, compra o pago por medio de sangre, la de los corderos. 
Dios muestra con el pago del rescate cuánto cuesta redimir a un esclavo: la vida. La redención cuesta la vida de un ser vivo sin culpa, inocente, puro, de un corazón limpio, sin el mínimo asomo de pecado o falta para con Dios o para con el prójimo. 
Dios redimió a Israel, y ahora es su dueño, su Señor, con un propósito, que el pueblo testifique de las obras de Dios, su redención, perdón y su bondad. 
3. EL SEÑOR PROTEGE. 2 2Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo, si tienes que cruzar ríos, no te ahogarás; si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti.
Dos imágenes se asocian con la protección de Dios: una la de pastor o guardaespaldas y la del custodio. 
Prevalece la primera imagen, la del pastor, presenta a alguien tierno, compasivo, sensible, que conoce manera personal a su protegida oveja, a quien ama y cuida con suma ternura. 
Conduce a sus ovejas, ve por ellas, está dispuesto a dar su vida por ellas y a protegerlas de ladrones, abigeos, tratantes de ganado robado o incluso de carniceros a sueldo. 
No habrá nada que pueda dañar a sus ovejas mientras él esté al cuidado de ellas, a fin de conducirlas sanas y salvas a donde hayan de llegar. Su vida, toda su vida y su historia están bajo su cuidado. Él, no ellas, es el responsable del cuidado de ellas. 
4. EL SEÑOR SALVA, AMA Y REDIME. 3-4 «3Pues yo soy tu Señor, tu salvador, el Dios Santo de Israel. Yo te he adquirido; he dado como precio de rescate a Egipto, a Etiopía y a Sabá, 4porque te aprecio, eres de gran valor y yo te amo.»
Israel vivía bajo asedio de guerra. Su realidad era bélica. Está amenazada por Asiria, el imperio más cruel del que se tenga conocimiento. 
El solo nombre de Asiria causaba pánico entre las naciones. Su crueldad es todavía reconocida por sus acciones: destruía literalmente naciones. Incendiaba toda la nación, instalaba el trono del rey de asiria en las puertas de la ciudad más importante conquistada, hacía desfilar a los reyes sometidos, los obligaban a ser cómo asesinaban a sus hijos, repartían a sus hijas y esposas y por último les sacaban los ojos.
Pero Dios es Señor de la historia. Ésta, la historia, no es el registro de las acciones humanas. Es el desarrollo de un plan de Dios planeado desde antes de la creación del universo. Dicho de otro modo, la historia ya había sido concebida por Dios, planeada y diseñada por él. Su avance, su desarrollo es un desenvolvimiento de tiempo y circunstancias como un escenario que muestra quién es él, qué ha planeado, y hacia dónde se dirige la historia, la culminación de un plan redentor, con nuevos cielos y tierra, con la gloria de Dios mostrada en Cristo Jesús como gobernante y rey de todas las etnias de todo el planeta tierra. 
En su plan destaca su amor. La declaración de redención más contundente está en Juan 3.16: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.»
Note bien. La redención es presentada como un plan consumado. Juan dice Dios amó tanto al mundo, que ha dado a su Hijo. Ha dado. Pero cuando el relato de Juan es presentado, quien dice que Dios ha dado es Jesús, el Mesías, y lo dice aún en vida. Por eso el plan redentor y la redención misma, son presentados como un hecho consumado desde antes de la creación del universo. 
Dios dio muestras de la redención en la historia, apuntando a la redención definitiva, la que llevaría a cabo por medio de Jesucristo. 
Y en Isaías 43 dice que dio naciones en rescate de su pueblo porque lo amó. Igual que en Juan, el motivo de Dios para redimir es su amor, ejercido en una voluntad soberana. 
Lo única motivación para redimir, es que él decide amarnos. No hay en nosotros nada que motive un amor santo, puro, brillante de santidad. Si algo se puede ver en su amor por nosotros, es un contraste de admiración: ¿cómo puede un Dios santo, de pleno de pureza y gloria, amar a gente indigna, inmoral, sucia, pervertida y perversa? ¿Qué ve en el hombre para ser motivado a amarlo? ¡Nada! ¿Entonces, por qué nos ama? ¡Porque quiso! ¡Porque así lo decidió! 
Dios decidió amar a Israel sólo porque así lo quiso. Y por amor a sí mismo, por su honor y gloria, porque decidió amarlo, mostró cómo lleva a cabo su redención. 
Israel está por caer en manos de Asiria, pero Dios le dice que ha sido redimido, que ha dado naciones para redimirlo, que el pago de su redención es Egipto, Etiopía y Sabá, además de Babilonia. 
Todos ellos habrán de caer en manos de Ciro, el rey de Persia, lo que hoy es Irán. 
Note bien. Dios declara que eso es un hecho consumado. La historia ya ha sido escrita desde la eternidad. Aunque hay posturas teológicas que afirman que Dios no conoce el futuro, todos los mensajes de los profetas del A.T. testamento afirman lo contrario: la historia es diseño de Dios, y él la va desarrollando de acuerdo con todo lo que él pensó y diseñó en el escenario del tiempo. 
 ¡Dios está en control de la historia porque él la pensó, planeó y expuso en el tiempo que transcurre en este universo creado por él y para él. 

5. EL SEÑOR RESTAURA. 5-6 5No tengas miedo, pues yo estoy contigo. Desde oriente y occidente haré volver a tu gente para reunirla. 6Diré al norte: «Devuélvelos», y al sur: «No te quedes con ellos. Trae a mis hijos y mis hijas desde lejos, desde el extremo del mundo,
Papá hermoso, sensible, amoroso, tierno, Dios quiere tener a sus hijos consigo. 
Su pueblo Israel vive con miedo, asustado, agónico, temeroso y angustiado. Sabe que un poderoso enemigo lo acecha, y que tiene toda la capacidad bélica para exterminarlo y destruir todos los cimientos de cada ciudad de Tierra Santa. Al mismo tiempo está consciente de no tener la capacidad de repeler los ataques de ese enemigo. 
¿Qué va a pasar? El registro de los hechos nos dice que Israel cayó a manos de Babilonia y la gran mayoría de la población fue llevada al exilio, desarraigada de su nación. 
La promesa de Dios no libró al pueblo de ese sufrimiento, el del exilio. La promesa es que su redención, su compra, su libertad es pagada por Dios por medio de un acto redentor. Y quien paga, Dios mueve a Ciro para que Israel regrese al país, a la tierra prometida por Dios. 
El pago fue hecho, Ciro derrotó y conquistó a Babilonia. Y los aliados de los imperios de su tiempo fueron incluidos en esa victoria. 
Dios prometió que su pueblo regresaría y cumplió. Les habla a sus hijos con ternura, mostrando su corazón, abriendo su interior para mostrar su carácter. 
Note bien, no hablo de romanticismo, de una persona sensiblera. No. Hablo de un Dios que se muestra tierno, sensible, amoroso, pero firme, fiero, justo y justiciero, que castiga a sus hijos cuando éstos se comportan miserables, inmorales, corruptos y perversos. 
Dios es presentado como el soberano cuya palabra gobierna todo: espacio, tiempo, naturaleza, por eso se presenta la imagen ordenándoles a los puntos cardinales regresar a sus hijos a la tierra que él les dio como hogar. ¿Y qué hicieron los puntos cardenales? ¡Acataron la orden!

PUEBLO REDIMIDO, COMPRADO, LIBERTADO
El N.T. habla de un pueblo redimido, comprado, salvado, preparado desde antes de los tiempos, para gloria de Dios: su iglesia. 
Hay una polémica cuando se trata de ver los planes de Dios presentados por el A.T. cotejados con el N.T. 
Una postura habla de la sustitución, o “teología de la sustitución”. Quienes la atacan argumentan que la iglesia no puede tomar el lugar de Israel, porque las promesas dadas a Israel son para ese pueblo, no para la iglesia. 
El término “teología de la sustitución” fue acuñado por los seguidores del dispensacionalismo. Esa teología pone en el centro de toda promesa y profecía a un pueblo. Quita del núcleo de los panes divinos a Cristo. 
En sus doctrinas y enseñanzas Cristo no es la meta de Dios, no es el personaje central que cumple toda Escritura. 
De hecho, Israel como pueblo, y dentro de él, como individuos, nadie jamás cumplió con la Escritura y todos sus mandamientos. 
Sólo un judío cumplió con todo mandamiento, con toda Escritura, y ése fue Cristo, quien dijo “no vine para abolir, sino para cumplir”, hablando de todo el A.T. 
Después de su crucifixión caminó al lado de dos discípulos que se alejaban tristes de la iglesia. Iban rumbo a Emaús. Jesús les dedicó tiempo y les dio un estudio bíblico, mostrándoles cómo todo plan de Dios presentado en el A.T. habla de él. 
Les mostró cómo él es el centro de toda profecía, cómo él es la meta de todo plan de Dios. Él es el cumplimiento de todo el plan divino. 
El mensaje de la Biblia es Cristocéntrico, no Israelcéntrico. Para continuar, el apóstol Pablo rebatió a todo predicador que luchaba por imponer en la iglesia la centralidad de la ley a fin de vivir como judíos y no como cristianos redimidos de entre el mundo no judío. 
Pablo fue más allá. Dijo que son malditos o maldecidos por Dios quienes quitan a Cristo del centro del evangelio e imponen el judaísmo como el centro del mensaje evangélico. 
Los escritos paulinos son considerados por algunos como el fundamento del cristianismo por ser los primeros escritos cristianos. 
El Señor Jesús es presentado como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, como “el pago por nuestros pecados”. 
Como redentor, nos libra de un amo malvado, nos libra de Satanás, nos libra de la condenación eterna, nos libra del infierno, nos libra de la esclavitud de la carne y del mundo. 
Ahora, por su redención, somos comprados por él, le pertenecemos y lo seguimos en amor, adorándolo y compartiendo sus enseñanzas a toda persona posible. 
No obedecemos sus mandamientos para ser salvos. Más bien, porque somos salvos obedecemos, porque se nos concedió una nueva naturaleza, un nuevo nacimiento, somos creación suya, le pertenecemos y hacer su voluntad nace del corazón, donde su Espíritu Santo nos mueve a hacerlo porque lo amamos. 
En 1 Corintios 6:20 Pablo enseña cómo debe ser el comportamiento de los seguidores de Cristo, de toda su iglesia: «fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios». Cito todo el pasaje: 
1 Corintios 6:9-20 (RVR1960) 9¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 12Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 13Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
ISAÍAS 44.24–46.13
CAPÍTULO 44
DIOS GOBIERNA LA HISTORIA
24Esto dice el Señor, tu redentor, el que te formó desde antes que nacieras: «Yo soy el Señor, creador de todas las cosas, yo extendí el cielo y afirmé la tierra sin que nadie me ayudara. 25Yo no dejo que se cumplan las predicciones de los falsos profetas; yo hago que los adivinos pierdan la razón. Yo hago que los sabios se contradigan y que sus conocimientos resulten pura tontería. 26Pero hago que se cumplan las palabras de mis siervos y que salgan bien los planes de mis enviados. Yo declaro que Jerusalén volverá a ser habitada y que las ciudades de Judá serán reconstruidas. Yo haré que se levanten de sus ruinas. 27Yo puedo ordenar que se seque el océano y que sus ríos se queden sin agua. 28Yo le digo a Ciro: «Tú eres mi pastor, tú harás todo lo que yo quiero»; y le digo a Jerusalén: «Tú serás reconstruida»; y al templo: «Se pondrán tus cimientos.»»

1. 25-26. Soberanía del tiempo e historia. Paralelismo.  Ordena que algo sea en el espacio y en el tiempo, y es.  
2. Él levanta líderes. Su palabra es suficiente. 28. 
3. Su palabra es suficiente para construir. 28
4. Su palabra es el fundamento de toda esperanza y certeza presente y futura. 26

CAPÍTULO 45
1El Señor consagró a Ciro como rey, lo tomó de la mano para que dominara las naciones y desarmara a los reyes. El Señor hace que delante de Ciro se abran las puertas de las ciudades sin que nadie pueda cerrárselas. Y ahora le dice: 2«Yo iré delante de ti, derribaré las alturas, romperé las puertas de bronce y haré pedazos las barras de hierro. 3Yo te entregaré tesoros escondidos, riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre. 4Por consideración a mi siervo Jacob, al pueblo de Israel, que he elegido, te he llamado por tu nombre y te he dado el título de honor que tienes, sin que tú me conocieras. 5Yo soy el Señor, no hay otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te he preparado para la lucha sin que tú me conocieras, 6para que sepan todos, de oriente a occidente, que fuera de mí no hay ningún otro. Yo soy el Señor, no hay otro. 7Yo creo la luz y la oscuridad, produzco el bienestar y la desgracia. Yo, el Señor, hago todas estas cosas.
8«Yo enviaré de lo alto mi victoria, como rocío del cielo y lluvia de las nubes, y la tierra la recibirá; como fruto producirá la salvación y a su lado florecerá la justicia.»
1. Salvación y justicia son divinos. 8. 
2. Ciro es emperador por plan divino. 1 Ungido no es igual a Cristo, sino a “elegido con una misión”, “creado para”. 
3. Dios prepara la victoria de Ciro. A Ciro le toca luchar por lo que ya Dios ganó para él. Es más que vencedor. 2-6
4. Dios es causante de todo. 7
5. Dios tiene el propósito de ser conocido como Señor. 

SOBERANÍA ABSOLUTA
9Una vasija de barro, igual a otra cualquiera, no se pone a discutir con quien la hizo. El barro no dice al que lo trabaja: «¿Qué estás haciendo?», ni el objeto hecho por él le dice: «Tú no sabes trabajar.» 10Tampoco puede un hijo reprochar a sus padres el haberlo traído a este mundo. 11El Señor, el Dios Santo de Israel, quien lo formó, dice: «¿Van acaso ustedes a pedirme cuentas de mis hijos, o a darme lecciones de cómo hacer mis cosas? 12Yo creé la tierra y sus habitantes, extendí el cielo con mis manos y mandé que aparecieran todos los astros. 13Yo hice aparecer a Ciro para que triunfe, y voy a hacerle fáciles todos los caminos; él reconstruirá mi ciudad y dejará en libertad a mis desterrados, sin exigir pago ni compensación.» El Señor todopoderoso ha hablado.
1. PROPÓSITO DE LA ELECCIÓN DE CIRO: 
A. Reconstruir la ciudad de Dios, 
B. Liberar a los llevados a la cautividad. 
Así como el universo carece de capacidad para oponerse a ser engendrado o creado, o como un material tampoco puede oponerse al artesano, igual, ni la historia ni la gente pueden impedir el cumplimiento de los propósitos de Dios. 

EXPRESIÓN DE SU SOBERANÍA: INVIERTE CIRCUNSTANCIAS
14El Señor dice a Israel: «Los campesinos de Egipto, los comerciantes de Etiopía, y la gente de Sabá, de alta estatura, se rendirán a ti y serán esclavos tuyos; irán encadenados detrás de ti, se arrodillarán delante de ti y te suplicarán: «Ciertamente que Dios está entre ustedes, y no hay más, no hay otro dios.»» 16Sin embargo, tú eres un Dios invisible, Dios salvador de Israel.
16Todos los que hacen ídolos quedarán avergonzados, humillados y en ridículo. 17Pero a Israel lo salvó el Señor, lo salvó para siempre, y jamás quedará avergonzado ni humillado.
18El creador del cielo, el que es Dios y Señor, el que hizo la tierra y la formó, el que la afirmó, el que la creó, no para que estuviera vacía sino para que tuviera habitantes, dice: «Yo soy el Señor, y no hay otro. 19Yo no hablo en secreto ni en lugares oscuros de la tierra. Yo no digo a los descendientes de Jacob: «Búsquenme donde no hay nada.» Yo, el Señor, hablo la verdad, digo lo que es justo.
1. INVIERTE LA REALIDAD. 
2. ABATE LA ESTUPIDEZ: IDOLATRÍA.
3. SE REVELA CON CLARIDAD. LA VERDAD Y JUSTICIA.

LLAMADOS A LA SALVACIÓN: EN CRISTO Y SU PUEBLO
20«Reúnanse y vengan, acérquense todos los sobrevivientes de los pueblos. Son unos ignorantes quienes llevan en procesión sus ídolos de madera y se ponen a orar a un dios que no puede salvarlos. 21Hablen y presenten sus pruebas, consúltense, si quieren, unos con otros: ¿Quién predijo estas cosas desde el principio? ¿Quién las anunció desde hace tiempo? ¿No fui acaso yo, el Señor? Y no hay Dios fuera de mí. Fuera de mí no hay Dios victorioso y salvador.
22«Vengan a mí, que yo los salvaré, pueblos del extremo de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro. 23Yo lo juré por mí mismo, hice una promesa de triunfo, y esa promesa se cumplirá: que ante mí todos doblarán la rodilla, y por mí jurarán todos 24y dirán: «Solamente en el Señor están la victoria y el poder.» Todos los que me odian quedarán en ridículo. 25Gracias a mí, todo el pueblo de Israel saldrá triunfante y estará orgulloso de mí.»
1. TODA RODILLA SE DOBLARÁ Y CONFESARÁ QUE CRISTO ES EL SEÑOR. SALVACIÓN EN CRISTO. TRIUNFO TOTAL DE CRISTO.
A. SOBRE LA MUERTE.
B. SOBRE EL PECADO. 
C. SOBRE EL DIABLO.
D. SOBRE EL MUNDO. 
2. UN PUEBLO TRIUNFANTE CON EL ANUNCIO DEL EVANGELIO: LAS PUERTAS DEL HADES NO RESISTIRÁN.  


CAPÍTULO 46
PARALELISMO ANTITÉTICO. DIOS CARGA, DIOS SALVA.
1El dios Bel se dobla, y el dios Nebo cae al suelo. Los ídolos son cargados sobre bestias, y son pesada carga para animales cansados. 2Los dioses se doblan y caen al suelo sin poder salvarse, y ellos mismos van al destierro. 3«Óiganme, descendientes de Jacob, todos los que quedan del pueblo de Israel: Yo he cargado con ustedes desde antes que nacieran; yo los he llevado en brazos, 4y seguiré siendo el mismo cuando sean viejos; cuando tengan canas, todavía los sostendré. Yo los hice, y seguiré cargando con ustedes; yo los sostendré y los salvaré.
5«¿Con quién pueden ustedes compararme? ¿A quién piensan que puedo parecerme? 6Hay quienes sacan mucho oro de sus bolsas, y pesan plata en la balanza; luego contratan a un artesano que les haga un dios para inclinarse ante él y adorarlo. 7Lo cargan sobre los hombros y se lo llevan; lo colocan sobre un soporte y ahí se queda, sin moverse de su sitio. Por más que gritan pidiéndole ayuda, no les responde ni puede salvarlos de sus angustias.
8«Recuerden esto, pecadores, no se hagan ilusiones, piénsenlo bien; 9recuerden lo que ha pasado desde tiempos antiguos. Yo soy Dios, y no hay otro; soy Dios, y no hay nadie igual a mí. 10Yo anuncio el fin desde el principio; anuncio el futuro desde mucho antes. Yo digo: Mis planes se realizarán; yo haré todo lo que me propongo. 11He llamado a un hombre del oriente, que vendrá de lejos como un ave de rapiña y llevará a cabo mis planes. Lo he dicho y así lo haré, he hecho mi plan y lo cumpliré. 12Escúchenme, gente obstinada, que piensan que la liberación está muy lejos: 13Yo hago que se acerque mi acción liberadora; mi salvación no se demora, no está lejos. Yo daré a Sión la salvación, yo daré a Israel mi honor.
1. DIOS SE OCUPA DE SU CREACIÓN Y DE SU PUEBLO. 
2. DIOS SALVA. SÓLO ÉL. 
3. DIOS ANUNCIA EL FIN DE LA VIDA, EL JUICIO FINAL. 
4. SU SALVACIÓN ESTÁ CERCANA, ES HOY. 

