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domingo, 10 de enero de 2021

EL MESÍAS, HOMBRE PERFECTO DE DIOS

La creación. Toda la creación, el universo entero, fue creado para la gloria de Dios. Uno de los 5 solos de la Reforma, dice: «Soli Deo gloria», “Sólo a Dios la gloria”. 

Si se intenta descubrir un sentido a la creación, un propósito, es darle gloria a Dios. Y con la creación del hombre es igual: “Te alabo porque soy una creación admirable” Sal 139.14. 

La identidad es tratada por el ser humano como una necesidad. El ser humano necesita saber de sí mismo sus orígenes y el propósito de su existencia. 

Cuando el salmista expresa: “Te alabo porque soy una creación admirable”, expresa su origen: Dios. Él es creación de Dios, para la gloria de Dios. Dios lo creó con un propósito y Dios cumple sus propósitos en su creación global: universo e individuos. 

Hoy iniciamos con Mateo. Y Mateo inicia con la identidad. Hay una pregunta de fondo: ¿Quién es Jesús? Y Mateo la contesta a lo largo de todo su evangelio, sobre todo con una afirmación repetida: “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo…» Mateo 1:22 (RVR1960)

Para comprender mejor La Escritura, es de suma importancia asumir una postura para ver el entorno, el mensaje y su propósito. Hay que asumir esta perspectiva: Mirar en retrospectiva al Antiguo Testamento, siempre desde el Nuevo. 

Al mirar al Antiguo Testamento desde el Nuevo, constatamos esto: El Nuevo Testamento nos dice qué significa lo dicho por un profeta, qué significado tiene el pueblo descendiente de Abraham, qué significado tuvo el templo y los elementos dentro de él, para qué Dios levantó a Josué, a Moisés…

Y el Nuevo Testamento nos dirá que todo apuntaba a Cristo. Todo. Nos dirá que Cristo es el centro de toda profecía, de toda promesa y propósito de Dios. Cristo es quien cumple con todo el plan redentor y profético de Dios. 

Un error cometido por muchos. Yo lo cometí hace muchos años, es hacer lo contrario: ver hacia el futuro desde el Antiguo Testamento, como hacían los judaizantes. 

Los judaizantes caminan desde el Antiguo Testamento y lo quieren aplicar al Nuevo. Por eso ponen en primer lugar cumplir con la Ley, posicionan filtros para seguir a Jesús y establecen una fórmula para ser salvos. Su fórmula es: Cristo + La ley. Repito. En su cabeza tienen este concepto: Cristo + la Ley es igual a ser salvo. Por eso insisten en que no se puede ser cristiano si uno no se circuncida. Para ellos el sacrificio de Cristo no es suficiente. 

Otros corren el riesgo de establecer filtros para más áreas de la vida cristiana. No adoras, no alabas, no tienes al Espíritu Santo, no eres salvo, no eres nacido de nuevo, no… si no cumples con estos requisitos.   

Sin embargo, en Mateo tenemos la identidad de Cristo y lo que Cristo afirma respecto a toda la Torá, a todo el plan de Dios en el Antiguo Testamento: “vine a cumplir”. Y el apóstol Pablo lo corrobora cuando dicen en 2 Corintios 1:20 «porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. RVR60

«pues en él se cumplen todas las promesas de Dios. Por esto, cuando alabamos a Dios, decimos «Amén» por medio de Cristo Jesús.» (DHH)

VEAMOS MATEO 1

Mateo 1 (RVR1960) 

¿QUIÉN ES JESÚS?

1Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. 2Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. 3Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram. 4Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón. 5Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí. 6Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. 7Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. 8Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. 9Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. 10Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. 11Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia. 12Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 13Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor. 14Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud. 15Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; 16y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. 17De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.

Veamos algunas consideraciones acerca del número 14, reiterado por Mateo. 

En primer lugar, 14 es par del número perfecto 7. Y en el texto tenemos pares de la perfección, pero los pares son 3, y suman 6, número del hombre. 

Para llegar a la perfección se necesita un número singular, una persona única, y esa persona es Jesús, el Mesías de Dios. 

Veamos el desglose de los números. David, en los números representa el 7. Cada una de las consonantes tiene un valor, como vemos enseguida. 