ISAÍAS 47 
BABILONIA SERÁ CASTIGADA (HUMILLADA)
1«Baja, joven Babilonia, todavía sin marido, y siéntate en el polvo; baja de tu trono, joven Caldea, y siéntate en el suelo, porque ya no volverán a llamarte tierna y delicada. 2Toma la piedra de moler y muele la harina, quítate el velo, recógete las faldas, desnúdate las piernas, pasa a pie los ríos; 3que se te vea el cuerpo desnudo, sí, que quede tu sexo al descubierto. Voy a vengarme, y nadie podrá impedirlo con sus ruegos.»
4Nuestro redentor, el Dios Santo de Israel, cuyo nombre es Señor todopoderoso, dice: 5«Siéntate en silencio, joven Caldea, métete en la oscuridad, porque ya no volverán a llamarte «reina de las naciones». 6Cuando estuve enojado con mi pueblo, entregué mi propia nación a la deshonra y los dejé caer en tu poder. Tú no tuviste compasión de ellos, y pusiste sobre los ancianos tu pesado yugo. 7Dijiste: «Seré reina siempre»; no reflexionaste sobre estas cosas ni pensaste cómo habrían de terminar. 8Por eso, escucha ahora esto, mujer amante del lujo, que estás tranquila en tu trono, que piensas en tu interior: «Yo y nadie más que yo; yo no seré viuda ni me quedaré sin hijos.» 9De repente, en un mismo día, te vendrán ambas desgracias: quedarás viuda y sin hijos, a pesar de tus muchas brujerías y de tus incontables magias. 10Tú te sentías segura en tu maldad, y pensaste: «Nadie me ve.» Tu sabiduría y tus conocimientos te engañaron. Pensaste en tu interior: «Yo y nadie más que yo.» 11Pero va a venir la desgracia sobre ti, y no podrás impedirlo con tu magia; caerá sobre ti un desastre que no podrás evitar; una calamidad que no esperabas vendrá de repente sobre ti. 12Sigue con tus hechicerías y con las muchas brujerías que has practicado desde tu juventud, a ver si te sirven de algo, a ver si logras que la gente te tenga miedo. 13Has tenido consejeros en abundancia, hasta cansarte. ¡Pues que se presenten tus astrólogos, los que adivinan mirando las estrellas, los que te anuncian el futuro mes por mes, y que traten de salvarte! 14Pero, mira, son iguales a la paja: el fuego los devora, no pueden salvarse de las llamas. Porque no es un fuego de brasas, para sentarse frente a él y calentarse. 15En eso pararon tus hechiceros, con los que tanto trato has tenido toda tu vida. Cada uno por su lado siguió su falso camino y no hay nadie que te salve.
1. DIOS TRANSFORMA LA REALIDAD DEL IMPERIO BABILÓNICO. 
De deseable y atractivo, a despreciable. 
De encumbrada a humillada, de estar en la cima, la baja al suelo, del palacio al lodo. 
De ser como una mujer con encantos, delicias, hermosura, sexi, vestida a la moda, envidiada, a ser exhibida y avergonzada al exponer su desnudez al mundo. 
Dejará de ser llamada reina de las naciones y de vivir a la luz de la fama pasará a vivir en lobreguez, como habitante de mazmorras de castigo. 
Su orgullo y presunción serán abatidas. Si tenía una alta autoestima y en su poder fundamentaba su orgullo, será humillada, derribada de lo alto de su ego, sometida. 
2. DIOS ANUNCIA EL FUTURO. 
Sólo Dios puede predecir, profetizar, pronunciar un vaticinio y anunciar el futuro con lujo de detalles porque él dirige la historia. 
Un mensaje reiterado a lo largo del libro de Isaías, de Jeremías, los profetas y de toda La Escritura, desde Génesis hasta el Apocalipsis. 
Quien diseñó la historia, Dios, puede hacerlo. Sin faltar a una sola de sus profecías, cuanto Dios diga se cumplirá. 
El contraste destaca en la religión del mundo, sus anhelos, sus deseos de controlar sus destinos. 
En el corazón de la idolatría está oculto, bajo la capa de la adoración a los ídolos, el deseo impotente de manejar la historia personal y de conducirla al fin que uno desea. 
Adorar imágenes o a los astros, al horóscopo, tiene como meta elegir el camino de la fortuna, la buena suerte, el cumplimiento de todo lo que se ha venido soñando. 
Hacer un dios y adorarlo conlleva el control de ese dios a quien se le puede hacer toda petición y, si no la cumple, entonces se tiene la opción de maldecirlo, golpearlo y destruirlo por no hacer lo que uno le pide. 
Así, el adorante le demuestra al diocesillo que su creador tiene gobierno sobre él. 
Y quien adora al diocesillo se convierte en dios del dios que él mismo creó y a quien en ritos estúpidos le pide que le conceda toda petición. 
Encubierto en la idolatría está la incapacidad humana de ser Dios, pero en el juego de las relaciones con lo divino en esa misma idolatría el hombre se hace dios, sólo para terminar en la condenación de su pecado por vivir en el engaño y la mentira en vez de buscar al Dios de la verdad y hacer su voluntad. 
Dios reta a Babilonia a convocar a sus hechiceros para que deshagan lo que Dios se ha propuesto llevar a cabo, con la advertencia de Dios, de que todos sus ritos, hechos con fuego, terminarán con los hechiceros en el fuego que ellos mismos encendieron. 
Su fin, el de los hechiceros, nos dice cómo terminará todo adorador de ídolos, toda persona que rechace y menosprecie el evangelio de Cristo. 

ISAÍAS 48
1«Escucha esto, familia de Jacob, que llevas el nombre de Israel y eres descendiente de Judá; que juras por el nombre del Señor; que invocas al Dios de Israel, aunque sin honradez ni rectitud; 2que dices ser de la ciudad santa y apoyarte en el Dios de Israel, cuyo nombre es Señor todopoderoso: 3Desde el principio te anuncié las cosas del pasado; yo mismo las di a conocer. De pronto actué, y se hicieron realidad. 4Como yo sabía que eres tan terca, que eres dura como el hierro e inflexible como el bronce, 5te lo anuncié desde hace mucho, te lo comuniqué antes de que sucediera. Así no podrías decir: «Fue mi ídolo el que lo hizo, la estatua que hice fue quien lo dispuso.» 6Tú has oído todo esto; fíjate en ello, y tendrás que admitir que es cierto. Ahora te voy a anunciar cosas nuevas, cosas secretas que no conocías, 7cosas creadas ahora, no en tiempos antiguos, de las que no habías oído hablar hasta hoy. Así no podrás decir: «Ya lo sabía.» 8Tú no habías oído hablar de ellas, ni las conocías, porque siempre has tenido los oídos sordos. Yo sabía que eres infiel, que te llaman rebelde desde que naciste.
9«Pero tuve paciencia por respeto a mí mismo, por mi honor me contuve y no te destruí. 10Yo te purifiqué, pero no como se hace con la plata, sino que te probé en el horno del sufrimiento. 11Por mi honor, por mi honor lo he hecho, pues mi nombre no puede ser profanado. No permitiré que den mi gloria a ningún otro.
DIOS E ISRAEL
DIOS
1. El que se revela. 
2. Dios creador. 7.
3. TODOPODEROSO
ISRAEL
Terco, necio, rebelde, sucio, indigno, estúpido, sordo, infiel, 
DIOS
Se glorifica en un pueblo así. 

DIOS CREADOR DE LA HISTORIA
12«Óyeme, Israel, pueblo de Jacob, a quien he llamado: Yo soy el único Dios, yo soy el primero y el último. 13Con mi mano afirmé la tierra, con mi mano extendí el cielo; en cuanto pronuncié su nombre, empezaron a existir. 14Reúnanse todos ustedes y escuchen: ¿Quién de ustedes anunció esto que va a suceder: que el hombre a quien he escogido hará lo que he pensado hacer con Babilonia y con la raza de los caldeos? 15Yo fui quien lo dijo, yo lo llamé, yo lo hice venir, y por donde vaya tendrá éxito. 16Acérquense a mí y escuchen esto: Desde el principio, yo nunca hablé en secreto; y cuando todo esto sucedía, yo estaba presente. Y ahora yo, el Señor, le he dado mi poder y lo he enviado.»
17Así dice el Señor, tu redentor, el Dios Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios; yo te enseño lo que es para tu bien, yo te guío por el camino que debes seguir. 18¡Ojalá hubieras hecho caso de mis órdenes! Tu bienestar iría creciendo como un río, tu prosperidad sería como las olas del mar, 19tus descendientes serían numerosos, incontables como la arena del mar; yo nunca los hubiera destruido, ni los hubiera apartado de mi vista.»
20Salgan de Babilonia, huyan de los caldeos. Anuncien esta noticia con gritos de alegría, y denla a conocer hasta el extremo de la tierra. Digan: «¡El Señor ha libertado a Jacob su siervo!» 21Aunque los hizo pasar por lugares desiertos, no tuvieron sed; él partió la roca e hizo brotar torrentes de agua. 22Para los malos, en cambio, no hay bienestar. El Señor lo ha dicho.
PAZ Y BIENESTAR
1. La paz viene de Dios hecho carne. 
2. Cristo es quien guía. 
3. Cristo es el bienestar y prosperidad de Dios para la humanidad. 
El hombre, cristiano o no cristiano, seguirán siendo pecadores. Sin embargo, la obra de Dios será realizada en quien ha reconocido su incapacidad para vencer el pecado, y quien vivirá la pesimista realidad de que no puede vencerlo. 
Todo cristiano real, consciente de quién es Dios en él, vive una realidad: es pecador, fue pecador y morirá siendo pecador. 
Eso no cambiará en la historia. No en este mundo. Cambiará cuando viva la realización y el cumplimiento de ser nueva criatura, ya sea delante de Dios, si muere antes de la recreación del universo, o si es alcanzado cuando Cristo vuelva por segunda vez. 
Dios promete redimir, pero la enseñanza de la historia es que la verdadera paz, el verdadero reposo nos llevan a Cristo o, dicho de otro modo, el verdadero reposo es Cristo mismo y quien va a su presencia, aquí o en la muerte, llega al reposo prometido, la salvación. 
El ungido de Dios, Ciro, no es un “cristo” en el sentido bíblico, en el contexto de los consagrados para Dios, como rey, sacerdote o profeta del pueblo de Israel. 
Es un “ungido” fuera de lo común, o es un “ungido” excepcional, la excepción, el hombre que Dios se consagra para sí mismo y llevar a cabo el plan de redimir, de sacar de la esclavitud a su pueblo y cumplir la promesa de que los haría habitar la tierra prometida. 
La enseñanza firme sí es, por cierto, que Dios gobierna la historia por medio de sus “ungidos”, toda persona líder, de influencia, para llevar la historia al cumplimiento planeado por Dios. 
Pero la paz, el bienestar, no se encuentra en el lado político, en las luchas de poder de los partidos o filosofías políticas, se encuentra en Cristo, el Ungido, quien dijo “Mi paz os dejo, mi paz os doy, no se la doy como el mundo la da”. 





ISAÍAS 49 DHH
EL SIERVO ANUNCIA LA SALVACIÓN GLOBAL

I INTRO
Isaías habla del “Siervo”, pero discrimina quién es este siervo. A veces es el pueblo de Israel, a veces no, por cómo es descrito, qué se dice de él o qué dice él como Siervo. 
Este personaje, “El Siervo”, al ser descrito como el pueblo, es llamado “Israel” o “Jacob”. 
Para precisar y discriminarlo y saber cuándo es “Jacob” o “Israel”, como nación o etnia, y cuándo es “El Siervo”, hay que leer con cuidado el relato bíblico y ver sus alcances, su misión, qué verbos usa El Siervo, cómo habla él mismo, sus acciones y el alcance de ellas…
Hay verbos, por ejemplo, que en todo el A.T. están relacionados con sólo Dios, como bará, crear. 
Y hay sustantivos usados como adjetivos, como luz, con una carga de significación salvífica, redentora, divina, como atributo y como naturaleza divina, sólo de Dios y de nadie más, pero que son naturaleza de El Siervo. 
No obstante, cada vez que leemos El Siervo, en Isaías, vemos empalmados los dos personajes, el Siervo divino, que es Dios mismo como hombre, y también vemos a la nación de Israel. 
Este capítulo es uno de ésos donde ambos siervos se encuentran citados, pero donde ambos son ubicados por los rasgos mencionados. 

II
Isaías 49:1 - 50:1 (DHH) 1Óiganme, países del mar, préstenme atención, naciones lejanas: El Señor me llamó desde antes de que yo naciera; pronunció mi nombre cuando aún estaba yo en el seno de mi madre. 2Convirtió mi lengua en espada afilada, me escondió bajo el amparo de su mano, me convirtió en una flecha aguda y me guardó en su aljaba. 3Me dijo: «Israel, tú eres mi siervo, en ti me mostraré glorioso.» 4Y yo que había pensado: «He pasado trabajos en vano, he gastado mis fuerzas sin objeto, para nada.» En realidad mi causa está en manos del Señor, mi recompensa está en poder de mi Dios. 5He recibido honor delante del Señor mi Dios, pues él ha sido mi fuerza. El Señor, que me formó desde el seno de mi madre para que fuera su siervo, para hacer que Israel, el pueblo de Jacob, se vuelva y se una a él, 6dice así: «No basta que seas mi siervo solo para restablecer las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo haré que seas la luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.»
II HABLA DIOS-SIERVO
Dios mismo habla. Este siervo usa verbos en la manera que sólo Dios habla, en tiempo y modo propios de él. « 1Óiganme, países del mar, préstenme atención, naciones lejanas…»
Óiganme, en su estilo, lo dice sólo Dios. Revisen en sus concordancias o en sus dispositivos y vean quien lo usa. 
Habla El Siervo Dios que, en este caso, es el Ungido único, el elegido e incomparable, el Mesías de Dios, que no es sino Dios mismo como hombre, hablándole al mundo entero. 
Su Palabra está dirigida a países costeros, tanto como a naciones tierra adentro, lejanas, en los confines de la tierra. 
Su Palabra ha de oírse. Habla de manera categórica. Dios habla, habla hoy, habla siempre y de muchas maneras. En acontecimientos, circunstancias y modos, donde y como quiere, pero habla. 
Le habla al mundo entero. Y aquí es una palabra expresa, entendible, clara. No le habla a las naciones por medio de un terremoto o un desastre ecológico… no, le habla en palabras, en un mensaje claro, entendible, comprendido por la mente, lúcido como el sol de mediodía de verano. 
¿Qué harán las naciones con este mensaje? Eso se verá en el desarrollo del texto, así como en la historia de las naciones mismas, y dicho por el mismo Dios de Israel en el texto mismo de Isaías. 
En su llamamiento, El Siervo cumple una misión profética. Es portavoz, como todos los profetas, del mensaje que Dios quiere que todos oigan, y es descrito, en este caso, como Jeremías y como Pablo, elegidos con un propósito divino, anunciar la salvación. Jeremías 1:4-5 (DHH) dice: 

4El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 5«Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes de que nacieras, ya te había yo apartado; te había destinado a ser profeta de las naciones.»

El Siervo se expresa como Jeremías: El Señor me llamó desde antes de que yo naciera; pronunció mi nombre cuando aún estaba yo en el seno de mi madre. 2Convirtió mi lengua en espada afilada, me escondió bajo el amparo de su mano, me convirtió en una flecha aguda y me guardó en su aljaba.
Sin embargo, notemos un perfil en el mismo Siervo, cita lo que Dios le dijo. 3Me dijo: «Israel, tú eres mi siervo, en ti me mostraré glorioso.»
Dios se dirige a él como nación, pero en este caso no es la nación judía, es el Siervo y lo sabemos por lo que el Siervo habla de sus trabajos, de su obra, de lo que ha hecho y de los frutos de su trabajo. 
¿Qué hemos de ver del Siervo? 1. Es visto como nación. Él mismo es un pueblo, él mismo es la gente. Lo diremos de otra manera. Toda la gente, en él, es una nación, es un pueblo. Todos tienen identidad en él como nación. 
En el mismo Isaías la nación es descrita metafóricamente como vid, la vid de Dios, trabajada por Dios mismo. 
Pero en donde Dios trabajó, la vid sembrada por semillas de alta calidad, la calidad de la cosecha fue de un fruto echado a perder, amargo, repugnante, indeseable. Sus frutos fueron desechados por Dios. 
La metáfora de las semillas selectas representa, como imagen, la descendencia de Abraham, en la cual Dios trabajó y le dio sus enseñanzas perfectas, santas, únicas en el mundo, para que en ellos, como nación el trato entre la población se distinguiera por la justicia, equidad, bondad, misericordia, compasión, generosidad y todos fueran tratados con respeto y dignidad, sin importar origen étnico, posición socioeconómica, grado de escolaridad, ni género, hombre o mujer. 
Sin embargo, ¿cuál fue el resultado? ¡Una cosecha abominable, odiosa, repugnante! Todo trabajo divino fue despreciado. Dios mismo fue rechazado, maldecido.
2. SE DESCRIBE EN EL PAPEL DE DIOS Y SU LABOR. 4Y yo que había pensado: «He pasado trabajos en vano, he gastado mis fuerzas sin objeto, para nada.» En realidad mi causa está en manos del Señor, mi recompensa está en poder de mi Dios.
¿Por qué no es el pueblo de Israel quien habla? ¿Cómo sabemos que este Siervo que habla no es el pueblo de Israel, sino El Siervo, y que este mismo Siervo es Dios mismo?
Lo sabemos por todo el contexto, tanto del capítulo, como de todo el libro. Desde el inicio del libro vemos cómo Dios trabajó por el pueblo, y la respuesta del pueblo, descrito como hijos rebeldes, pecadores, traidores que le dieron la espalda a Dios y lo abandonaron; además sus jefes son llamados gente de Sodoma, ciudad prostituta, y peor que una bestia, porque una bestia tiene inteligencia para saber quién es su dueño y lo alimenta, pero este pueblo carece de entendimiento. 
Más adelante de este capítulo, Dios extiende sus manos a un pueblo que lo desprecia; sin embargo, a pesar de todo, sigue trabajando en ellos, hasta que llegará el día en que esta ciudad infiel, Sión, será llamada “ciudad de justicia” por lo que Dios hará en ella, restableciendo el honor, la justicia, equidad, bondad, compasión y les manifestará su misericordia. 
¿Quién hace todo eso? ¡Dios! ¿Y quién se queja de esta nación? ¡Dios! ¿Entonces, quien habla aquí? 4Y yo que había pensado: «He pasado trabajos en vano, he gastado mis fuerzas sin objeto, para nada.» En realidad mi causa está en manos del Señor, mi recompensa está en poder de mi Dios 
Habla el Siervo, Dios mismo, quien ha trabajado en un pueblo que no da fruto. 
Más todavía, sigue hablando el Siervo. 
5He recibido honor delante del Señor mi Dios, pues él ha sido mi fuerza. El Señor, que me formó desde el seno de mi madre para que fuera su siervo, para hacer que Israel, el pueblo de Jacob, se vuelva y se una a él, 6dice así: «No basta que seas mi siervo solo para restablecer las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo haré que seas la luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.»
EL SIERVO COMO SALVACIÓN DE ISRAEL Y SALVACIÓN GLOBAL.
Si queremos verificar aún más, el Siervo recibe de Dios la misión de salvar a todas las etnias. 
Entre los términos con que se le designa están luz y salvación. Él es la luz, él es la salvación. 
No que vaya a salvar, que lo hará, no que vaya a revelar algo, lo hará. El hincapié es que en sí mismo él es luz, él es salvación. 
Y como él habrá de ir a todas las etnias, llevará la salvación hasta los confines de la tierra. 
Visto desde otro ángulo, él mismo irá o será llevado a todas las etnias, y todas las naciones recibirán la luz, recibirán la salvación, recibirán al Siervo. 
¿Puede ver a Cristo en Isaías? ¿Puede ver quién es la promesa, el centro de las profecías de Dios en el A.T. para la humanidad? ¿Puede ver quién lleva la salvación a todo el mundo? ¿Puede estar consciente de qué personaje es el centro de todos los propósitos de Dios? ¿Puede ver quién es la bendición de Dios al mundo, prometida a Abraham? 
¡Cristo! ¡Cristo! ¡Cristo! ¡Siempre Cristo! Nadie como él, ninguno en el planeta tierra ni en toda la historia como el Salvador Jesús, el Mesías de Dios, el hijo de David, el Unigénito Hijo de Dios. 

III TODO DE GRACIA
7El Señor, el redentor, el Dios Santo de Israel, dice al pueblo que ha sido totalmente despreciado, al que los otros pueblos aborrecen, al que ha sido esclavo de los tiranos: «Cuando los reyes y los príncipes te vean, se levantarán y se inclinarán delante de ti porque yo, el Señor, el Dios Santo de Israel, te elegí y cumplo mis promesas.» 8El Señor dice: «Vino el momento de mostrar mi bondad, y te respondí; llegó el día de la salvación, y te ayudé. Yo te protegí para establecer por ti mi alianza con el pueblo, para reconstruir el país, para hacer que tomen posesión de las tierras arrasadas, 9para decir a los presos: «Queden libres», y a los que están en la oscuridad: «Déjense ver.» Junto a todos los caminos encontrarán pastos, y en cualquier monte desierto tendrán alimento para su ganado. 10«No tendrán hambre ni sed, ni los molestará el sol ni el calor, porque yo los amo y los guío, y los llevaré a manantiales de agua. 11Abriré un camino a través de las montañas y haré que se allanen los senderos.» 12¡Miren! Vienen de muy lejos: unos del norte, otros de occidente, otros de la región de Asuán. 13¡Cielo, grita de alegría! ¡Tierra, llénate de gozo! ¡Montañas, lancen gritos de felicidad! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, ha tenido compasión de él en su aflicción.
III TODO DE GRACIA
1. Dios honrará a su pueblo. 7. 
2. Tiempo de salvación. 8-9
3. La realidad de la salvación. 10-13 
La nación, el pueblo de Dios está superpuesto. Dos naciones se ven aquí. 
Una, el Israel que será regresado a su tierra y a quien se le anuncia la salvación. 
Otro pueblo es el que es parte del pacto o alianza establecido por Dios, y éstos son descritos como los que reciben guía y provisión de Dios.
La salvación ha llegado en un momento establecido por Dios. Se te anuncia, para que no te pierdas, para que disfrutes de un placer divino desconocido, pero que jamás tendrá fin. 
Se describe con imágenes, porque la realidad física, que es la que conoces, te la trae Dios a tu imaginación para que te des una idea de todo o que te dará y disfrutarás por siempre. 

IV  FIDELIDAD ETERNA
14«Sión decía: «El Señor me abandonó, mi Dios se olvidó de mí.» 15Pero ¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré. 16Yo te llevo grabada en mis manos, siempre tengo presentes tus murallas. 17Los que te reconstruyen van más de prisa que los que te destruyeron; ya se han ido los que te arrasaron. 18Levanta los ojos y mira alrededor, mira cómo se reúnen todos y vuelven hacia ti.
«Yo, el Señor, juro por mi vida que todos ellos serán como joyas que te pondrás, como los adornos de una novia. 19Tu país estaba en ruinas, destruido, arrasado; pero ahora tu territorio será pequeño para tus habitantes. Los que te destruyeron están lejos. 20Los hijos que dabas por perdidos te dirán al oído: «Este país es demasiado pequeño para nosotros; haznos lugar para vivir.» 21Y tú dirás en tu interior: «¿Quién me ha dado estos hijos? Yo no tenía hijos, ni podía tenerlos; estaba desterrada y apartada, ¿quién los crió? Me habían dejado sola, ¿de dónde vinieron?»» 22El Señor dice: «Voy a dar órdenes a las naciones; voy a dar una señal a los pueblos para que traigan en brazos a tus hijos, y a tus hijas las traigan sobre los hombros. 23Los reyes serán tus padres adoptivos, y las princesas tus niñeras. Se inclinarán hasta el suelo delante de ti, y lamerán el polvo de tus pies. Y reconocerás que yo soy el Señor, y que los que en mí confían no quedan defraudados.»
IV  FIDELIDAD ETERNA
Si fuéremos infieles Dios permanece fiel, no puede negarse a sí mismo. Y su fidelidad la manifiesta de manera plena en Cristo, su cruz redentora. 

V  VICTORIA ABSOLUTA
24¿Se le puede arrebatar a un hombre fuerte lo que ha ganado en la batalla? ¿O puede un preso escapar de un tirano? 25El Señor afirma que sí: «Al hombre fuerte le arrebatarán lo conquistado, y al tirano le quitarán lo ganado. Yo me enfrentaré con los que te buscan pleito; yo mismo salvaré a tus hijos. 26Obligaré a tus opresores a comer su propia carne y a emborracharse con su sangre, como si fuera vino. Así toda la humanidad sabrá que yo, el Señor, soy tu salvador; que yo, el Poderoso de Jacob, soy tu redentor.»
V  VICTORIA ABSOLUTA

Isaías 50:4 -11 (DHH)
EL SIERVO TESTIFICA
Isaías 50 (NVI) 
LA FAMILIA DE DIOS
1Así dice el SEÑOR: «A la madre de ustedes, yo la repudié; ¿dónde está el acta de divorcio? ¿A cuál de mis acreedores los he vendido? Por causa de sus iniquidades, fueron ustedes vendidos; por las transgresiones de ustedes fue despedida su madre. 2¿Por qué no había nadie cuando vine? ¿Por qué nadie respondió cuando llamé? ¿Tan corta es mi mano que no puede rescatar? ¿Me falta acaso fuerza para liberarlos? Yo seco el mar con una simple reprensión, y convierto los ríos en desierto; por falta de agua sus peces se pudren y se mueren de sed. 3A los cielos los revisto de tinieblas y  los cubro de ceniza.» 4El SEÑOR omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.
LA FAMILIA DE DIOS
1. LA RUPTURA DEL PACTO. 1. 
2. DIOS TODO PODEROSO ERA EL ESPOSO. 2–3
3. DIOS TIENE UN ELEGIDO PARA HABLARLE A ESTA FAMILIA. 4

EL SIERVO TESTIFICA
5El SEÑOR omnipotente me ha abierto los oídos, y no he sido rebelde ni me he vuelto atrás. 6Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a los que me arrancaban la barba; ante las burlas y los escupitajos no escondí mi rostro. 7Por cuanto el SEÑOR omnipotente me ayuda, no seré humillado. Por eso endurecí mi rostro como el pedernal, y sé que no seré avergonzado. 8Cercano está el que me justifica; ¿quién entonces contenderá conmigo? ¡Comparezcamos juntos! ¿Quién es mi acusador? ¡Que se me enfrente! 9¡El SEÑOR omnipotente es quien me ayuda! ¿Quién me condenará? Todos ellos se gastarán; como a la ropa, la polilla se los comerá. 10¿Quién entre ustedes teme al SEÑOR y obedece la voz de su siervo? Aunque camine en la oscuridad, y sin un rayo de luz, que confíe en el nombre del SEÑOR y dependa de su Dios. 11Pero ustedes que encienden fuegos y preparan antorchas encendidas, caminen a la luz de su propio fuego y de las antorchas que han encendido. Esto es lo que ustedes recibirán de mi mano: en medio de tormentos quedarán tendidos.

EL SIERVO TESTIFICA
1. INSTRUIDO PARA CONSOLAR. ES ATENTO Y ESCUCHA CON DOCILIDAD. 4
2. EL SIERVO ES ENTENDIDO Y OBEDIENTE. 5
3.  ES PACÍFICO Y DISPUESTO A SUFRIR EN OBEDIENCIA. 6
4. ESPERA EN EL SEÑOR. 7
5. SERÁ DEFENDIDO POR DIOS MISMO. 8-9
6. INVITACIÓN A CREER EN EL SIERVO. 

ISAÍAS 51
Isaías 51 (NVI) 
DIOS, SU JUSTICIA Y SU PUEBLO
1«Ustedes, los que van tras la justicia y buscan al SEÑOR, ¡escúchenme! Miren la roca de la que fueron tallados, la cantera de la que fueron extraídos. 2Miren a Abraham, su padre, y a Sara, que los dio a luz. Cuando yo lo llamé, él era solo uno, pero lo bendije y lo multipliqué. 3Sin duda, el SEÑOR consolará a Sión; consolará todas sus ruinas. Convertirá en un Edén su desierto; en huerto del SEÑOR sus tierras secas. En ella encontrarán alegría y regocijo, acción de gracias y música de salmos. 4»Préstame atención, pueblo mío; óyeme, nación mía: porque de mí saldrá la enseñanza, y mi justicia será luz para las naciones. 5Ya se acerca mi justicia, mi salvación está en camino; ¡mi brazo juzgará a las naciones! Las costas lejanas confían en mí, y ponen su esperanza en mi brazo.
DIOS, SU JUSTICIA Y SU PUEBLO
1. ABRAHAM Y LA JUSTIFICACIÓN.
2. LA BENDICIÓN DE DIOS: MULTIPLICACIÓN. 2
3. LA NUEVA CREACIÓN (TRANSFORMACIÓN). 3. 
4. LA JUSTICIA GLOBAL DE DIOS MANIFESTADA: CRISTO. 4–5

SALVACIÓN ETERNA, PROVISIÓN Y PRONTA LIBERTAD
 6Levanten los ojos al cielo; miren la tierra aquí abajo: como humo se esfumarán los cielos, como ropa se gastará la tierra, y como moscas morirán sus habitantes. Pero mi salvación permanecerá para siempre, mi justicia nunca fallará. 7»Escúchenme, ustedes que conocen lo que es recto; pueblo que lleva mi ley en su corazón: No teman el reproche de los hombres, ni se desalienten por sus insultos, 8porque la polilla se los comerá como ropa y el gusano los devorará como lana. Pero mi justicia permanecerá para siempre; mi salvación, por todas las generaciones.»  
 9¡Despierta, brazo del SEÑOR! ¡Despierta y vístete de fuerza! Despierta, como en los días pasados, como en las generaciones de antaño. ¿No fuiste tú el que despedazó a Rahab, el que traspasó a ese monstruo marino? 10¿No fuiste tú el que secó el mar, esas aguas del gran abismo? ¿El que en las profundidades del mar hizo un camino para que por él pasaran los redimidos? 11Volverán los rescatados del SEÑOR, y entrarán en Sión con cánticos de júbilo; su corona será el gozo eterno. Se llenarán de regocijo y alegría, y se apartarán de ellos el dolor y los gemidos. 12«Soy yo mismo el que los consuela. ¿Quién eres tú, que temes a los hombres, a simples mortales, que no son más que hierba? 13¿Has olvidado al SEÑOR, que te hizo; al que extendió los cielos y afirmó la tierra? ¿Vivirás cada día en terror constante por causa de la furia del opresor que está dispuesto a destruir? Pero ¿dónde está esa furia? 14Pronto serán liberados los prisioneros; no morirán en el calabozo, ni les faltará el pan.
SALVACIÓN ETERNA, PROVISIÓN Y PRONTA LIBERTAD

EL DIOS REDENTOR Y LA COPA DE SU IRA RETIRADA
 15Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, yo agito el mar, y rugen sus olas; el SEÑOR Todopoderoso es mi nombre. 16He puesto mis palabras en tu boca y te he cubierto con la sombra de mi mano; he establecido los cielos y afirmado la tierra, y he dicho a Sión: “Tú eres mi pueblo”.» 17¡Despierta, Jerusalén, despierta! Levántate, tú, que de la mano del SEÑOR has bebido la copa de su furia; tú, que has bebido hasta el fondo la copa que entorpece a los hombres. 18De todos los hijos que diste a luz, no hubo ninguno que te guiara; de todos los hijos que criaste, ninguno te tomó de la mano. 19Estos dos males han venido sobre ti: Ruina y destrucción, hambre y espada. ¿Quién se apiadará de ti? ¿Quién te consolará? 20Tus hijos han desfallecido; como antílopes atrapados en la red, han caído en las esquinas de las calles. Sobre ellos recae toda la furia del SEÑOR, todo el reproche de su Dios. 21Por eso escucha esto, tú que estás afligida; que estás ebria, pero no de vino. 22Así dice tu SEÑOR y Dios, tu Dios, que aboga por su pueblo: «Te he quitado de la mano la copa que te hacía tambalear. De esa copa, que es el cáliz de mi furia, jamás volverás a beber. 23La pondré en manos de los que te atormentan, de los que te dijeron: “¡Tiéndete en el suelo, para que pasemos sobre ti!” ¡Y te echaste boca abajo, sobre el suelo, para que te pisoteara todo mundo!»

ISAÍAS 52
Isaías 52 (NVI)
LA NUEVA REALIDAD (CREACIÓN), SANTIDAD Y CONOCIMIENTO DE DIOS 
1¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, que los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti. 2¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono! ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión! 3Porque así dice el SEÑOR: «Ustedes fueron vendidos por nada, y sin dinero serán redimidos.» 4Porque así dice el SEÑOR omnipotente: «En tiempos pasados, mi pueblo descendió a Egipto y vivió allí; en estos últimos tiempos, Asiria los ha oprimido sin razón. 5»Y ahora –afirma el SEÑOR–, ¿qué estoy haciendo aquí? Sin motivo se han llevado a mi pueblo; sus gobernantes se mofan de él. No hay un solo momento en que mi nombre no lo blasfemen. 6Por eso mi pueblo conocerá mi nombre, y en aquel día sabrán que yo soy quien dice: “¡Aquí estoy!”»
LA NUEVA REALIDAD (CREACIÓN), SANTIDAD Y CONOCIMIENTO DE DIOS

EL SIERVO ANUNCIA LA SALVACIÓN, ÉL ES LA SALVACIÓN
 7¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»! 8¡Escucha! Tus centinelas alzan la voz, y juntos gritan de alegría, porque ven con sus propios ojos que el SEÑOR vuelve a Sión. 9Ruinas de Jerusalén, ¡prorrumpan juntas en canciones de alegría! Porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, ¡ha redimido a Jerusalén! 10El SEÑOR desnudará su santo  brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios. 11Ustedes, que transportan los utensilios del SEÑOR, ¡pónganse en marcha, salgan de allí! ¡Salgan de en medio de ella, purifíquense! ¡No toquen nada impuro! 12Pero no tendrán que apresurarse ni salir huyendo, porque el SEÑOR marchará a la cabeza; ¡el Dios de Israel les cubrirá la espalda! 13Miren, mi siervo triunfará; será exaltado, levantado y muy enaltecido. 14Muchos se asombraron de él, pues tenía desfigurado el semblante; ¡nada de humano tenía su aspecto! 15Del mismo modo, muchas naciones se asombrarán, y en su presencia enmudecerán los reyes, porque verán lo que no se les había anunciado, y entenderán lo que no habían oído.

ISAÍAS 52 NVI
LA NUEVA REALIDAD (CREACIÓN), SANTIDAD Y CONOCIMIENTO DE DIOS 
1¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, que los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti. 2¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono! ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión! 3Porque así dice el SEÑOR: «Ustedes fueron vendidos por nada, y sin dinero serán redimidos.» 4Porque así dice el SEÑOR omnipotente: «En tiempos pasados, mi pueblo descendió a Egipto y vivió allí; en estos últimos tiempos, Asiria los ha oprimido sin razón. 5»Y ahora –afirma el SEÑOR–, ¿qué estoy haciendo aquí? Sin motivo se han llevado a mi pueblo; sus gobernantes se mofan de él. No hay un solo momento en que mi nombre no lo blasfemen. 6Por eso mi pueblo conocerá mi nombre, y en aquel día sabrán que yo soy quien dice: “¡Aquí estoy!”»

EL SIERVO ANUNCIA LA SALVACIÓN, ÉL ES LA SALVACIÓN
 7¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»! 8¡Escucha! Tus centinelas alzan la voz, y juntos gritan de alegría, porque ven con sus propios ojos que el SEÑOR vuelve a Sión. 9Ruinas de Jerusalén, ¡prorrumpan juntas en canciones de alegría! Porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, ¡ha redimido a Jerusalén! 10El SEÑOR desnudará su santo  brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios. 11Ustedes, que transportan los utensilios del SEÑOR, ¡pónganse en marcha, salgan de allí! ¡Salgan de en medio de ella, purifíquense! ¡No toquen nada impuro! 12Pero no tendrán que apresurarse ni salir huyendo, porque el SEÑOR marchará a la cabeza; ¡el Dios de Israel les cubrirá la espalda! 13Miren, mi siervo triunfará; será exaltado, levantado y muy enaltecido. 14Muchos se asombraron de él, pues tenía desfigurado el semblante; ¡nada de humano tenía su aspecto! 15Del mismo modo, muchas naciones se asombrarán, y en su presencia enmudecerán los reyes, porque verán lo que no se les había anunciado, y entenderán lo que no habían oído.

Isaías 53 (DHH)
1¿Quién va a creer lo que hemos oído? ¿A quién ha revelado el Señor su poder? 2El Señor quiso que su siervo creciera como planta tierna que hunde sus raíces en la tierra seca. No tenía belleza ni esplendor, su aspecto no tenía nada atrayente; 3los hombres lo despreciaban y lo rechazaban. Era un hombre lleno de dolor, acostumbrado al sufrimiento. Como a alguien que no merece ser visto, lo despreciamos, no lo tuvimos en cuenta. 4Y sin embargo él estaba cargado con nuestros sufrimientos, estaba soportando nuestros propios dolores. Nosotros pensamos que Dios lo había herido, que lo había castigado y humillado. 5Pero fue traspasado a causa de nuestra rebeldía, fue atormentado a causa de nuestras maldades; el castigo que sufrió nos trajo la paz, por sus heridas alcanzamos la salud.
6Todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, pero el Señor cargó sobre él la maldad de todos nosotros. 7Fue maltratado, pero se sometió humildemente, y ni siquiera abrió la boca; lo llevaron como cordero al matadero, y él se quedó callado, sin abrir la boca, como una oveja cuando la trasquilan. 8Se lo llevaron injustamente, y no hubo quien lo defendiera; nadie se preocupó de su destino. Lo arrancaron de esta tierra, le dieron muerte por los pecados de mi pueblo. 9Lo enterraron al lado de hombres malvados, lo sepultaron con gente perversa, aunque nunca cometió ningún crimen ni hubo engaño en su boca.
10El Señor quiso oprimirlo con el sufrimiento. Y puesto que él se entregó en sacrificio por el pecado, tendrá larga vida y llegará a ver a sus descendientes; por medio de él tendrán éxito los planes del Señor. 11Después de tanta aflicción verá la luz, y quedará satisfecho al saberlo; el justo siervo del Señor liberará a muchos, pues cargará con la maldad de ellos. 12Por eso Dios le dará un lugar entre los grandes, y con los poderosos participará del triunfo, porque se entregó a la muerte y fue contado entre los malvados, cuando en realidad cargó con los pecados de muchos e intercedió por los pecadores.

EL SIERVO Y SU SACRIFICIO VICARIO
La redención, la salvación y su exigencia, de acuerdo con la ley, exigía sangre para ser solucionados. El patrón del perdón y la redención exigen un sacrificio, pagar con una vida. 
Un pecador, a la luz del contexto bíblico, no tendría paz en su vida, jamás, pues el pecado quita la paz. 
Sólo se consigue tener paz si no se tiene pecado en la vida. ¿Quién entonces tendrá paz en su vida? ¡Nadie!
El pecado, de acuerdo con el panorama más amplio, afecta todas las áreas de la vida: cuerpo, mente, alma, espíritu, relaciones… nada escapa de su presencia ni de su influencia. 
La descripción del siervo golpeado, herido, maltratado y escarnecido, además de rechazado y causar repugnancia, habla de la salvación global, colectiva y holística. 
Su sacrificio es vicario. En él son castigados los delitos, crímenes y faltas contra Dios. Ningún pecado quedó impune. En él Dios descargó su ira para castigar en el Siervo nuestras faltas. 
Y por haber pagado toda falta nuestra, recibimos paz. La mención de ser curados y recibir salud por su llaga, es un complemento al concepto holístico de salvación. 
Si el pecado afecta nuestro cuerpo, la salud recuperada por las llagas del Siervo sólo acentúa que si el pecado afectó todo el ser humano, toda su persona, la salvación, llamada “salud” en múltiples pasajes, entonces se refleja en la salud recuperada. 
Haber recibido salud por sus llagas ha de ser visto como haber recibido salvación en todos los órdenes de la persona: cuerpo, mente, espíritu, relaciones, alma…
La salvación es holística en la persona, y la salud es mencionada como elemento de salvación total en la persona. 