El desglose de los pares de los pares de 7 es así:


La perfección es llevada a su plenitud por la persona misma del Mesías.Él es el 7, la perfección, el perfecto, el hombre perfecto de Dios, en quien El Padre tiene contentamiento, plena alegría y satisfacción.

Los puntos a destacar en esta sección, son: 


1. Jesús es descendiente de Abraham, un gentil arameo. Hoy diríamos un iraquí. 1

2. Jesús es descendiente de David. Es el Mesías prometido. 1

3. Jesús desciende de antecesores pecadores, violadores de la Ley. Judá y Tamar. 3

4. Jesús tiene antecesores reprobados por la Torá (moabitas). 5 

5. Jesús desciende de antecesores adúlteros y asesinos. 5


6. El linaje de Cristo es inclusivo. No hay discriminaciones en su familia. Cabe todo mundo. Mujeres, pobres, ricos, asesinos, estafadores, adúlteros, asesinos, etnias despreciadas… todo mundo es bienvenido a la familia formada por Dios en Cristo. 

Mateo hace una lista del linaje de Cristo y notemos algo: empieza con un rey, a quien Dios le prometió un hijo rey eterno, poderoso, que someterá a todos los reinos de la tierra. 

El primer personaje es el rey David. El segundo es Abraham, un gentil, no judío, a quien Dios le prometió que le daría una descendencia tan grande como las estrellas, como la arena del mar, y este gentil es padre de muchos gentiles, de muchas etnias. 

Aclaro, gentil es sinónimo de etnia, y Abraham es padre de todas las etnias. Incluso de la etnia gentil llamada judíos. Ellos también son gentiles que, al paso del tiempo, se creyeron especiales, de mayor valor racial y religioso, pero Abraham es lo contrario de ese sentir. 


¿QUIÉN ES JESÚS?

18El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 

1. HIJO DE DIOS, NO DEL HOMBRE. EL SEGUNDO ADÁN. 18 Y 20

2. ES EL MESÍAS SALVADOR. 21

3. SALVARÁ A SU PUEBLO DE SUS PECADOS. 20

4. ES QUIEN CUMPLE CON TODA PROFECÍA. 22–23

5. ES DIOS ENCARNADO. 23–24


HIJO DEL PUEBLO

24Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. 25Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

1. Un padre piadoso. 

2. Una familia normal en lo religioso y social. 

3. Jesús, un varón del pueblo. 


Mateo nos habla como un varón de la etnia judía, como un hombre que caminó con Jesús y como testigo de él, como uno de sus discípulos.

Relata, como apóstol, cómo se cumple el plan de Dios, y cómo se llevan a cabo por medio de Cristo. 

Conocedor de la Torá, de la Ley, conoce la historia del pueblo descendiente de Abraham y las profecías y promesas a Abraham y al pueblo, y a David. 

 Desde su inicio presenta a Jesús como el Mesías prometido. El cumplimiento de las profecías y promesas de Dios en Cristo es una afirmación a lo largo de todo el evangelio. 

Presenta un Mesías imposible de creer en él, un salvador de pecados, no un rey guerrero conquistador de naciones que posiciona a los judíos por encima de todas las etnias. 

El Mesías guerrero, que extermina a otros reyes y los somete con violencia, no existe en la mente de Dios, ni son sus enemigos. El enemigo a vencer no son las potencias militares, sino Satanás, el pecado y la muerte, y el Mesías es justo eso, el vencedor de los enemigos de Dios. 

 Este Mesías es la encarnación misma del corazón de Dios, quien desea rescatar a su pueblo de las garras del pecado y de la muerte, traídos por Satanás a la raza humana. 

La muerte es la zona de enemistad con Dios, donde Dios irrumpe por medio de Cristo. La muerte llegó de dos orígenes a la humanidad. La primera de ellas es Satanás, quien tienta a la mujer, ésta cae en el engaño. 

El segundo origen de la muerte son ella y su esposo, cuando ella arrastra al hombre en su pecado. Aclaro. El relato bíblico no culpa más a la mujer que al hombre. Ambos son igual de responsables por su decisión. 

En el diablo y el ser humano se origina la muerte. El apóstol Pablo aclara que la muerte es el pago del pecado. Morimos porque pecamos, no porque haya un ciclo biológico. 

«Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna», escribió el apóstol, quien además define a la muerte como el último enemigo a vencer. 