Isaías 54:1
INTRO
Gálatas 4:21-31 (DHH) 
21Díganme una cosa, ustedes, los que quieren someterse a la ley: ¿Acaso no han escuchado lo que la ley dice? 22Pues dice que Abraham tuvo dos hijos: uno de una esclava, y el otro de su propia esposa, que era libre. 23El hijo de la esclava nació de modo puramente humano; pero el hijo de la libre nació para que se cumpliera lo que Dios había prometido. 24Esto tiene un sentido simbólico; las dos mujeres representan dos alianzas: una es la del monte Sinaí, y está representada por Agar, que fue la madre del que habría de ser esclavo. 25Pues Agar representa el monte Sinaí, en Arabia, que corresponde a la actual Jerusalén, ya que esta ciudad está sometida a esclavitud junto con sus hijos. 26Pero la Jerusalén celestial es libre, y nosotros somos hijos suyos. 27Porque la Escritura dice: «Alégrate, mujer estéril, tú que no tienes hijos; grita de alegría, tú que no conoces los dolores de parto. Porque la mujer que fue abandonada tendrá más hijos que la mujer que tiene esposo.»
28Hermanos, ustedes son como Isaac: son los hijos que Dios había prometido. 29Pero así como en aquel tiempo el hijo que nació de modo puramente humano perseguía al hijo que nació por obra del Espíritu, así sucede también ahora. 30Pero ¿qué dice la Escritura? Pues dice: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no puede compartir la herencia con el hijo de la libre.» 31De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.
Isaías 54:1 - 55:13 (DHH) 
ESPOSA ESTÉRIL (SARA CONTRA AGAR)
1Da gritos de alegría, mujer estéril y sin hijos; estalla en cantos de gozo, tú que nunca has dado a luz, porque el Señor dice: «La mujer abandonada tendrá más hijos que la mujer que tiene esposo.» 2Agranda tu tienda de campaña, extiende sin miedo el toldo bajo el cual vives; alarga las cuerdas, clava bien las estacas, 3porque te vas a extender a derecha e izquierda; tus descendientes conquistarán muchas naciones y poblarán las ciudades ahora desiertas. 4No tengas miedo, no quedarás en ridículo; no te insultarán ni tendrás de qué avergonzarte. Olvidarás la vergüenza de tu juventud y no te acordarás más de la deshonra de tu viudez, 5porque tu creador te tomará por esposa. Su nombre es Señor todopoderoso; tu redentor es el Dios Santo de Israel, el Dios de toda la tierra.
ESPOSA ESTÉRIL (SARA CONTRA AGAR)
Aquí surge una pregunta: ¿quién es la esposa, la mujer estéril, la incapacitada para embarazarse y dar a luz hijos? ¿Qué significa, además, ser estéril en este contexto del profeta? 
Muchos pasajes nos dan la respuesta: Raquel y su hermana Lía, los salmos que nos hablan del carcaj lleno de flechas que, en sentido metafórico representan a los hijos tenidos en la juventud, y las constantes alusiones a la fuerza que representa la abundancia de hijos en un contexto del Medio Oriente bíblico. 
Conlleva, la esterilidad, ser estéril, ser objeto de vergüenza, de oprobio y humillación social, pertenecer al grupo despreciable de personas consideradas no bendecidas por Dios, si vemos Génesis 1, donde la bendición de Dios es multiplicarse. Así que si uno no es bendecido, está bajo maldición o rechazo de Dios. 
Aquí, en Isaías, la mujer estéril es citada por Pablo, quien se refiere a Sara. Contrastada con ella está Agar, la esclava que sí puede tener hijos. 
Precisemos la acción de Dios. Le dio hijos a Abraham de una mujer estéril que en su vida tuvo su regla, pero que a los noventa, en labios de Sara, ya no tenía su menstruación. 
La regla, en la mujer, dice, de alguna manera, que puede tener hijos. Así que si ya no regla, en el caso de Sara, de 90 años, se subraya su incapacidad de dar a luz hijos. 
Dios quería dar testimonio de que el hijo que a luz debía dar Sara, sería un portento divino, una dádiva, gracia de Dios, regalo y don de Dios, en circunstancias de imposibilidad para el ser humano, pero no para Dios, a fin de que nadie se diera gloria a sí mismo, y no a Dios, a quien debe dársele toda gloria. 
Otra pregunta: ¿Qué hará Dios con esta mujer y sus hijos? Él mismo da la respuesta: reivindicará a la mujer, impedirá que la humillen, extenderá sus dominios por medio de su descendencia y con ellos manifestará su gloria, pues ellos serán el testimonio vivos de las obras de Dios, su mensaje, sus propósitos y su llamamiento a las naciones. 
Por medio de lo que Dios hará, manifestará quién es él: el Dios global, el Dios del universo, el Dios de todos los habitantes de la tierra, el único digno de ser adorado. 
Vuelvo a preguntar: ¿Quién dice el apóstol Pablo que es la esposa que tiene muchos hijos, y quiénes son estos hijos? ¿Cómo son presentados los hijos la mujer estéril? ¿Quién es ésta mujer estéril, a quién representa ella y sus hijos representan a quién? 
De acuerdo con Pablo, los hijos son la descendencia única de la fe, y son hijos de Abraham. Pablo habla de una sola descendencia, no de varias. Y esa sola descendencia es Cristo y los creyentes en él, descendientes de Abraham por la fe en Cristo. 
Y los descendientes de este Cristo son todas las etnias que conforman el Israel de Dios, que no es étnico, ni racial, sino pertenecientes a la fe de Abraham y justificados por Dios por medio de la fe. 
La mujer recibe una orden: alégrate a gritos, alégrate sobremanera, pues Dios te dará una nueva realidad, inédita, como regalo, don de Dios, que transformará tu experiencia, le dará un vuelco inesperado, insólito, poderoso, originado en Dios, vivido por ti en gozo y alegría. 
Y eso, sólo se da en Jesús, el Mesías, y por la presencia del Espíritu Santo dado por Dios sobre sus hijos. 
AMOR ETERNO, NUEVO PACTO
6Eras como una esposa joven abandonada y afligida, pero tu Dios te ha vuelto a llamar y te dice: 7«Por un corto instante te abandoné, pero con bondad inmensa te volveré a unir conmigo. 8En un arranque de enojo, por un momento, me oculté de ti, pero con amor eterno te tuve compasión.» Lo dice el Señor, tu redentor.
9«Así como juré a Noé, cuando el diluvio, no volver a inundar la tierra, así juro ahora no volver a enojarme contigo ni volver a amenazarte. 10Aunque las montañas cambien de lugar y los cerros se vengan abajo, mi amor por ti no cambiará ni se vendrá abajo mi alianza de paz.» Lo dice el Señor, que se compadece de ti.
AMOR ETERNO, NUEVO PACTO
Hay por toda La Biblia señales que vinculan ambos testamentos. En este pasaje Dios promete establecer un nuevo pacto o alianza de Paz, con amor eterno, un pacto nuevo, como garantía de su amor y redención. 
Un redentor, en La Escritura, es un pariente, alguien cercano, muy cercano en línea familiar. Ese era un requisito para ser redentor. 
Dios dice de sí mismo ser tu redentor, y se lo dice a esta esposa, para quien tendrá un amor eterno. 
Con ella, su esposa, establecerá un pacto eterno, de paz, inconmovible, indestructible, sin vencimiento ni caducidad, porque sus bases no estarán fundadas en la geografía, sino en la Palabra dicha por Dios, en su juramento, en su promesa, su lealtad y sus propósitos. Incluso, como dice el salmo, «no tendremos miedo, aunque se deshaga la tierra, aunque se hundan los montes en el fondo del mar, 3aunque ruja el mar y se agiten sus olas, aunque tiemblen los montes a causa de su furia. Salmos 46:2-3 (DHH).
La esposa va siendo dibujada, descrita poco a poco, hasta que los apóstoles declaran quién es. Ni más ni menos que el pueblo de Dios, llamado “iglesia”. 
Se ve la analogía del matrimonio. Al casarse, dos personas experimentan la unión más íntima posible a partir de ser «una sola carne». 
De acuerdo con Pablo, él desposó a los gentiles, a los paganos no judíos, con Cristo, y en ese desposarse todo gentil fue unido a Cristo en una experiencia de matrimonio, de unión única, espiritual, sin igual, distinguida por tener el Espíritu Santo como garantía del nuevo pacto. 
A esta iglesia, con esta iglesia, Cristo celebró la alianza, el nuevo pacto, representado en la llamada “última cena”, donde pan y vino son su cuerpo y sangre como elementos de dicho pacto. 
Cristo corroboró el pacto en otros contextos, con las mismas de Isaías, el pacto de paz. Al respecto dijo: «Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo» Juan 14:27 (DHH). 
¿Qué vemos como distintivos de este pacto de paz? Lo mismo que Dios le dijo varias veces a Abraham: «No tengas miedo», o «no temas». 
Cristo va más allá: «No se angustien». Su paz sobrepasa, con toda la trascendencia de la divinidad de Dios, a la paz, a la tranquilidad dada por este mundo, fundada en tener poder financiero, político o social. Nada de eso es garantía divina. 
La paz de Dios es espiritual y rebasa los límites y marcos sociales, financieros o políticos o militares de este mundo. 
Su paz penetra en todo espacio corporal, mental, espiritual humano y lo inunda para manifestarse incluso en circunstancias de peligro de ser asesinado, mutilado, atormentado o perseguido a muerte o, peor aún, viendo a la propia familia siendo asesinada por ser cristiano. 
Así es su paz. ¿Y qué decir de situaciones de dolor, sufrimiento, desprecio o enfermedad mortal, aguda o crónica? ¡Aún allí se manifiesta su paz en una plenitud desconocida por todo poder humano! ¡Aún allí se manifiesta y expone la presencia de Cristo en plenitud no conocida por ningún poder humano!
Pero retomando la metáfora arriba citada, ¿qué persona es más amada que una esposa? ¿A quién quisiera uno darle la mayor bendición si no es a la amada esposa? Y Dios lo hace por medio de un pacto de paz.  
JUSTICIA DIVINA, VICTORIA ABSOLUTA
11«¡Desdichada ciudad, azotada por la tempestad, sin nadie que te consuele! Yo pondré tus piedras sobre azabache y tus cimientos sobre zafiro; 12de rubíes haré tus torres y de berilo tus puertas, y de piedras preciosas todas tus murallas. 13Yo instruiré a todos tus hijos; todos ellos tendrán gran bienestar. 14La justicia te hará fuerte, quedarás libre de opresión y miedo, y el terror no volverá a inquietarte. 15Si alguien te ataca, no será por causa mía, pero tú vencerás al que te ataque.
16«Mira, yo he creado al herrero que aviva el fuego en las brasas y hace armas para diversos usos; yo también he creado al hombre destructor para que cause ruina; 17pero nadie ha hecho el arma que pueda destruirte. Dejarás callado a todo el que te acuse. Esto es lo que yo doy a los que me sirven: la victoria.» El Señor es quien lo afirma.
JUSTICIA DIVINA, VICTORIA ABSOLUTA
Dios es un protector absoluto. Nadie ha creado el arma capaz de destruir sus obras. No hay Dios tan grande como él, ni tampoco arma que le haga una guerra capaz de derrotarlo. 
Nótese que la victoria absoluta se da en relación con la salvación, no en un contexto de guerra entre naciones enemigas. 
Sin embargo, lo absoluto de su victoria se da, tanto en los combates físicos, como en los espirituales. Y los más importantes son los trascendentes, eternos, los del campo espiritual, aunque no debemos perder de vista que todo campo está bajo la soberanía absoluta de Dios. 
En este entorno la guerra es absoluta y definitiva, como absoluta y definitiva es la salvación otorgada por Dios. 
Como tal, la salvación se concreta en vida eterna, comunión y adoración revestida de pasión, ternura y amor sin barreras, sin límites y sin fin, recibido de Dios, y regresado a él en adoración y alabanza. 
Han sido derrotados de manera categórica y absoluta el diablo, la muerte, la carne, el pecado, el mundo. Y derrotados permanecerán por la eternidad. 

ISAÍAS 55: LA ECONOMÍA DEL REINO
En Isaías 55 veremos hoy la economía del reino, cómo opera, en qué radica su éxito, y cómo hemos de vivir en su riqueza, disfrutar de su abundancia y prosperar para la grandeza del propio bienestar de acuerdo con las medidas del reino.
Para ello hemos de plantearnos algunas preguntas. 
1. ¿Cuál es tu mayor necesidad? ¿Cuál es tu necesidad más apremiante? 
2. Si te contestaste que tu mayor necesidad es financiera, entonces pregunto. ¿Qué harías si recibieras un millón de dólares? O, más de cerca, acorde con tu realidad, si alguien te hiciera un donativo de doscientos mil pesos, ¿en qué los invertirías? ¿Cómo harías para que rindieran, se multiplicaran y crecieras en riqueza y abundancia material?
3. Si tu mayor necesidad no es financiera, sino de salud, ¿qué le pedirías al rey de los cielos? 
 Veamos qué nos dice el profeta Isaías con respecto a la economía del reino, cómo opera su riqueza, cómo resuelve las necesidades de la humanidad, y cómo hemos de comportarnos de acuerdo con su economía. 
I. (DHH) INVERSIÓN EFECTIVA: ESPIRITUAL
1«Todos los que tengan sed, vengan a beber agua; los que no tengan dinero, vengan, consigan trigo de balde y coman; consigan vino y leche sin pagar nada. 2¿Por qué dar dinero a cambio de lo que no es pan? ¿Por qué dar su salario por algo que no deja satisfecho? Óiganme bien y comerán buenos alimentos, comerán cosas deliciosas. 3Vengan a mí y pongan atención, escúchenme y vivirán. Yo haré con ustedes una alianza eterna, cumpliendo así las promesas que por amor hice a David. 4Yo lo puse a él como testigo para las naciones, como jefe e instructor de los pueblos. 5Tú llamarás a pueblos desconocidos; pueblos que no te conocían irán corriendo a ti, porque yo, tu Señor, el Dios Santo de Israel, te he honrado.
(DHH) INVERSIÓN EFECTIVA: ESPIRITUAL
Acostumbrados como estamos, el llamamiento de Dios podría sonar a invitación. Algo así como: “te invito, si estás sediento, a venir y beber del agua que ofrezco. Si tienes hambre, también, te invito a comer, sin que debas pagar un centavo”.
Sin embargo, no es así. Leamos con cuidado. Dios mira a la humanidad con la realidad del espíritu. Somos una humanidad carente, menesterosa, migrante, de paso, sin bases permanentes, necesitada en todos los sentidos y en todas las áreas de nuestra existencia. 
Dios nos mira con la realidad de quién es él y quiénes somos nosotros. Él es la fuente de todo, nosotros los necesitados de todo. En ese enfoque él es todo y nosotros los necesitados de él. 
En nuestras carencias, nuestra condición menesterosa aflora cada día, desde el inicio de cada nuevo día, y se manifiesta incluso antes de terminar cada día. 
Tal condición de menesterosos nos dice que no podemos tener vida, ni mantenerla sólo por determinación de nuestra voluntad.
Lo digo de otro modo, la vida rebasa nuestra determinación, nuestra voluntad. No nos está sujeta. Más bien al revés, la vida nos posee y cuando nos deja, aflora en toda la extensión nuestra naturaleza menesterosa. 
De manera obvia, necesidades nos rebasan y posicionan ante la inevitable realidad del hambre y la sed. Si no se llenan tales necesidades, el resultado es la muerte. Hambre y sed son un binomio de realidad inherente a la humanidad. 
Por eso, ante dicha realidad, no se nos hace una invitación. Más bien se nos confronta con nuestra realidad de menesterosos, y se nos conmina, se nos ordena, se nos convoca de manera categórica a acudir a llenar y satisfacer nuestras necesidades. 
Dios no invita. Llama con su categórica palabra. El verbo “Venid” (לְכ֣וּ  יָלַךְ), es un verbo en modo imperativo. Es una orden. Quien obedezca será saciado, quien haga caso omiso morirá de inanición.
La oferta de la vida, por cierto, es de gracia. La doble vida. La vida física es dada de gracia, y la vida espiritual también. 
Dios manifiesta su gracia con metáforas conocidas por los menesterosos: «los que no tengan dinero, vengan, consigan trigo de balde y coman; consigan vino y leche sin pagar nada. 2¿Por qué dar dinero a cambio de lo que no es pan? ¿Por qué dar su salario por algo que no deja satisfecho? Óiganme bien y comerán buenos alimentos, comerán cosas deliciosas. 3Vengan a mí y pongan atención, escúchenme y vivirán».
Voy a parafrasear el texto. El Señor dice: «Ven a conservar la vida, Es un regalo. No des tus ganancias por lo material y perecedero, no des tus finanzas, tus tesoros por lo que no te dará ninguna satisfacción. Escúchame bien y tendrás la satisfacción suprema. Ven a mí, escúchame y vivirás.» 
La satisfacción plena tiene un inicio: el oído. La fe depende del oído, no de la vista. La fe y lo no visible son siameses. No se tiene fe en lo que se ve. Se tiene fe en lo que no se ve. Y en la fe, en el oído, en creer lo que se oye se establece el fundamento de la vida en plenitud, que es la vida que procede de Dios. 
En el contexto de Isaías la satisfacción de la vida no se gana. No hay esfuerzo humano que trascienda la existencia. No hay logro humano que garantice plenitud. 
La inversión del esfuerzo humano tiene límites en la historia y no los traspasarán. Todo esfuerzo humano terminará en la muerte. 
Sin embargo, desde la otra frontera, la del lado de la eternidad, se nos ofrece plenitud. 
Al principio hice algunas preguntas. 
1. ¿Cuál es tu mayor necesidad? ¿Cuál es tu necesidad más apremiante? 
2. Si te contestaste que tu mayor necesidad es financiera, entonces pregunto. ¿Qué harías si recibieras un millón de dólares? O, más de cerca, acorde con tu realidad, si alguien te hiciera un donativo de doscientos mil pesos, ¿en qué los invertirías? ¿Cómo harías para que rindieran, se multiplicaran y crecieras en riqueza y abundancia material?
3. Si tu mayor necesidad no es financiera, sino de salud, ¿qué le pedirías al rey de los cielos?
Todas estas preguntas te ubican en la parte material e histórica. Si te ubicas en lo material, estás destinado a la insatisfacción, al fracaso eterno que, en La Biblia se llama muerte eterna. 
No obstante, del otro lado Dios ofrece lo que sí da satisfacción, plenitud, gozo, dicha, alegría eterna, y se llama así, vida eterna. 
Se da, si lo notas, desde su gracia eterna Dios te ofrece la satisfacción verdadera y eterna. Dios nos enseña que ninguna inversión relacionada con el mundo material nos dará la dicha anhelada, la paz deseada, la alegría y felicidad añorada por miles de años. 
Para toda la humanidad Dios tiene el regalo de la gracia. Quien la acepte de gracia, como regalo de Dios, tendrá la satisfacción sin fin, la felicidad cuyo fin no se verá jamás. 
La pregunta pertinente para nosotros sería: ¿aceptarás esta oferta? ¿Quieres ese regalo que sólo Dios te puede dar y que no se logra conseguir por medio de ningún esfuerzo humano? ¿Aceptarás el regalo de Dios, que es la base de tu felicidad o seguirás viviendo en la necedad de luchar por conseguir lo que jamás podrás lograr y que sólo depende de Dios?
Yo te conmino a ser sabio y tomar en cuenta el regalo de Dios. Sé feliz, acepta la dicha ofertada por Dios, mediante la gracia que te concede en Cristo Jesús. 
II. (DHH) INVERSIÓN EFECTIVA: ESPIRITUAL
3Vengan a mí y pongan atención, escúchenme y vivirán. Yo haré con ustedes una alianza eterna, cumpliendo así las promesas que por amor hice a David. 4Yo lo puse a él como testigo para las naciones, como jefe e instructor de los pueblos. 5Tú llamarás a pueblos desconocidos; pueblos que no te conocían irán corriendo a ti, porque yo, tu Señor, el Dios Santo de Israel, te he honrado.
SATISFACCIÓN Y PACTO.
La satisfacción ofrecida tiene una base definida y establecida por Dios mismo. 
Dicha satisfacción se da por medio de un pacto. Características del pacto son: 
1. Eternidad. 
2. El cumplimiento de una promesa motivada por el amor. 
3. La satisfacción se dará por medio de una persona prometida por Dios mismo. 
4. Gente ajena a la etnia israelita formará parte del pacto. 
1. Eternidad. Pacto eterno ofrece Dios. Jamás dependerá del hombre modificar o agregar algo al pacto. Todo depende de quien lo puede sostener y ese es sólo Dios. 
Todas tus aspiraciones serán rebasadas por este pacto. Dios decepciona nuestras pobres expectativas reducidas a nuestra historicidad. Su pacto, por más pobre que sea, su pequeñez será infinitamente superior a la riqueza de nuestros anhelos y expectativas de satisfacción. 
2. El cumplimiento de una promesa motivada por el amor. David recibió la promesa de que uno de sus descendientes sería rey eterno. Algunos confunden a ese rey con Salomón, quien es astuto, rapaz y abusivo, además de promiscuo, explotador y fraudulento. 
Cometió fraude contra reyes, explotó a sus gobernados, y tuvo cientos de mujeres, a quienes complació con la idolatría, dándole la espalda a Dios. 
Queda descartado como el rey prometido por Dios a David. ¿Entonces cómo cumple Dios la promesa hecha a David? ¡En Cristo!
3. La satisfacción se dará por medio de una persona prometida por Dios mismo. Dios dijo: 4Yo lo puse a él como testigo para las naciones, como jefe e instructor de los pueblos. 5Tú llamarás a pueblos desconocidos; pueblos que no te conocían irán corriendo a ti, porque yo, tu Señor, el Dios Santo de Israel, te he honrado.
Dios puso un testigo, jefe e instructor de naciones, de etnias. Ese testigo, que es La Palabra de Dios, dará un fruto que dará gloria a Dios. 
A ese testigo correrá la gente, pueblos, naciones, etnias desconocidas acudirán a él, porque a ese testigo Dios honra y, por parte del testigo, él lleva a las naciones a que le den honra a Dios. No puede ser otro sino Cristo. 