El último enemigo a vencer no son las potencias militares. El reino de Cristo no es un reino como los de este mundo y se lo dijo al representante del imperio más poderoso de su tiempo, a Pilato, quien le dijo al Señor Jesús que tenía poder sobre Cristo, cuya respuesta a Pilato fue: no tendrías poder si no te fuera dado, indicando que el poder lo da Dios.

El ser humano cayó ante el diablo y la muerte entró en el mundo por el pecado de ese hombre. Por lo tanto, un hombre deberá vencer al diablo. Ese hombre, llamado segundo Adán, es Cristo, es Emmanuel, Dios con nosotros, quien vive en, entre y con nosotros. 

Dios con nosotros es más que una compañía, más que una presencia. Que lo es, sin duda alguna, sólo que al mirar con mayor detenimiento y atención su persona, es eso y más. Es Dios mismo, el Eterno Jehová hecho hombre. 

Por eso Mateo presenta una realidad imposible de creer, presenta a Emmanuel, como al principio de la creación, cuando Adán y Eva tenían una relación, convivían, hablaban y se relacionaban en una relación personal con el Dios Eterno, Jehová. 

Dios Jehová dejó de ser un Dios lejano y se hace palpable. La carta a los Hebreos dice que tenemos un Sumo Sacerdote que puede comprendernos porque se hizo hombre y, como tal, ha experimentado el sufrimiento humano en carne. 

Emmanuel ha sufrido lo mismo que tú. ¿Sabes qué significa que él sea Emmanuel, “Dios con nosotros”? Significa que ha vivido tus tentaciones. Sabe qué se siente estar solo, sin que nadie te comprenda. Le constan las traiciones, si acaso has sido traicionado. Te comprende, no por empatía, sino porque él hizo al ser humano, con todo el cableado, toda la programación para percibir el mundo y su realidad con todas las emociones y sensaciones que tú tienes. 

¿Te comprenderá cuando lloras, cuando sufre violencia, incomprensión o de enfermedades que te hacen experimentar quebranto y deseas la muerte? ¿Te has sentido abandonado por Dios y la familia, los amigos, los compañeros de ministerio, el cónyuge, tu hermano o tu mejor amigo o amiga? ¿Estarás solo o te sentirás en soledad cuando vives apuros financieros, carencias, desempleo, o persecución y difamación de quienes se decían tus amistades? 

¿Qué es “Emmanuel con nosotros”? Es justo eso, Dios contigo en cualquier circunstancia. Dios salva al ser humano del pecado y sus consecuencias. Experimentar soledad equivale a experimentar el abandono de Dios, la maldición de Dios sobre uno mismo. 

Sin embargo, en Cristo Dios ha roto toda maldición y se ha acercado al ser humano en toda plenitud, en toda circunstancia, en todo momento y de manera absoluta. 

Y eso quiere decir que si alguien es capaz de comprenderte en plenitud de tus necesidades emocionales, mentales, espirituales, familiares y sociales, es Cristo, Emmanuel, Dios con nosotros, y no sólo cuando estés sufriendo, sino en todo tiempo. 

Más aún, eso quiere decir que en tus mayores necesidades de consuelo él está a tu lado, contigo, en lo más profundo de ti, como la realidad dominante de tu vida, la espiritual.

Dios ha hablado de sí mismo y se ha presentado como el Dios tierno, consolador, dinámico, sensible, vibrante y poderoso de manera espiritual, en el campo de la fe. 

No pienses que hablo del dominio de las emociones solamente. No, hablo de la realidad mayor, del campo de la fe. Por eso, aun cuando te sientas abandonado, perdido, maldecido por Dios y la gente, si has creído en Cristo como el Mesías de Dios, redentor y salvador, entonces la fe es el campo dominante de tu realidad. 

Así, a pesar de cómo te sientas, a pesar tus dificultades, problemas, carencias, sufrimiento, soledad, quebranto, penurias, dolor y agonías, Dios está contigo, y lo sabes porque él lo prometió, y no sujeta ni condiciona el cumplimiento de su promesa a que te sientas bien, feliz, alegre, optimista o bien en todo sentido. 

No. El cumplimiento de su palabra depende de él, y jamás ha faltado a ninguna promesa. Todas, absolutamente todas, las cumple, si son personales o colectivas. Y todas, en La Escritura, te llevan a Emmanuel, al Dios que está contigo en todo tiempo. 