EVANGELIO PARA TODA ETNIA
6«Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo, llámenlo mientras está cerca. 7Que el malvado deje su camino, que el perverso deje sus ideas; vuélvanse al Señor, y él tendrá compasión de ustedes; vuélvanse a nuestro Dios, que es generoso para perdonar. 8-9Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes.» El Señor lo afirma.
EVANGELIO PARA TODA ETNIA
Dios hizo un llamamiento. No todos responden a su llamado. ¿Pero qué dice en su llamado? 
1. Aún Hay tiempo. Busquen a Dios. Tienes vida, tienes oportunidad. No buscarlo te condenará por la eternidad. Hay un castigo por tu pecado, que es un sufrimiento sin fin. Se llama infierno. No nos gusta hablar de él. A mí no. No quisiera anunciarle a la gente: “hay un lago de fuego eterno donde arderá eternamente si no te arrepientes, si no buscas a Dios. Tu maldad, tus mentiras, envidias, odios, rencores, chismes, vanidad, egoísmo, mezquindad, robos, adulterios, homosexualidad y perversión te llevan directo al infierno. 
No me gusta anunciar un infierno. Me gusta hacer hincapié en la oportunidad de ser salvo. Dios te dice ¡“búscame”! Te ofrezco tiempo, alargo tu historia en el planeta tierra para que me busques. 
Haz buscado algo diferente: seguridad financiera, salud, riqueza, bienestar, fama, placer, certeza para tu futuro. Sin embargo haz buscado de manera equivocada. Dios te dice:  “Yo soy tu bienestar, tu certeza, tu seguridad. ¡Búscame! Aún hay tiempo…”
2. Deja tu pecado, ponle fin a tu maldad. El perverso cambie de manera de pensar. 
Cambiar de manera de pensar, cambiar de estilo de vida, cambiar de valores, abandonar tus prioridades es parte de arrepentirse. 
Arrepentirse no es sentirse culpable. No tiene que ver con sentimientos, como sentir remordimientos, vergüenza, penas o pesares. 
Arrepentirse es abandonar la meta que te fijaste, cambiar de rumbo, de dirección y de volverse a Dios. 
Si robabas, cometías fraude, adulterabas, mentías o practicabas perversiones, como la homosexualidad o la hechicería o has vivido chismorreando, juzgando y condenando a la gente, arrepentirse es dejar de hacerlo, volverte a Dios y ser seguidor de Cristo. 
Cambiar de mente, cambiar de rumbo, cambiar lealtades, eso es volverse a Dios, eso es arrepentirse. Ahora tu rumbo te lleva a Dios, tus lealtades son para hacer su voluntad, no la tuya cambiar de mente es adquirir sus pensamientos, sus valores y lo bueno de él para ti. 
3. Dios tendrá compasión y será grande en perdonar todo pecado y toda maldad. 
Dios dice de sí mismo que es amplio en perdonar y extiende su compasión hasta mil generaciones. «Lento para la ira y grande en misericordia” se presenta para afirmar que no detiene su perdón ni su compasión. 
Si crees o piensas que hay pecados imperdonables, deja ese pensamiento en la basura, deshazte de él. Para Dios no hay límites cuando de perdonar se trata. Por su compasión y misericordia, no por nuestra dignidad o logro alguno o por nivel socioeconómico o cultural. Nada motiva, desde el ser humano, ser perdonados. Al contrario, ser juzgados, encontrados culpables y condenados, será siempre la verdad. 
Pero desde Dios, de él viene el deseo de perdonar y bendecir. 
Podrías incluso pecar pensando que Dios no podría perdonar a cierta persona porque te hirió cruelmente o que para alguien específico sería imposible ser perdonado porque a tu juicio no merece perdón. 
Dios no se ajusta a nuestras medidas y patrones, bendito sea él. Su bondad, compasión y misericordia son todo para nosotros. Y con ello su perdón, para su honra, gloria y para nosotros su bendición. 
4. Arrepentirse y volverse a Dios es el mensaje de Cristo. El reino de los cielos se ha acercado, el juicio y la condenación eterna están a la puerta, pero también el perdón, la redención y la vida eterna. 
Todo ello, en el testigo, el varón a quien Dios le da toda honra, toda gloria y todo honor al lado suyo, el varón hecho hombre, la palabra de Dios que vino al mundo y no volvió vacía, la Palabra redentora hecha carne. 
Todo plan de Dios, todo pensamiento, que es de naturaleza lejana, distinta, es otra a la del hombre, se cumple, objetiviza, se hace materia, se palpa, se oye, se ve en Cristo, palabra que honra a Dios mismo y salva al pecador. 
8-9Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes.» El Señor lo afirma.
Superior de una manera desconocida, compasivo más allá de nuestros más grandes límites, su misericordia es como sus pensamientos, sus planes, su amor y su perdón. Por eso, así como está muy por encima de nosotros, así son sus cumplimientos en Cristo Jesús. 
ESPERANZA DE UN GRAN FUTURO. 
10«Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, 11así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.
12«Ustedes saldrán de allí con alegría, volverán a su país con paz. Al verlos, los montes y las colinas estallarán en cantos de alegría y todos los árboles del campo aplaudirán. 13En vez de zarzas crecerán pinos, en vez de ortigas crecerán arrayanes; esto hará glorioso el nombre del Señor; será una señal eterna, indestructible.»


Algo hará glorioso el nombre del Señor. Dicho de otra manera, Dios glorificará su nombre de una manera absoluta, eterna e indestructible. 
Tal señal será la transformación profetizada y anhelada con esperanza de que el universo será totalmente recreado sin señal ni huella del pecado ni de la influencia del maligno. 
Todo el universo será lleno de la gloria de Dios y la planeta es descrito con algo necesario, una emoción necesaria y vital para la existencia: alegría, gozo, dicha, bienaventuranza. 
El planeta es descrito con poesía, con un lenguaje gráfico, lleno de movimiento, danza y canciones. 
Para la nueva creación, el hombre nuevo o nacido de nuevo tiene la semilla, la garantía de Dios, su Espíritu Santo, cuyo fruto es amor, gozo… 
Vivamos, como este planeta, con esperanza, con alegría, con gozo y anunciando que el testigo de Dios, la descendencia prometida ha llegado y para todos hoy hay un llamado a dejar la maldad, el pecado, el rencor, la perversión y volvámonos a Dios en arrepentimiento.


ISAÍAS 58 DHH
LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD
INTRO
En toda la historia de la humanidad se encuentran prácticas religiosas a la medida del gusto personal. 
La práctica de la religión personal hecha a la medida sirve de justificación para todo el comportamiento en lo íntimo y en lo social. 
Practicar así una religión da satisfacción, placer, comodidad intencional, seguridad en las decisiones y mucha tranquilidad. 
En contra de una religión personal está La Escritura, que expone los mandatos, las exigencias de Dios, que rebaten las prácticas personales, las juzga, expone y condena. 
Lo hace así porque desenmascara las intenciones de las prácticas religiosas y su engaño. 
Ejemplo; en la historia, están las religiones tenemos los ritos de fecundidad, que se celebraban teniendo sexo colectivo. 
Otras prácticas de una religión hecha a la medida, están las ofrendas a santos que “protegen” y “bendicen” a los ladrones. 
Tenemos también los ritos africanos en los cuales se sacrifican animales, como leones, para ungir con su sangre y cubrir con su piel a gente que, en medio de ritos busca mantener y conseguir más poder político. 
¿Y qué decir de los ritos con los cuales se busca obtener más dinero, o más amantes o incluso deshacerse de ellos?
En fin. Isaías 58 nos encara con los practicantes de ritos falsos, pero que dan la apariencia de ser adoradores del Dios de Israel. Veámoslo.  

DENUNCIANTES DEL ENGAÑO RELIGIOSO: 
1El Señor me dijo: «Grita fuertemente, sin miedo, alza la voz como una trompeta; reprende a mi pueblo por sus culpas, al pueblo de Jacob por sus pecados. 2Diariamente me buscan y están felices de conocer mis caminos, como si fueran un pueblo que hace el bien y que no descuida mis leyes; me piden leyes justas y se muestran felices de acercarse a mí, 3y, sin embargo, dicen: «¿Para qué ayunar, si Dios no lo ve? ¿Para qué sacrificarnos, si él no se da cuenta?» El día de ayuno lo dedican ustedes a hacer negocios y a explotar a sus trabajadores; 4el día de ayuno lo pasan en disputas y peleas y dando golpes criminales con los puños. Un día de ayuno así, no puede lograr que yo escuche sus oraciones.
DENUNCIANTES DEL ENGAÑO RELIGIOSO:
DIOS Y EL PROFETA. Tres puntos: 1. El falso ayuno. 2. Las expectativas de la falsa religión. 3. La naturaleza del falso ayuno, engaño. 
El primer punto:
1. El falso ayuno. Es un ayuno autodecretado. Una moda. Un estilo de vida, nada que ver con los mandamientos de Dios. Se vive con gozo, con deleite, porque a fin de cuentas se sigue una agenda personal, no una obediencia a una voluntad superior, la de Dios. 
Quien decretó este ayuno es la persona misma, el practicante. Su fundamento es un engaño, porque cree que busca a Dios y que hace su voluntad, pero nada más lejos de la verdad. 
Si hay un ayuno decretado y exigido por Dios, Dios lo puede hacer por ser divino. Detrás del concepto de ayunar está la idea de llevar a cabo una práctica divina, algo santo. 
Pero si es un ayuno de origen humano, entonces la voluntad que se hace es la de un mortal que se autodiviniza, y su ayuno es su propia exigencia, es fe en sí mismo, semejante a quien “decreta” o “declara” sanidad, riqueza o bienestar para otros y para sí mismo, que no es fe en la palabra de Dios, sino en la que él mismo pronuncia. 
El falso ayuno es de origen humano. Puede hacerlo moda, como “el ayuno de Daniel” o el de “Ester” o cualquier otro, que no es mandato de Dios, sino iniciativa personal, cuyas metas son conseguir lo que se le pida a Dios, considerando que ayunar es una manera de obligarlo, seducirlo o persuadirlo a que conceda las peticiones que se la hacen. 
En La Biblia, sólo dos ayunos son mandato de Dios. Yom Kipur y la fiesta llamada Rosh Hashaná. Veamos el segundo punto. 
2. Las expectativas de la falsa religión.
Conseguir riqueza, poder. Isaías denuncia la corrupción del pueblo. ¿Cómo lo hace? Establece sus propias leyes y estatutos. 
Explota al trabajador, lo hace trabajar en tiempo inapropiado, como no darle un día de descanso, quitarle sus derechos de trabajador, impedirle el acceso a mejoras laborales o escatimarle beneficios que son su derecho. 
Dice Isaías: El día de ayuno lo dedican ustedes a hacer negocios y a explotar a sus trabajadores; 4el día de ayuno lo pasan en disputas y peleas y dando golpes criminales con los puños. Un día de ayuno así, no puede lograr que yo escuche sus oraciones.
De fondo tenemos el uso del tiempo de ayuno, que es la perversión de los mandamientos de Dios. 
No se censura ayunar, sino el uso del tiempo cuando se ayuna. Lo que se juzga y condena es la manera, el estilo de cómo se ayuna, para qué se ayuna y lo que se hace durante el ayuno. 
¿Qué hacía esta gente? Transacciones, negocios, explotación del trabajador. Vivían en pleito. Quien ayuna, quien tiene hambre, por lo general suele sentirse malhumorado. Se siente impaciente por comer. Y termina, en este escenario, liándose a golpes con los otros que también ayunan, y con los que no ayunan también. 
El tiempo de adoración, el tiempo para dedicarse a deleitarse en una vida de práctica espiritual da paz, comunión con Dios, pero aquí sucede precisamente lo contrario. 
Dios santificó un día, para deleite del hombre, para que en él se alegre, disfrute su tiempo con Dios y viva en comunión con él, pero este ayuno es de origen pecaminoso, no de la santificación de Dios. 
Así pasamos al tercer punto,
3. La naturaleza del falso ayuno, engaño.
El pecado, en su forma de engaño, tiene manifestaciones concretas: inmoralidad, fraudes, robo, explotación, placer…
La Escritura presenta una forma de deleite, de dicha, gozo, placer, alegría y fiesta, cuya fuente es Dios. 
Sin embargo el engaño del pecado es hacerle creer a quien busca placer, que el deleite se encuentra en pecar, todo lo contrario a la fuente de placer más grande, profunda en infinita, que es Dios, cuya paz inunda todos los ámbitos de las categorías humanas, el individuo, la familia, la comunidad, la nación y la humanidad. 
El pecado trae disturbios, conflictos, muerte, asesinatos, explotación, ira, rabia, venganza… y un estado permanente de violaciones de los derechos de los demás, a la vida y la paz. 
El engaño que se vive es la injusticia. Las bases de la justicia son una buena relación con todos, pero sobre todo con Dios. 
Pecar trae desasosiego, confusión, lucha, contiendas, injusticia. Pero la justicia es de naturaleza relacional, de paz. Quien practica la justicia busca la paz, quien vive en pecado trae chismes, y envidia, y con ellos trae discordia, enemistad, lo contrario de la justicia de Dios. 
El engaño, y decidir vivir en él pensando que uno vive una auténtica relación con Dios, son de naturaleza diabólica. 
Esta religión tiene una naturaleza humanista, con el hombre y sus virtudes como objeto de adoración. Quien más robe, engañe, cometa fraudes, extorsione y se enriquezca a costa de otros, más dirá de sí mismo: «eres grande, eres divino, nadie como tú», y se mirará al espejo como mirando a dios, sintiéndose divino. 

EL AYUNO DE DIOS.
5¿Creen que el ayuno que me agrada consiste en afligirse, en agachar la cabeza como un junco y en acostarse con ásperas ropas sobre la ceniza? ¿Eso es lo que ustedes llaman «ayuno», y «día agradable al Señor»? 6Pues no lo es. El ayuno que a mí me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia y desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y acabes, en fin, con toda tiranía; 7en que compartas tu pan con el hambriento y recibas en tu casa al pobre sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes.
8Entonces brillará tu luz como el amanecer y tus heridas sanarán muy pronto. Tu rectitud irá delante de ti y mi gloria te seguirá. 9Entonces, si me llamas, yo te responderé; si gritas pidiendo ayuda, yo te diré: «Aquí estoy.» Si haces desaparecer toda opresión, si no insultas a otros ni les levantas calumnias, 10si te das a ti mismo en servicio del hambriento, si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía. 11Yo te guiaré continuamente, te daré comida abundante en el desierto, daré fuerza a tu cuerpo y serás como un jardín bien regado, como un manantial al que no le falta el agua. 12Tu pueblo reconstruirá las viejas ruinas y afianzará los cimientos puestos hace siglos. Llamarán a tu pueblo «reparador de muros caídos», «reconstructor de casa en ruinas».
EL AYUNO DE DIOS.
1. Consiste en amarlo a él y al prójimo. Consiste en un vivir su justicia, de acuerdo con su voluntad, con sus mandamientos. 
2. La verdadera espiritualidad es espontánea, fresca, vibrante, y su naturaleza es relacional, una vida de paz con Dios y los demás. No es esquemática ni ritualista. 
3. La verdadera espiritual no es mecánica, automática, de autómatas, sino de alguien que de voluntad disfruta la relación con Dios y la familia de Dios y se deleita en vivir con Dios y con la familia de Dios. 
4. El ayuno de Dios consiste en librar a gente de ataduras. Práctica social, como librar a gente de estructuras pecaminosas, como es el caso de las esclavitud de trata de blancas, los obreros o empleados explotados, a quienes han sido objeto de abusos o algún tipo de violencia, compartir el alimento con quien carece de él, abrir la casa para ser hogar de quienes no tienen, compartir la ropa…
El ayuno de Dios es la práctica de la verdadera religión, como lo dicen los profetas, y en palabras de Santiago: 1:26-27 (DHH) 26Si alguno cree ser religioso, pero no sabe poner freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve de nada. 27La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad del mundo
¿Cómo son los que practican la falsa religión? Frívolos. Sus temas giran en torno a frivolidades: restaurantes, autos, cosméticos, espectáculos, chismes de actores o actrices. Y son chismosos. Tienen una lengua sin freno. Son egoístas, jamás comparten nada, ni con el huérfano ni con la viuda, mucho menos les dedican tiempo para visitarlos en sus aflicciones y son profanos. 
EL AYUNO DE DIOS Y SUS BENDICIONES.
1. Mayor conocimiento de Dios. 2. Salud. 3. La gloria de Dios (su presencia). 4. Respuesta de Dios (en el otro ayuno hay sólo silencio de Dios). 5. Sabiduría y guía de Dio si decide vivir con empatía e identidad con el hambriento, hacerse uno con él. 6. Provisión abundante de alimento. 7. Fortaleza física. 8. Restauración.  

EL SUPREMO DELEITE
13«Respeta el sábado; no te dediques a tus negocios en mi día santo. Considera este día como día de alegría, como día santo del Señor y digno de honor; hónralo no dedicándote a tus asuntos, ni buscando tus intereses y haciendo negocios. 14Si haces esto, encontrarás tu alegría en mí, y yo te llevaré en triunfo sobre las alturas del país y te haré gozar de la herencia de tu padre Jacob.» El Señor mismo lo ha dicho
1. Santificar el tiempo. 2. Vivir en alegría la comunión con Dios. 3. Dios es el supremo deleite. 4. Experiencias crecientes de dicha, alegría y deleite (placer). 4. Heredad. 
El deleite supremo tiene sus bases en amar a Dios por sobre todo lo creado, y al prójimo también. Y en la cima de ese deleite está la gloria de Dios. Moisés la pidió. Cristo oró por ella para sus discípulos y verla, vivirla, está vinculada con la justicia de Dios, quien la da como regalo en Cristo. 
LLAMAMIENTO. Vive tu alegría, tu supremo deleite en Cristo, en comunión con Dios y tus hermanos de la iglesia. Reconcíliate, pide perdón o concédelo incluso si no te lo piden.  

ISAÍAS 60 (NVI)
INTRO.
La Biblia narra los propósitos de Dios. Tienen que ver, en su esencia con una relación distinguida por la paz. Entendemos por la paz todo el bienestar derivado de su presencia, de él como fuente y origen de toda bendición: salud, relaciones, larga vida, provisión, dicha, gozo, felicidad… Él es la fuente de todo eso. 
No obstante, en la actualidad tenemos una realidad que es todo lo contrario: muerte, asesinatos, injusticia, explotación, enfermedades, sufrimiento, dolor, lágrimas, llanto, soledad, infelicidad. Todo eso es la expresión de la realidad del pecado como manifestación de la naturaleza humana. 
Hay una pregunta obligada. ¿El pecado reina? ¿O reina Dios? Si el pecado reina, no tenemos un Dios todo poderoso. Si Dios reina, el pecado es una realidad temporal que tendrá su fin y Dios manifestará su poder, gobierno y paz en todo el universo, y con mayor razón en la tierra, entre los seres humanos. 
Para eso veamos Isaías 60 y su mensaje. 
1. GLORIA DE DIOS Y ADORACIÓN GLOBAL
1«¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del SEÑOR brilla sobre ti! 2«Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del SEÑOR brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria! 3Las naciones serán guiadas por tu luz, y los reyes, por tu amanecer esplendoroso. 4»Alza los ojos, mira a tu alrededor: todos se reúnen y acuden a ti. Tus hijos llegan desde lejos; a tus hijas las traen en brazos. 5Verás esto y te pondrás radiante de alegría; vibrará tu corazón y se henchirá de gozo; porque te traerán los tesoros del mar, y te llegarán las riquezas de las naciones. 6Te llenarás con caravanas de camellos, con dromedarios de Madián y de Efa. Vendrán todos los de Sabá,  cargando oro e incienso y proclamando las alabanzas del SEÑOR.
Cumplimiento de promesas a Abraham. Salvación global. Ofrendas multiétnicas. 
Este segmento describe un cuadro de adoración global, que está en consonancia con el N.T. El Señor Jesús dijo en Lucas 13:29 (RVR1960): «Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.»
Consideremos esto: La gloria de Dios está en medio de Tierra Santa. No van a adorar a una nación israelita. Van a adorar a Dios, a gozarse en la manifestación de su gloria, como cuando los magos de oriente, guiados por una estrella fueran a adorar al rey de los judíos que había nacido y llegaron, según dijeron, a adorarle y le llevaron ofrendas. 
Las naciones llevan ofrendas, pequeñas, si se quiere ver así, o abundantes, pero lo importante es que le llevan lo mejor, y que van a adorar. 
Si algo destaca es que la oscuridad de las naciones es quebrada por la luz de Dios, llamada gloria. Y si lo cotejamos con el mensaje del evangelio, la luz es metáfora de salvación. Ha llegado la luz, ha llegado la salvación. Los pecados son resueltos, y los efectos del pecado: juicio divino contra el pecador, la condenación eterna, y la pena eterna, el castigo en el infierno son resueltos con la manifestación de la luz, la gloria de Dios, Cristo en medio de la humanidad redimida. 
¿Qué hacen quienes llevan ofrendas? Alaban a Dios, lo adoran ofrendándole lo mejor de cada uno. Ese es el cuadro pintado por Isaías. Este es un mensaje escatológico, y por escatológico queremos decir un mensaje para los últimos días, y la culminación de la redención. Más adelante, con el mismo Isaías dejaremos en claro más puntos. 
Ahora nos encontramos con un cambio de voz, ahora es otro el que habla. Veamos. 
2. (DIOS) YO SOY LA ESPERANZA DE LOS MÁS LEJANOS 
7En ti se reunirán todos los rebaños de Cedar, te servirán los carneros de Nebayot; subirán como ofrendas agradables sobre mi altar, y yo embelleceré mi templo glorioso. 8»¿Quiénes son los que pasan como nubes, y como palomas rumbo a su palomar? 9En mí esperarán las costas lejanas; a la cabeza vendrán los barcos de Tarsis trayendo de lejos a tus hijos, y con ellos su oro y su plata, para la honra del SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, porque él te ha llenado de gloria. 10»Los extranjeros reconstruirán tus muros, y sus reyes te servirán. Aunque en mi furor te castigué, por mi bondad tendré compasión de ti. 11Tus puertas estarán siempre abiertas, ni de día ni de noche se cerrarán; a ti serán traídas las riquezas de las naciones; ante ti desfilarán sus derrotados reyes. 12La nación o el reino que no te sirva, perecerá; quedarán arruinados por completo.
Salvación, esperanza para los gentiles, cumplida en Cristo y extendida por la iglesia
Dios les dice a las naciones: «Esperen en mí». Dicho de otra manera: «Confía en mí. Yo soy tu esperanza. Sólo en mí hay salvación.» 
En esta descripción Dios embellece su templo, lugar donde reside su gloria. Las naciones lejanas, aun sin saberlo, esperan en él, tienen la esperanza de la vida eterna. Han recibido castigo por sus pecados. Sus mismos pecados los han alcanzado y han sufrido las consecuencias de sus faltas, pero Dios ha sido compasivo y en su bondad se ha compadecido de quien puso su confianza en él y los perdonó. 
En medio de este mensaje, quien no sirvió a Dios, y entendemos por servirle rendirle culto… quien no lo sirvió terminó en la ruina, símbolo de condenación y muerte eterna. 
Isaías es un profeta claro del mensaje del evangelio portado por el Mesías, el Ungido Cristo. Y presenta a este Cristo con muchas imágenes: niño nacido de una virgen, retoño que brota de la raíz de un árbol seco, Isaí. Es el siervo sufriente, golpeado, perseguido, exterminado, en cuya muerte representa a todos los que depositan su confianza en él. 
La salvación es global, para todo mundo. Con respecto a nosotros fuimos alcanzados, como nación, primero por el mensaje del evangelio portado por frailes franciscanos, dominicos, jesuitas y otros del mundo católico, y luego fuimos alcanzados de manera individual o por familia por el mensaje el evangelio reformado, anunciado por discípulos seguidores de Cristo. 
Llamamos misioneros a éstos últimos. Y hoy, desde diferentes corrientes eclesiásticas se anuncia el evangelio de Cristo, su muerte y resurrección. Algunos Mensajeros incluso van a otros países y continentes, llegando a ser parte de este cuadro pintado por Isaías. 
Oren por favor por Paulo Nino Fong. En una campaña en Perú esperaban a 150 personas en una campaña médica y llegaron 1000. Dios multiplicó la medicina. 
Oren también por J. M, misionera en el Magreb, y por la hermana Ester que está en el Tíbet para traducir La Escritura a un idioma de allá. Por Belami, misionera en el mundo musulmán, Daniel y Belén por su misión en el mundo estudiantil, la UNTI, Keren Barbosa, Arely Pérez, J.K., Emanuel y Kristin Robles… y por el curso de Perspectivas, 
Todos cuantos anuncian el evangelio y capacitan a otros para que sean mejores anunciadores son parte de este abanico que llega a todo el mundo con un mensaje que Dios tiene para las naciones. 
Espera en mí, yo soy tu esperanza, tu vida eterna, tu gozo, la fuente de tu dicha, alegría, deleite y paz eterna. Toda satisfacción y plenitud de vida la tendrás en mí por medio de Cristo. Anunciémoslo para gloria de Dios y bendición de la gente. 
3. REINO ETERNO DE PAZ, SALVACIÓN, RESTAURACIÓN Y BENDICIÓN ETERNA
13»Te llegará la gloria del Líbano, con el ciprés, el olmo y el abeto, para embellecer el lugar de mi santuario. Glorificaré el lugar donde reposan mis pies. 14Ante ti vendrán a inclinarse los hijos de tus opresores; todos los que te desprecian se postrarán a tus pies, y te llamarán “Ciudad del SEÑOR”, “Sión del Santo de Israel”. 15»Aunque fuiste abandonada y aborrecida, y nadie transitaba por tus calles, haré de ti el orgullo eterno y la alegría de todas las generaciones. 16Te alimentarás con la leche de las naciones, con la riqueza de los reyes serás amamantada. Sabrás entonces que yo, el SEÑOR, soy tu Salvador; que yo, el Poderoso de Jacob, soy tu Redentor
17En vez de bronce te traeré oro; en lugar de hierro, plata. En vez de madera te traeré bronce, y en lugar de piedras, hierro. Haré que la paz te gobierne, y que la justicia te rija. 18Ya no se sabrá de violencia en tu tierra, ni de ruina y destrucción en tus fronteras, sino que llamarás a tus muros “Salvación”, y a tus puertas, “Alabanza”.
Plenitud de paz, gobierno manifestado en Cristo.
Si algo necesita este mundo, y toda persona es paz. El fundamento de la paz, en el panorama bíblico es la justicia. Y la esencia de la justicia es una relación de armonía. La relación de justicia, hablamos de justicia bíblica, tiene calidad de amor, santidad, bondad, integridad, mansedumbre, servicio, generosidad… 
Algo que no está presente en la relación de justicia es pecado. Dicho de otro modo. En la relación de justicia el pecado y la maldad están ausentes. Sólo hay rectitud, integridad y santidad. 
Y la base de toda relación de justicia descansa en la relación con Dios. Esta relación de paz con Dios se da sólo si uno recibe un regalo, o si recibe el regalo de la justicia. Uno no puede ganarse la justicia de Dios. 
Dios promete un gobierno descrito por la justicia. Ese gobierno tiene un gobernante. Un buen gobernante beneficia el suelo de su nación, la calidad de vida de sus gobernados, la ecología, la flora y la fauna todo es beneficiado. 
Cuando se gobierna con justicia no hay violencia, ruina ni destrucción. Este lugar tiene fronteras o límites territoriales seguros. No hay muros trompeados. Hay muros llamados “salvación” y sus puertas “alabanza”. 
La nación, ciudad o terreno son construcción divina. En su interior hay paz, alegría, dicha. Todo estado de bienestar logrado en los países más desarrollados no son ni la pálida imaginación de lo descrito por el profeta. 
Sus imágenes, notemos, son hechas con base en lo que conocemos, nos es familiar a fin de darnos una idea de lo bendito que será el gobierno de Dios en medio de una humanidad que no conocerá más los efectos del pecado. 
5. CRISTO, TEMPLO DE DIOS (Ap 21.22-27) LA NUEVA JERUSALÉN
Cristo, centro de adoración al Eterno Dios. Centro y cumplimiento del plan eterno de Dios.  
19Ya no será el sol tu luz durante el día, ni con su resplandor te alumbrará la luna, porque el SEÑOR será tu luz eterna; tu Dios será tu gloria. 20Tu sol no volverá a ponerse, ni menguará tu luna; será el SEÑOR tu luz eterna, y llegarán a su fin tus días de duelo. Apocalipsis 21:22-27 (DHH) 22No vi ningún santuario en la ciudad, porque el Señor, el Dios todopoderoso, es su santuario, y también el Cordero. 23La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la alumbra el resplandor de Dios, y su lámpara es el Cordero. 24Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes del mundo le entregarán sus riquezas. 25Sus puertas no se cerrarán de día, y en ella no habrá noche. 26Le entregarán las riquezas y el esplendor de las naciones; 27pero nunca entrará nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas o engañosas. Solamente entrarán los que tienen su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.
 Cristo es descrito con muchas imágenes. Es la vid verdadera. Y con ello, es el cumplimiento de un tipo que describe a una nación. En Isaías 5 la vid es Israel, pero el Mesías dice de sí mismo que él es la vid verdadera. En el santuario y en el tabernáculo judíos había un pan, llamado de la proposición. Jesús dice de sí mismo que él es el pan de vida. De igual manera, para entrar en comunión con Dios, en el interior del tabernáculo había un candelabro, la única luz que permitía desempeñarse en el interior todo oscuro. Y esa misma luz permitía llegar al lugar santísimo, que era la representación de la santísima presencia de Dios. Y sólo por la luz del candelabro se podía llegar. Cristo dijo de sí mismo ser la luz del mundo, la luz que da revelación de quién es Dios. 
Visto así, en Cristo somos miembros de la vid verdadera, somos el Israel que desciende de Abraham por la fe, somos miembros de esa nación nacida de nuevo, somos guiados por la luz y tenemos vida gracias al regalo del pan de vida. 
Cristo es, entonces, nación, pueblo y templo. Este último, el templo, representa el lugar donde la adoración a Dios se hace accesible a la humanidad. Y Cristo es el camino, la verdad y la vida. 
El camino al Padre, como templo, la verdad, la luz que revela a Dios, y la vida prometida. En palabras del apóstol Pablo, Cristo es todo en todos. 
La restauración total, plena absoluta, se da por medio de Cristo. Él, como templo y luz, es la realidad de la nueva creación. La nueva Jerusalén es en realidad la nueva creación, no la nueva tierra de Palestina. Y Cristo seguirá siendo quien dará el conocimiento de Dios Padre a la nueva humanidad, pero ese conocimiento está disponible a partir de ya para quien llega a recibir el don de la justicia, dado a quien tiene fe en Cristo y lo sigue como discípulo que se niega a sí mismo, toma su cruz y lo sigue. 
6. LA JUSTICIA, RELACIÓN BENDITA ETERNAMENTE
21Entonces todo tu pueblo será justo y poseerá la tierra para siempre. Serán el retoño plantado por mí mismo, la obra maestra que me glorificará. 22El más débil se multiplicará por miles, y el menor llegará a ser una nación poderosa. Yo soy el SEÑOR; cuando llegue el momento, actuaré sin demora
“En Cristo, justicia nuestra, recibimos la justicia como don y la paz con Dios para vida eterna”. “El justo por la fe vivirá”.
Gálatas 4, kairós, Abraham, Cristo y los hijos de Dios, vivir para darle gloria a Dios. La vida y su sentido.

ISAÍAS 61 (NVI) MESÍAS JUDÍO
EL UNGIDO, MISIÓN CUMPLIDA 
EMMANUEL ESTÁ CON NOSOTROS. 
CONTINÚA SU MISIÓN POR MEDIO DE NOSOTROS. 
INTRO
A lo largo de la historia hemos visto comunidades cristianas haciendo diferentes énfasis en su predicación y en el desempeño de su tarea.
Algunos destacan ministerios de liberación (echar fuera demonios), otros enfocan sus esfuerzos en evangelizar, otros en labor social, algunos combinan misiones, capacitación y trabajo social… otros hacen de su templo un antro religioso y unos más convierten su edificio en centro esotérico para hacer declaraciones, decretos… 
También llegan a hacer de su culto una casa de saqueo, venta de bendiciones… A la luz de la historia, el evangelio sigue extendiéndose en medio de errores, de faltas de los discípulos, de persecuciones, de falsas predicaciones… 
El Ungido se presenta en medio de un mundo religioso que no lo comprende, irónico, pero así… quienes lo esperaban y mantenían vívidas expectativas por recibirlo no sólo no le dieron la bienvenida, sino que lo rechazaron, persiguieron y le quitaron la vida. 
Dos pasajes nos hablan con toda claridad del Ungido Cristo Jesús, Isaías y Lucas. 

Lucas 4:16-21 (DHH) 16Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. 16Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: 18«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado: 1. Para llevar la buena noticia a los pobres; 2. Me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; 3. A poner en libertad a los oprimidos; 4. 19A anunciar el año favorable del Señor.» 
20Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. 21Él comenzó a hablar, diciendo: –Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.

ISAÍAS 61 (NVI) MESÍAS JUDÍO
1El Espíritu del SEÑOR omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros, 2a pregonar el año del favor del SEÑOR y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo, 3y a confortar a los dolientes de Sión. Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para mostrar su gloria.
1. CRISTO PREDICADOR. BN a los pobres.
2. CRISTO SANADOR. Corazones heridos. 
3. CRISTO LIBERADOR. Liberación a los cautivos y libertad a prisioneros. 
4. CRISTO JUBILAR. Gozo y venganza, consuelo y transformación, aliento. 
5. CRISTO TRANSFORMADOR. Ostentación divina, para su gloria. 

RESTAURACIÓN. REINO DIVINO CON SIERVOS HONRADOS. 
4Reconstruirán las ruinas antiguas, y restaurarán los escombros de antaño; repararán las ciudades en ruinas, y los escombros de muchas generaciones. 5Gente extraña pastoreará los rebaños de ustedes, y sus campos y viñedos serán labrados por un pueblo extranjero. 6Pero a ustedes los llamarán «sacerdotes del SEÑOR»; les dirán «ministros de nuestro Dios». Se alimentarán de las riquezas de las naciones, y se jactarán de los tesoros de ellas. 7En vez de su vergüenza, mi pueblo recibirá doble porción; en vez de deshonra, se regocijará en su herencia; y así en su tierra recibirá doble herencia, y su alegría será eterna
En términos de descripción social, de producción empresarial o agraria, con imágenes nacionalistas Isaías describe una nación vencedora, ensalzada, puesta en una posición imperialista, con los enemigos de la nación sometidos y desempeñando labores de siervos, a favor del pueblo vencedor. 
Subrayo. Las imágenes describen a una nación vencedora, con sus enemigos bajo sus pies, trabajando para el pueblo vencedor. Sólo para precisar qué es la Nueva Creación. 
¿En la nueva creación tendremos abuso y explotación del hombre por el hombre? ¿Es injusto que un hombre se valga de otro para tener beneficios materiales? ¿Es espiritualmente sano acumular riquezas a manos llenas? ¿Jesús predicó que sus seguidores deben llenarse los bolsillos de oro, de mucho dinero y acumular riquezas materiales?
La respuesta es obvia, ¡NO! ¿Entonces, cómo ver el pasaje bíblico de Isaías? obvio, como imágenes conocidas por la gente de su tiempo, para darles una idea llena de color que ilumina un ambiente con cuadros que los haría felices. 
Dicho de otra manera, se les describía un panorama de felicidad, con imágenes a su alcance, para que comprendieran que habría una transformación de parte de Dios, que los llevaría de la deshonra a la dicha, de la derrota a la victoria, de la humillación a la vindicación, de la vergüenza a la honra. 
Dios honra a los humildes y los levanta del polvo, los enaltece para tenerlos a su lado. Dios toma a los humildes y los coloca a su lado para presumirlos, como evidencia de que él honra, no el poder, no la fama, no el dinero, ni Satanás, que se vale de la vanidad y orgullo humano. 
Aquí tenemos una honra divina, una obra espiritual venida de Dios. 

SALVACIÓN, JUSTICIA Y ALABANZA. 
8«Yo, el SEÑOR, amo la justicia, pero odio el robo y la iniquidad. En mi fidelidad los recompensaré y haré con ellos un pacto eterno. 9Sus descendientes serán conocidos entre las naciones, y sus vástagos, entre los pueblos. Quienes los vean, reconocerán que ellos son descendencia bendecida del SEÑOR.» 10 Me deleito mucho en el SEÑOR; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas. 11Porque así como la tierra hace que broten los retoños, y el huerto hace que germinen las semillas, así el SEÑOR omnipotente hará que broten la justicia y la alabanza ante todas las naciones.
Una humanidad correspondiente a la nueva creación. ¿En qué se deleita? ¿En qué se deleita el hombre viejo descrito por Pablo? Como humanidad caída, ¿qué ponemos como prioridades? Ponemos ¡placer! ¡dinero! ¡vino! ¡sexo! ¡comida! ¡Fama!
Como contraste, la nueva humanidad se da en un contexto de redención. Dios ha recubierto al nuevo hombre de salvación. El hombre viejo, redimido, ha sido rescatado de un mundo de pecado, y su naturaleza pecaminosa ha sido dejada atrás, ahora es nueva creación. 
Dios ha recubierto de salvación a este nuevo hombre, pero también le ha dado algo nuevo, inédito, desconocido, ajeno a su naturaleza: le ha dado justicia. En todo el marco paulino se nos brinda la realidad de la salvación en Cristo revestida de justicia. Ser salvo en Cristo conlleva como naturaleza la justicia. No obstante, como tema, la justicia se menciona todo el tiempo en A.T. 
En el A.T. tenemos referentes, sobre todo en los profetas, denuncia contra la injusticia. En el centro de la denuncia, de lo odiado por Dios, está el abuso, el robo, la explotación, la injusticia. 
En términos concretos, en nuestro contexto, escucharíamos a Amós tronando contra las mujeres de poder y riqueza, incluso en términos ofensivos, en palabras más allá del bullying, 
Ni qué decir de todo político de hoy. ¿Qué respuesta daríamos los religiosos a los reclamos de los profetas? Es un exagerado, revoltoso. ¿Qué no sabe que todo dirigente político es puesto por Dios? 
Quien piensa lo último, despoja de su mente que algunos llegan por fraudes, nuestro país los ha vivido desde hace algunos sexenios, y en otros países es como enfermedad crónica. Pero atribuyen a Dios que el gobernante cumple con la función requerida por Dios, no que Dios gobierna la historia. 
Pensar así, que el gobernante es de Dios, es propio de una mentalidad determinista, fatalista. Explicar la historia desde el fatalismo, no desde la soberanía divina, hunde al creyente en un mundo mecánico, carente de sensibilidad, ausente de empatía. 
Pregunto para quien piense ese fatalismo: ¿Por qué indignarse por asesinatos ideados, planeados por los políticos si es voluntad de Dios que así se gobiernen? Si un político viola a las mujeres de tu familia, ¿no lo tomarías como voluntad de Dios y, con sumisión y resignación darías gracias? Y si sigues con el fatalismo, con un determinismo así, entonces vives en un mundo mecánico, no en un mundo creado por Dios, habitado por gente dotada de emociones, pasión, amor, sentido de dignidad, de valores, de ternura, capaz de amar y darse en sacrificio…
Por eso el tema de la justicia está en el corazón de la Biblia. Hacerse de la vista gorda, como que no vemos lo dicho por Dios, que odia la injusticia, ama la justicia, no sólo teológica, sino también social. Porque si vemos sólo lo espiritual o teológico, como los reformadores, diríamos que a Dios le importa sólo la justicia teológica, bíblica y nos desentenderíamos de la respuesta al evangelio, de arrepentirse, dejar de pecar, darle la espalda al mundo y volverse a Dios… ¿no implica eso un mundo ético, justo?
En este nuevo mundo hay exactamente lo que hoy es ausencia: justicia, pureza, amor a Dios y al prójimo, deleite en Dios, no en lo material, rectitud, integridad, santidad en el ser humano, en vez de corrupción, perversión y amor por lo sucio y por el mundo de las tinieblas. 
Quizá podríamos enmarcar todo esto en un cuadro: armonía entre Dios y el hombre. En la concepción paulina se llama paz entre Dios y el hombre. 
Allí, en la descripción profética, la justicia reina, la equidad está presente de manera absoluta, completa, holística, en absolutamente todos los detalles de las relaciones entre los seres humanos, y entre ellos y Dios. 
El entorno de esta justicia tiene elementos multinacionales. Todas las naciones alaban a Dios. La adoración está en el centro de la justicia, como naturaleza de las relaciones entre Dios y la humanidad, y el culto a Dios ahora es multiétnico, con múltiples expresiones de adoración, de amor a Dios y la tierra entera lo alaba, le expresa amor y devoción. 
¿Quién es esta gente, esta nueva humanidad? De acuerdo con Isaías, son hijos de Dios, descendencia suya, son su creación, su pueblo, su familia, sus hijos, descendencia bendecida en palabras del profeta.  
Pero todo este contexto nos lleva a la persona mencionada desde un principio, el hombre que dice de sí mismo: El Espíritu del Señor está sobre mí. 
¿Quién es este hombre?
JESÚS EL CRISTO
Lucas 4:16-21 (DHH) 16Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. 16Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: 18«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado: 1. Para llevar la buena noticia a los pobres; 2. Me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; 3. A poner en libertad a los oprimidos; 4. 19A anunciar el año favorable del Señor20Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. 21Él comenzó a hablar, diciendo: –Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.
Mateo 11:2-5 (NVI) 2Juan estaba en la cárcel, y al enterarse de lo que Cristo estaba haciendo, envió a sus discípulos a que le preguntaran: 3 –¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro? 34Les respondió Jesús: –Vayan y cuéntenle a Juan lo que están viendo y oyendo: 5Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas.
La respuesta está construida por el cumplimiento de la profecía mesiánica acerca de Jesús y sus obras. Todo lo que hace confirma ser el Mesías profetizado. 

1. Jesús es el Cristo. En él se cumple, en ese momento la profecía. De acuerdo con Lucas. Reiteramos. Toda profecía apunta a Cristo. Cristo es el ungido descrito aquí. Él es el cumplimiento de Dios de todo plan, de todo propósito para la humanidad. 
Cristo es el ungido descrito aquí. ¿Qué cumplió? El anuncio del evangelio a los pobres. Noticias de alegría. Lc 31. 42-44. La buena noticia a los pobres. 
2. Libertad a los presos y vista a los ciegos. 33-39.  Sana a un leproso. Sana a un paralítico y perdona sus pecados. Primero lo perdona y luego lo sana. 
3. Escoge a discípulos, predica a miles… sana en sábado. 
4. El anuncio de la libertad plena, el año del Señor. 
¿Qué es «el año del Señor?» El año de libertad. Deudas, esclavos, deudores, ventas, tierras empeñadas… todo, en este año, es restaurado. 
Si alguien tenía deudas, quedaba liberado. Un esclavo recobraba su libertad sin hacer ningún pago o reparación; una tierra vendida regresaba al propietario… 
¡Era un buen año! Quien anhelaba verse libre de una deuda, esperaba con gran expectación esta fecha… quien tuviera asuntos pendientes que lo mantenían preocupado, con cargas y pesares y angustias, este año tenía una gran significación: libertad. 
Ésta, la libertad, es otorgada por medio de la palabra redentora de Cristo. Concede perdón, reconcilia al hombre con Dios y al hombre con el hombre, pero al mismo tiempo establece su señorío y su hegemonía sobre todo poder terrenal. Él es el Señor. Anunciar el evangelio, este evangelio, no hace sino confirmar que el Rey de los cielos vino, anunció el reino de los cielos y hoy el reino sigue en extensión. 
LLAMAMIENTO: NO HAS ANUNCIADO. RETOMA LA TAREA. HOY ESCUCHAS, ACEPTA QUE ÉL ES DIOS, SALVADOR Y REDENTOR. HAS SIDO NEGLIGENTE, ANUNCIA. DIOS ESTÁ CONTIGO, ANUNCIA SU SEÑORÍO Y SALVACIÓN. 


Isaías 62:1 - 63:19 (DHH)
INTRO
Enamorarse es un fenómeno holístico en la cabalidad del ser humano. Se enamora con los ojos, con la piel, las uñas, el cuero cabelludo, los ojos, el olfato, los oídos, la palma de las manos, la planta de los pies, el olfato, el cerebro… se afectan sus períodos de sueño, su digestión… pierde el sentido de la orientación, no sabe dónde vive, aunque cree que habita el universo entero que, a sus oídos, piel y olfato se vuelve canción. 
La persona que ama se vuelve juglar. Va por el mundo con su laúd entonando canciones. Y si no tuviera instrumento para acompañar la voz, que ni falta le hace, le bastan su voz y su palabra. 
Compone letras, poemas, versos… su vida se ha vuelto poesía viva por la persona amada. Hay pasión en lo más íntimo de su corazón, que vibra con sólo evocar a la persona amada. 
En sus ojos hay lágrimas de gozo, de gratitud por amar a quien ama y ocupa el centro de sus intereses. Vive con un propósito en mente: agradar al amado, agradar a la amada. 
Por ella, por ella, viviré por ella, para ella, ella lo vale todo, por ella dejaré todo a un lado… 
Dios tiene corazón empático, pasional, sensible, tierno, profundo… sabe amar, vive para amar y mostrarle su amor a quien ama. Veámoslo. 
DECLARACIÓN DE AMOR
Isaías 62:1 - 63:19 (DHH)
CRISTO, LA GLORIA DE SIÓN.
1Por amor a ti, Sión, no me quedaré callado; por amor a ti, Jerusalén, no descansaré hasta que tu victoria brille como el amanecer y tu salvación como una antorcha encendida. 2Las naciones verán tu salvación, todos los reyes verán tu gloria. Entonces tendrás un nombre nuevo que el Señor mismo te dará. 3Tú serás una hermosa corona real en la mano del Señor tu Dios. 4No volverán a llamarte «Abandonada», ni a tu tierra le dirán «Destruida», sino que tu nombre será «Mi predilecta», y el de tu tierra, «Esposa mía». Porque tú eres la predilecta del Señor, y él será como un esposo para tu tierra. 5Porque así como un joven se casa con su novia, así Dios te tomará por esposa, te reconstruirá y será feliz contigo, como es feliz el marido con su esposa. 6Jerusalén, en tus murallas he puesto centinelas que ni de día ni de noche dejan de decir: «No se queden callados los que invocan al Señor, 7no lo dejen descansar hasta que haya reconstruido a Jerusalén y haya hecho que todo el mundo la alabe.»
CRISTO, LA GLORIA DE SIÓN.
Las naciones verán la gloria de Sión. ¿Quién es esa gloria sino Cristo? ¿Habrá otra gloria, y por gloria hablamos de motivo de orgullo, que no sea Cristo y sólo él? 
¡No! No hay otra gloria para nadie aparte de Dios mismo en Cristo, que vino a su novia, a su esposa, para mostrarle su salvación. 
2Las naciones verán tu salvación, todos los reyes verán tu gloria. Entonces tendrás un nombre nuevo que el Señor mismo te dará.
La salvación revelada será global, para todas las etnias. Abarcará a todo líder del mundo, a los gobernantes poderosos, y al mismo tiempo se tiene la visión repetida en el Apocalipsis, un nombre nuevo, una nueva realidad, una identidad nueva, no porque uno pierda su antigua identidad, sino porque lo nuevo está revestido de santidad y eternidad. 
6Jerusalén, en tus murallas he puesto centinelas que ni de día ni de noche dejan de decir: «No se queden callados los que invocan al Señor, 7no lo dejen descansar hasta que haya reconstruido a Jerusalén y haya hecho que todo el mundo la alabe.»
La realidad profetizada es el anuncio sin descanso, sin pausa, sin demora y sin descansos. Se anuncia el evangelio, al tiempo que se ora al Señor para que restaure la creación, simbolizada aquí por Jerusalén.
Es obvio por qué pedir la restauración de la creación. El mundo entero, el planeta, la tierra entera, padece las consecuencias del pecado. 
Lo más obvio será, para algunos, la política. Para otros, el mundo empresarial en los más altos niveles, donde se manejan capitales cuya meta es el enriquecimiento desmedido, codicioso, como los capitales de laboratorios médicos, los de fabricantes de armas, los petroleros entre otros. 
La realidad del planeta tierra nos dice que no hay razón para que gente muera de hambre. Hay mucho de dónde tomar para alimentar a la población global. Pero hay quienes mueren de hambre o por falta de medicamentos, asesinados, despojados, explotación, abuso, homicidios y feminicidios… en fin hay una realidad de pecado. 
¿Por qué clamar, según Isaías? ¡Porque el anuncio llegue a todo el mundo y para que Dios le ponga un fin a la realidad del pecado!
Esto, visto en el Nuevo Testamento, es al anuncio del Mesías, el anhelo de que él sea manifestado al mundo. 
OFRENDA DE ADORACIÓN 
8El Señor ha jurado alzando su poderoso brazo derecho: «Nunca más permitiré que tus enemigos se coman tu trigo ni que los extranjeros se beban el vino que has hecho con tu trabajo; 9sino que ustedes mismos recogerán la cosecha, se la comerán y me alabarán a mí; y recogerán las uvas y beberán el vino en los atrios de mi santo templo.»
OFRENDA DE ADORACIÓN
La imagen de la restauración, en términos conocidos por los habitantes de Jerusalén, es de abundancia, libertados del yugo de extranjeros, y se matiza con un sabor de independencia, no más sometimiento a nadie que no sea el Señor. 
Él, Dios, es alabado porque reivindica a su pueblo y éste come abundantemente de los dones de la creación, y el resultado es una vida de adoración y abundancia. 

RESTAURACIÓN POR CRISTO
10Salgan, salgan por las puertas, preparen el camino para mi pueblo. Construyan con cuidado la calzada y límpienla de piedras; levanten la señal para llamar a las naciones. 11El Señor anuncia esto hasta el extremo de la tierra: «Digan a la ciudad de Sión que ha llegado ya su salvador. El Señor trae a su pueblo después de haberlo rescatado.» 12A los israelitas los llamarán «El pueblo santo», «Los libertados por el Señor», y a Jerusalén, «La ciudad deseada», «La ciudad no abandonada».
RESTAURACIÓN POR CRISTO
La imagen de anuncio a Sión de la llegada de su salvador, evocada con descripciones del rescate de un pueblo llamado ahora El Pueblo Santo, Los libertados del Señor y La Ciudad deseada, la Ciudad no abandonada, nos llevan a ver a Cristo entrando en Jerusalén montando un burrito, para desposarse con su pueblo por medio de su sacrificio. 
Pablo escribió: esposos, amen a su esposa como Cristo amó a la iglesia: sacrificialmente. 
Una vez más se evocan imágenes de restauración, y del restaurador. Un Señor, un salvador, rescata a su pueblo. 
A lo largo de La Biblia constatamos algo: La salvación jamás dependerá del hombre. Siempre, y de todos modos y manifestaciones, será obra de Dios y dependerá exclusivamente de él. 

ISAÍAS 63 JUSTICIA, SANGRE Y ADORACIÓN 
1–¿Quién es ese que viene de Bosrá, capital de Edom, con su ropa teñida de rojo, que viene vestido espléndidamente y camina con fuerza terrible? –Soy yo, que anuncio la victoria y soy poderoso para salvar. 2–¿Y por qué tienes rojo el vestido, como si hubieras pisado uvas con los pies? 3–Sí, estuve pisando las uvas yo solo, nadie me ayudó; lleno de ira pisoteé a mis enemigos, los aplasté con furor, y su sangre me salpicó los vestidos y me manchó toda la ropa. 4Yo decidí que un día tendría que hacer justicia; había llegado el tiempo de libertar a mi pueblo. 5Miré, y no había quien me ayudara; quedé admirado de que nadie me apoyara. Mi brazo me dio la victoria y mi ira me sostuvo. 6Lleno de ira aplasté a las naciones, las destruí con furor e hice correr su sangre por el suelo.
ISAÍAS 63 JUSTICIA, SANGRE Y ADORACIÓN
Un hombre es descrito empapado de sangre. La sangre es vertida, salpicada por una lucha, un enfrentamiento bélico. Una guerra es librada y hay un solo vencedor. Nadie le puede hacer frente. Él hace justicia y con ella libera a los suyos. Lo hace solo. Nadie le ayuda. Venció a todas las naciones, las destruyó y la sangre, ahora de los enemigos, corre por el suelo. 
¿De quién te dice el Nuevo Testamento que su sangre libró a una nación? ¿De quién se dice que adquiere un pueblo mediante su sacrificio? ¿En qué radica la justicia llevada a cabo? ¿Cómo se consiguió aplicar la justicia? ¿Quién la hizo? ¿En qué consiste, aquí la justicia? 
Precisemos. La justicia no es dar a cada quien lo que se merezca. La justicia, para Dios, en esencia está constituida de sangre, sacrificio, muerte y liberación. 
Alguien es sacrificado. Su muerte es un sacrificio aceptado por Dios, y ese sacrificio es la moneda de pago para liberar a un pueblo. Ahora, por esa justicia, todas las naciones, pueblos y gentes del mundo sufren la muerte, mientras que el pueblo de Dios recibe vida. 
1. La justicia consiste en darle a Dios lo que pide, en satisfacer sus demandas, que todo mundo pague con su vida por sus faltas, y que sufran el castigo por sus pecados. 
2. La justicia hecha mediante un sacrificio trae libertad. 
3. La justicia la logra sólo un hombre. 
4. La justicia hace que Dios tenga un pueblo suyo liberado. 
5. La justicia lograda le permite al hombre tener una relación de amor con Dios, su creador, proveedor y libertador. 


ADORACIÓN Y ALABANZAS DE SUS VÁSTAGOS
7Yo quiero hablar del amor del Señor, cantar sus alabanzas por todo lo que él ha hecho por nosotros, por su inmensa bondad con la familia de Israel, por lo que ha hecho en su bondad y en su gran amor. 8Él dijo: «Ellos son mi pueblo, hijos que no habrán de traicionarme.» Y él los salvó 9de todas sus aflicciones. No fue un enviado suyo quien los salvó; fue el Señor en persona. Él los libertó por su amor y su misericordia, los levantó, los tomó en brazos. Así lo ha hecho siempre. 10Pero ellos se rebelaron contra el Señor y ofendieron su santidad; por eso se volvió enemigo de ellos y les hizo la guerra. 11Ellos se acordaron de los tiempos antiguos, de Moisés que libertó a su pueblo, y se preguntaban: «¿Dónde está Dios, que salvó del Nilo a Moisés, pastor de su rebaño? ¿Dónde está el que puso en Moisés su santo espíritu, 12el que hizo que su glorioso poder acompañara a Moisés, el que dividió el mar delante de su pueblo para alcanzar fama eterna, 13el que los hizo pasar por el fondo del mar sin resbalar, como caballos por el desierto, 14como ganado que baja a la llanura?» El espíritu del Señor los guiaba. Así condujo a su pueblo y alcanzó fama y gloria.
ADORACIÓN Y ALABANZAS DE SUS VÁSTAGOS
Dios ahora tiene hijos. Él mismo declara ellos son mi pueblo, mis hijos no traicioneros. El profeta dice que Dios mismo los salvó, no un enviado suyo, sino el Señor en persona, el mismo Jehová, el Dios eterno. 
Los hizo suyos, descrito en términos de ternura filial. Él los toma en su regazo y los trata con sumo amor. 
ANHELO DE SALVACIÓN. AÚN FALTA ALGO. 
15Mira, Señor, desde el cielo, desde el lugar santo y glorioso en que vives. ¿Dónde están tu ardiente amor y tu fuerza? ¿Dónde están tus sentimientos? ¿Se agotó tu misericordia con nosotros? 16¡Tú eres nuestro padre! Aunque Abraham no nos reconozca, ni Israel se acuerde de nosotros, tú, Señor, eres nuestro padre; desde siempre eres nuestro redentor. 17¿Por qué, Señor, haces que nos desviemos de tus caminos, y endureces nuestros corazones para que no te respetemos? Cambia ya, por amor a tus siervos y a las tribus que te pertenecen. 18¡Qué poco tiempo tu pueblo santo fue dueño del país! Nuestros enemigos han pisoteado tu templo. 19Estamos como si tú nunca nos hubieras gobernado, como si nunca hubiéramos llevado tu nombre.
ANHELO DE SALVACIÓN. AÚN FALTA ALGO.
El Señor Jesús les dijo a sus discípulos que rogaran al Señor de la mies enviar obreros a su mies. Hay una cosecha por levantar. Rogar porque el mundo sea salvo, equivale a que la justicia demandada por Dios se haga realidad en todo pueblo y etnia. 
Roguemos pues que la adoración se extienda al mundo, a etnias, a naciones enteras, porque el Padre busca adoradores en Espíritu y en verdad, y los encuentra sólo por medio del anuncio del evangelio y quien lo cree, es convertido en lo que Dios demanda, justicia, y llega a ser adorador en Espíritu y en verdad.

Isaías 64:1 - 65:25 (DHH) 
DIOS ENOJADO
1Ojalá rasgaras el cielo y bajaras haciendo temblar con tu presencia las montañas, 2como cuando el fuego quema las zarzas o hace hervir el agua. Entonces tus enemigos conocerían tu nombre y las naciones temblarían ante ti. 3Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos, cuando bajaste, las montañas temblaron ante ti. 4Jamás se ha escuchado ni se ha visto que haya otro dios fuera de ti que haga tales cosas en favor de los que en él confían. 5Tú aceptas a quien hace el bien con alegría y se acuerda de hacer lo que tú quieres. Tú estás enojado porque hemos pecado; desde hace mucho te hemos ofendido. 6Todos nosotros somos como un hombre impuro; todas nuestras buenas obras son como un trapo sucio; todos hemos caído como hojas marchitas, y nuestros crímenes nos arrastran como el viento. 7No hay nadie que te invoque ni se esfuerce por apoyarse en ti; por eso te ocultaste de nosotros y nos has abandonado por causa de nuestra maldad.
1. DIOS SE MANIFIESTA
2. DIOS RECIBE A LOS BONDADOSOS
3. DIOS SE ENOJA CON LOS PECADORES.

PETICIONES A DIOS
8Sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro, tú nuestro alfarero; ¡todos fuimos hechos por ti mismo! 9Señor, no te enojes demasiado ni te acuerdes siempre de nuestros crímenes. ¡Mira que somos tu pueblo! 10Tus santas ciudades están convertidas en desierto, Jerusalén está en ruinas, destruida. 11Nuestro santuario glorioso, donde nuestros padres te alababan, quedó destruido por el fuego. ¡Todo lo que más queríamos está en ruinas! 12Y ante todo esto, Señor, ¿no vas a hacer nada? ¿Te vas a quedar callado y vas a humillarnos hasta el extremo?
1. NO TE ENOJES MUCHO.
2. INTERVÉN EN NUESTRO FAVOR, SÉ BUEN PAPÁ. 




ISAÍAS 65
DIOS PARA LOS NO JUDÍOS

1El Señor dice: «Los que no me habían pedido nada fueron los que acudieron a mí; los que no me habían buscado fueron los que me encontraron. A un pueblo que no me había invocado fue al que le dije: «Aquí estoy.» 2Todo el día extendí mis manos para atraer a un pueblo rebelde que iba por caminos perversos siguiendo sus propios caprichos; 3un pueblo que en mi propia cara me ofendía continuamente; que ofrecía sacrificios a los dioses en los jardines y quemaba incienso en altares de ladrillo; 4que se sentaba entre los sepulcros y pasaba las noches en sitios escondidos; que comía carne de cerdo y llenaba sus ollas de caldos impuros. 5Dicen: «Quédate ahí, no me toques; soy demasiado sagrado para que me toques.» Esa gente es como fuego que arde todo el día; me molestan como el humo en las narices. 6Pero todo esto está escrito delante de mí, y no voy a quedarme cruzado de brazos; voy a darles su merecido, 7tanto por los crímenes de ellos como por los de sus padres. Ellos quemaban incienso sobre los montes y me ofendían en las colinas. Haré primero la cuenta y les daré su merecido.» El Señor lo ha dicho.
1. PLAN MULTIÉTNICO.
2. GENTILES ATRAÍDOS POR DIOS.




EL NUEVO PUEBLO DE DIOS: MULTIÉTNICO
8El Señor dice: «Cuando las uvas tienen mucho jugo la gente no las echa a perder, porque pueden sacar mucho vino. Así haré yo también por amor a mis siervos: no destruiré a toda la nación. 9Haré que Jacob tenga descendientes y que haya gente en Judá que viva en mis montañas. Mis elegidos poseerán la tierra, mis servidores vivirán allí. 10El valle de Sarón se llenará de rebaños y en el valle de Acor pastará el ganado que tendrá el pueblo que me busca. 11Pero a ustedes que se apartan del Señor y se olvidan de mi monte santo, que ofrecen comida y vino a Gad y Mení, dioses de la fortuna, 12mala fortuna les espera: los haré morir a filo de espada. Porque yo los llamé y ustedes no respondieron; les hablé y no me escucharon; hicieron lo que yo no apruebo, escogieron lo que a mí me disgusta.»
13Por eso, el Señor dice: «Mis servidores tendrán de comer, pero ustedes sufrirán hambre; ellos tendrán de beber, pero ustedes sufrirán sed; ellos se alegrarán, pero ustedes quedarán en ridículo; 14ellos cantarán de alegría por el gozo de su corazón, pero ustedes gritarán y llorarán por la tristeza y la aflicción. 15Mis elegidos usarán el nombre de ustedes para maldecir y desear la muerte a otros, pero a mis siervos les cambiaré de nombre. 16Cualquiera que en el país pida una bendición, la pedirá al Dios fiel; y cualquiera que en el país haga un juramento, jurará por el Dios fiel. Las aflicciones anteriores han quedado olvidadas, han desaparecido de mi vista.
1. LOS IDÓLATRAS SERÁN DESTRUIDOS. 
2. DIOS ES FIEL, PETICIÓN Y ADORACIÓN. 
3. NUEVOS NOMBRES, NUEVA NATURALEZA. 

NATURALEZA DE LA NUEVA CREACIÓN
17«Miren, yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva. Lo pasado quedará olvidado, nadie se volverá a acordar de ello. 18Llénense de gozo y alegría para siempre por lo que voy a crear, porque voy a crear una Jerusalén feliz y un pueblo contento que viva en ella. 19Yo mismo me alegraré por Jerusalén y sentiré gozo por mi pueblo. En ella no se volverá a oír llanto ni gritos de angustia. 20Allí no habrá niños que mueran a los pocos días, ni ancianos que no completen su vida. Morir a los cien años será morir joven, y no llegar a los cien años será una maldición. 21La gente construirá casas y vivirá en ellas, sembrará viñedos y comerá sus uvas. 22No sucederá que uno construya y otro viva allí, o que uno siembre y otro se aproveche. Mi pueblo tendrá una vida larga, como la de un árbol; mis elegidos disfrutarán del trabajo de sus manos. 23No trabajarán en vano ni tendrán hijos que mueran antes de tiempo, porque ellos son descendientes de los que el Señor ha bendecido, y lo mismo serán sus descendientes. 24Antes que ellos me llamen, yo les responderé; antes que terminen de hablar, yo los escucharé. 25El lobo y el cordero comerán juntos, el león comerá pasto, como el buey, y la serpiente se alimentará de tierra. En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño.» El Señor lo ha dicho.
1. ESPERANZA: MOTIVO DE GOZO Y ALEGRÍA.
2. AUSENCIA DE PENA, DOLOR, SUFRIMIENTO, TRISTEZA (DIOS MISMO SENTIRÁ GOZO). 
3. VIDA SIN FIN.
4. AUSENCIA DE INJUSTICIA: ARMONÍA PERFECTA.
5. NATURALEZA DE LA FAUNA TRANSFORMADA. 


Isaías 66 (DHH)
INTRO
Desde el Génesis tenemos relaciones rotas, asesinatos, robos, fraudes, abusos físicos (hablamos de mujeres violadas y de hombres también), de guerras de exterminio, odios étnicos con exterminio de la mano, de guerras de conquista y botín o botines de guerra espada en mano, orgullos asesinos y la astucia celebrada con alardes…
Abusos se prohíben en la Ley, la Torá, y se previene al pueblo de Dios contra el soborno y el abuso en contra de huérfanos, viudas y migrantes.
Todo este entorno nos habla de justicia. El pueblo de Dios no tiene que indagar qué es justicia. Filosofar, discurrir para averiguar qué es lo justo, lo bueno, es recorrer un camino trillado, barato, inútil, pues ya Dios le ha declarado al hombre qué es bueno y qué le pide el Señor: amar misericordia y humillarse delante de Dios. 
La justicia social, la ruptura de relaciones es de fundamento espiritual en toda la Biblia. En esencia la justicia es paz en las relaciones. Esta paz es la bendición de Dios para las relaciones. 
La justicia se consigue cumpliendo y haciendo la voluntad de Dios. Nunca de otra manera. Dios castigó con un dolor inconcebible al pueblo judío por apartarse de la justicia pedida e indicada por Dios. 
Israel torció el derecho, pervirtió la justicia, deshonró la rectitud, violó los mandamientos, se hizo pueblo perverso y cometió toda justicia posible. Los profetas reaccionaron a las injusticias declarando un castigo divino. Sería el día del juicio, el día final, el día de Dios. 
Él, Dios, se cobraría toda falta, haría pagar al pueblo por sus maldades. Reitero. La justicia es de naturaleza espiritual. Su fundamento es la relación en paz con Dios. 
Quien rompe su relación con Dios no tendrá paz ni con Dios ni con su prójimo en diferentes niveles, familia, comunidad, nación. 
Dios prometió castigo si se cometían injusticias y cumplió lo prometido. Sin embargo hemos de ver la justicia en dos planos: el social, que enardece a Dios, y el espiritual, que parece estar en el trasfondo de la realidad social. 
Si vemos la justicia sólo en su manifestación espiritual no comprenderemos la indignidad manifestada por Dios en voz de sus profetas. Hasta diríamos “qué exagerado es Dios; hacer tanto ruido porque alguien hizo una venta un poquito más caro de su valor, alteró los pesos y medidas y ya, es todo”. 
Pero eso indigna a Dios y los profetas lo expresan. No perdamos de vista esto: la realidad es tomada por Dios para darnos un referente de la realidad que no vemos, la realidad espiritual. Ésta, la realidad espiritual es la que sostiene la realidad física. Lo espiritual va primero, ha sido primero, es lo eterno, y eso que no vemos creó lo físico. 
Pero, para darnos una idea de esa realidad espiritual Dios nos habla en términos conocidos por nosotros para comprenderlo a él, amarlo, servirlo y vivir para agradarlo en Cristo. 
Entonces, justicia, derecho, juicio, son violados y eso indigna a Dios. La otra justicia, la espiritual, que es sustento de la social, también agrada a Dios por sobre todas las demás. Pero el hecho de recibir de gracia, como don, como dádiva, y tener paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, no nos libera de practicar la justicia social. Más bien, porque Dios nos ha concedido esa justicia, la espiritual, entonces con alegría, con amor por el prójimo, con empatía con Dios, vivimos la identidad con el desprotegido, el migrante, el huérfano, la viuda, el desempleado, encarcelado, enfermo, abusado, hambriento, robado y despojado.
Nos indignan los feminicidios, los asesinatos, los robos descarados y cínicos de los líderes políticos, militares y empresariales. 
Nos indigna, nos duele la injusticia humana cínica, descarada, abierta e insolente que menosprecia el buen mensaje de compasión de Dios manifestado en el evangelio y que no para en el menosprecio del mensaje, sino que más aún, desafía, persigue y mata a los mensajeros de Cristo que no hacen sino bendecir a todo enemigo de Cristo.  
La justicia de Dios se manifestará en plenitud, a pesar de todo, en las relaciones globales, multiétnicas, en todo el orbe, en todo el planeta será vista la gloria de Dios en las relaciones de la nueva humanidad, justificada por Dios, como veremos en este último capítulo de Isaías. 
NUEVA CREACIÓN, NUEVA HUMANIDAD 
1El Señor dice: «El cielo es mi trono y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Dónde podrán construirme una casa? ¿Dónde podrán hacerme un lugar de descanso? 2¡Yo mismo hice todas estas cosas, y así empezaron a existir! Yo, el Señor, lo afirmo.
«El hombre en quien yo me fijo es el pobre y afligido que respeta mi palabra. 3Pero hay quienes sacrifican un toro, y también matan a un hombre; degüellan una oveja, y también desnucan un perro; ofrecen cereales, y también la sangre de un cerdo; queman incienso, y también adoran a un ídolo. A los que escogieron esos ritos detestables, les encanta hacer todo esto. 4Yo también escogeré el sufrimiento para ellos, y les traeré lo que ellos tanto temen. Porque llamé y nadie me respondió, hablé y nadie me escuchó; hicieron lo que yo no apruebo, escogieron lo que a mí me disgusta.»
1. DIOS ES SOBERANO.
2. NADA SATISFACE A DIOS.
3. DIOS SE AGRADA DE LOS HUMILDES.

GLORIA DE DIOS, ESCARNIO, DISCÍPULOS FIELES
5Escuchen la palabra del Señor, ustedes que respetan su palabra: «Algunos compatriotas de ustedes, que los odian, que los persiguen porque invocan mi nombre, dicen: «Que el Señor muestre su gloria; queremos verlos alegres.» Pero ellos quedarán en ridículo. 6Ese estruendo que viene de la ciudad, ese ruido que viene del templo, es el ruido que hace el Señor al dar su merecido a sus enemigos.
GLORIA DE DIOS, ESCARNIO, DISCÍPULOS FIELES
Gente fiel a Dios es motivo de escarnio, perseguida por invocar su nombre. Ser adoradores. 
Apocalipsis muestra un cuadro con adoradores de Dios sacrificados, asesinados, torturados por dar testimonio de la Palabra de Dios:
9Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. 10Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos. Apocalipsis 6:9-11 (RVR1960)
DIOS HACE NACER UN NUEVO PUEBLO PARA ÉL
7«Sión dio a luz en un momento, antes de sentir los dolores del parto. 8¿Quién ha oído decir algo parecido? ¿Quién ha visto algo semejante? ¿Nace una nación en un solo día? ¿Nace un pueblo en un momento? Pero cuando Sión comenzó a sentir los dolores, en seguida dio a luz a sus hijos. 9¿Cómo iba yo a impedir el nacimiento, si yo soy quien hace dar a luz?» El Señor tu Dios lo ha dicho. 10«Alégrense con Jerusalén, llénense de gozo con ella todos los que la aman; únanse a su alegría todos los que han llorado por ella; 11y ella, como una madre, los alimentará de sus consuelos hasta que queden satisfechos. 12Porque yo, el Señor, digo: Yo haré que la paz venga sobre ella como un río, y las riquezas de las naciones como un torrente desbordado. Ella los alimentará a ustedes, los llevará en sus brazos y los acariciará sobre sus rodillas. 13Como una madre consuela a su hijo, así los consolaré yo a ustedes, y encontrarán el consuelo en Jerusalén.» 14Cuando ustedes vean esto, su corazón se alegrará; su cuerpo se renovará como la hierba. El Señor dará a conocer su poder entre sus siervos, y su ira entre sus enemigos. 
DIOS HACE NACER UN NUEVO PUEBLO PARA ÉL
Su nacimiento es acorde con la nueva creación. No es una etnia renovada. No es un tema político o social. Es un pueblo espiritual, complemento de nuevos cielos y nueva tierra, donde no hay pecado sino santidad, no hay inmundicia sino pureza, no hay maldad sino integridad, no hay malignidad sino bondad.
No faltará quien diga que este nuevo pueblo es la etnia israelita y que la fecha de su nacimiento como estado moderno es el 14 de mayo de 1948. 
Pero no. Quien lea cuidadosamente verá que es un pueblo acorde con la nueva creación que, en el mayor contexto bíblico, cumple con el propósito de Dios de tener un cosmos lleno de su presencia, su gloria, su santidad y bajo su soberanía.
Hablamos de un nuevo pueblo multiétnico, multicultural, sin nacionalismos ni estrecheces que muestran su naturaleza discriminadora de otras culturas por otras culturas y menosprecia a etnias por su color o raza. 
¿Pero cuándo se cumple esta profecía? ¿Cuándo gente vive un nacimiento de manera masiva y multiétnica? ¿Cuándo gentes procedentes de muchas naciones y de muchas etnias van a Jerusalén y oyen la Palabra de Dios, se convierten a Cristo, creen en el evangelio y nacen de nuevo? ¿Cuándo por primera vez en la historia se tiene el registro de conversión de manera masiva, multitudinaria y nace un pueblo compuesto por gente de muchos idiomas, razas, pueblos y naciones? El Espíritu Santo les es concedido como garantía de ser nueva creación, nueva humanidad, integrantes del reino de los cielos?
Hechos 2 es el relato de un nuevo pueblo, el pueblo de Dios, descrito más adelante por Pedro como real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para anunciar las virtudes de Cristo. 
Las epístolas de Pedro son dirigidas a naciones, pueblos y etnias no judías, que en el contexto judío son goyim, paganos, gente no judía. 
A esta gente no judía Pedro la llama real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para anunciar las virtudes de Cristo. 
Éstos que reciben las cartas de Pedro, de Juan, de Pablo, Santiago, son el nuevo pueblo, la nueva humanidad en Cristo. 
La paz llegó a Jerusalén, por medio del evangelio, por medio de Cristo. Este Mesías fue y es su Paz, así como es la paz de su pueblo. 
No es paz social, física, ni financiera ni política o militar. Es una paz espiritual cuya naturaleza se impone sobre la muerte, el sufrimiento infligido por predicar el evangelio, el dolor sufrido por ser torturado por predicar el evangelio, es la paz que triunfa sobre el pesimismo, la muerte, la espada, la persecución y, a pesar de toda adversidad, predica amor, perdón y reconciliación entre el hombre y Dios, y entre hombre y hombre. 

LA TIERRA SERÁ LLENA DE SU GLORIA
15Porque el Señor llega en medio de fuego, sus carros parecen un torbellino; va a descargar el ardor de su ira y las llamas ardientes de su castigo. 16Sí, el Señor va a hacer el juicio con fuego, va a juzgar a todo el mundo con su espada y hará morir a muchos. 17-18El Señor afirma: «Los que se consagran y purifican para el culto pagano en los jardines siguiendo a uno que va en medio, los que comen carne de cerdo, de rata o de otros animales impuros, serán exterminados de una sola vez, porque yo conozco sus acciones y sus pensamientos. «Entonces vendré yo mismo a reunir a todos los pueblos y naciones, y vendrán y verán mi gloria. 19Yo les daré una señal: dejaré que escapen algunos y los enviaré a las naciones: a Tarsis, a Libia, a Lidia, país donde saben manejar el arco, a Tubal, a Grecia y a los lejanos países del mar, que nunca han oído hablar de mí ni han visto mi gloria; ellos anunciarán mi gloria entre las naciones. 20Harán venir de todas las naciones a todos los compatriotas de ustedes, a caballo, en carros, en literas, en mulas y en camellos. Serán una ofrenda para mí en Jerusalén, mi monte santo, como las ofrendas que traen los israelitas en vasos limpios a mi templo. Yo, el Señor, lo he dicho. 21«A algunos de ellos los elegiré para que sean sacerdotes y levitas. Yo, el Señor, lo he dicho.» 22También afirma el Señor: «Así como el nuevo cielo y la nueva tierra que yo voy a crear durarán para siempre, así también durarán tus descendientes y tu nombre. 23Y cada mes, en el día de la luna nueva, y cada semana, en el sábado, todos los hombres vendrán a postrarse delante de mí. Yo, el Señor, lo he dicho
LA TIERRA SERÁ LLENA DE SU GLORIA
En términos conocidos por el pueblo judío se describe una futura humanidad. Algunos de las naciones paganas son enviados por Dios a predicar de él, de su mensaje, de sus planes a otras etnias, naciones y pueblos. 
Estas etnias harán que los judíos sean convertidos a Dios. El pueblo judío, que se había apartado de Dios y había sido enviado al exilio es descrito vuelto a Dios, comparando su conversión con volverse a la tierra de Palestina como adoradores de Dios junto con las demás etnias. 
Note bien, todas las demás etnias son comparadas a levitas, como la tribu que servía en el templo. Nadie podía entrar en el templo ni acercarse a él a ejercer un ministerio a menos que fuese levita.
¡Sin embargo aquí son no judíos, goyim, quienes son llamados a fungir como levitas, como hemos dicho unas líneas atrás. Como paganos son llamados real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios. 
¿Qué nos trae esto a la memoria? El Éxodo, cuando Dios sacó de Egipto a todos los judíos y los hizo su pueblo, y de entre ellos nombró a unos, los levitas, real sacerdocio. ¿Y qué está haciendo ahora Dios con los no judíos? ¡Un real sacerdocio!
¡Guau! Estoy hablándole a gente del nivel de Aarón, el sumo sacerdote, el único que tenía el privilegio de entrar en la mismísima presencia de Dios en el templo.
¿Necesitamos sacerdotes para que intercedan por nosotros? ¿O tenemos todos cuantos hemos creído en Cristo que todos podemos, como Aarón entrar en la mismísima presencia de Dios?
¡Sí! Todo creyente en Cristo es sumo sacerdote. Mujer, eres sacerdotisa, si crees en Cristo, si él es tu Señor y tu salvador, eres sacerdotisa, con autoridad para entrar en la mismísima presencia de Dios. Tu esposo, si eres casada, no es tu líder para representarte ante Dios. Ah, pero tú tampoco representas a nadie, ni a tu esposo o hijos.
No confundamos, todos podemos (y debemos hacerlo), ser intercesores, gente que se une en oración por sus hermanos, pero nuestros hermanos también pueden interceder por nosotros y unírsenos en oración, unos por otros. 
Pero eso nos da unidad, no nos convierte en sumos sacerdotes de otros. Más bien todos, como sumos sacerdotes, entramos en la presencia de Dios para pedir unos por otros. Entre ellos hay niños, adolescentes, jóvenes, niñas, viejos ancianos y ancianas (no viejas), adultos, morenos, güeros, flacos, negros, chaparros y altos, de toda talla…
Y entre ellos se pasea Dios, quien ha llenado a esta nueva creación con su gloria. Toda la tierra está llena de su gloria, la paz abunda, su gobierno se manifiesta en plenitud, nada escapa de manifestar su gloria, su luz y su presencia están en todas partes, es adorado con todo cuanto se hace y la perfección deseada, le felicidad perfecta, armónica y santa, es plena abundante y sin fin. 
Cristo es Rey de reyes y Señor de señores y todos somos sus siervos. 

 SEPARACIÓN ETERNA
24«Vendrán y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí. Los gusanos que se los comen no morirán, y el fuego que los devora no se apagará. ¡Serán algo repugnante para toda la humanidad!»
En medio de todo, hay otro final de contraste. Sí hay consecuencias de rechazar el evangelio. Hay una condenación eterna, llamada infierno. 
El mensaje del evangelio es que aún hay tiempo. Arrepintámonos, volvámonos a Dios, dejemos nuestro pecado y apego al mundo. 
Nuestra adherencia al pecado y al mundo terminarán en muerte eterna, en sufrimiento sin fin. Entre dos finales, cada uno es responsable de su destino. Nadie habrá de culpar a otro por su destino, por su final. 
Aclaro. No hay cristianos de cuna. Nadie nace cristiano. Nadie. Todo mundo necesita volverse a Dios, niños, jóvenes, adolescentes, adultos, ancianos. Todos. 
Nadie nace cristiano. Algunos nacen de padre o madre cristianos. Pero eso no te hace cristiano. Cristiano te hace reconocer tu pecado, confesárselo a Dios, reconocer que la muerte de Cristo fue el pago de Cristo por tus pecados y deudas espirituales que jamás podrías pagar, pero que Cristo pagó con su muerte por ti. 
El mensaje para ti es: vuélvete a Dios. No pienses “pecaré, disfrutaré un poco más ciertos pecados o pecadillos que he deseado cometer y después, cuando ya haya disfrutado todo, entonces me volveré a Dios y reconoceré a Cristo como mi salvador”. 

Nadie sabe el momento de su muerte. La muerte te puede llegar hasta estando dormido. Te lo dicen quienes mueren asesinados, en accidentes, terremotos, explosiones, choques, incendios…