Si recorres La Biblia constatarás que su promesa de redención en Génesis se va desarrollando hasta llegar a su consumación en Apocalipsis. 

Todo termina con la muerte de la muerte y la instalación del reino de Dios en definitiva. Y quien gobierna y tiene el dominio cósmico es Cristo, el Rey de reyes y Señor de señores. 

Este Emmanuel es el salvador de su pueblo. Y quien lea con cuidado a Mateo verá que su pueblo no es la etnia judía, sino el pueblo llamado iglesia, compuesto por todas las etnias del mundo, por todos los que tienen la misma fe de Abraham, la fe en Cristo Jesús. 

Este Emmanuel es quien les dice a sus discípulos que vayan a discipular a todas las etnias, porque él ha recibido toda autoridad y poder y, como rey, comisiona a los apóstoles a ir por el mundo a predicar el evangelio del reino para que su pueblo sea salvo. 

“Él salvará a su pueblo de sus pecados”, no es Israel. Su pueblo salvado está constituido por quienes admiten su pecado delante de él y creen que su muerte los redime de la condenación eterna en el infierno y, por su perdón vivirán en su reino por la eternidad. 

El pueblo salvado de sus pecados es el pueblo que reconoce el sacrificio del cordero de Dios, Cristo, como el sacrificio expiatorio y redentor, como el sacrificio que da perdón y vida eterna, reconciliación y paz con Dios. 

El pueblo salvado es el pueblo reunido cada domingo para celebrar su resurrección, su victoria sobre el pecado, la muerte y Satanás. 

Él ha vencido, su pueblo es salvado y lo adora, vive para él, vive con sentido, su existencia tiene significado y éste está centrado en vivir para él, en adoración y extensión de su mensaje. 

Iglesia. Emmanuel está contigo. Vive lo que hayas de vivir con esperanza, porque él jamás te abandonará ni se olvidará de ti, aunque lo parezca. 

Dio su vida en garantía. Y nadie puede deshacer su sacrificio, por lo tanto su garantía es eterna, así como la salvación que te dio. Él está contigo. Vive en esperanza. Su consuelo será puesto de manifiesto y verás cómo él engrandece su nombre y su gloria sobre ti. 

Confiésalo ante el mundo, declárale al mundo la esperanza de perdón, salvación y paz ofrecidos por Dios en Cristo Jesús. El mundo necesita esta esperanza y salvación, le urge vivir el perdón de sus pecados para vivir por la eternidad. 

Pero eso ya es tuyo, descansa en él, enamórate de él, él está y estará contigo por la eternidad. Bendita seas del Señor, iglesia. Él está contigo. 

sábado, 9 de enero de 2021

LA PALABRA DE DIOS NO ESTÁ CONFINADA


Nos gozamos porque este año, a pesar de la pandemia, en todo el mundo la iglesia del Señor buscó la manera de mantener su vida en comunidad. 


El apóstol Pablo le escribió a Timoteo: 


…por causa del evangelio soporto sufrimientos, incluso el estar encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. 2 Tim 2.9


Como encarcelados o encadenados, hemos vivido la mayor parte de este año. 

Sin embargo, y para nuestra alegría, La Palabra de Dios ha circulado, más que nunca, por los caminos de las redes sociales abarcando zonas inaccesibles para muchos de nosotros. 


Además, los alcances han sido a niveles y culturas tan ajenas y lejanas para nuestras posibilidades, que en medio de todo corroboramos lo dicho por el apóstol a su discípulo, y La Palabra corre como sangre por las venas del cuerpo del mundo, circula como vehículo por toda avenida de comunicación del planeta tierra. 


Parece irónico, pero ante las luchas ideológicas derivadas de las corrientes posmodernas, humanistas, y las derivadas de la educación y las nuevas líneas de género y orientación sexual, contrarias a la fe bíblica, La Palabra no puede ser amordazada, así como no lo fue por los imperios y sus ideologías, como fueron en su momento Roma, China y Rusia, Cuba…


La Palabra de Dios no está presa, confinada, encadenada. Al contrario, poderosa como es, liberada por Dios, en medio de toda circunstancia adversa, revestida de cultura de avanzada, todo ataque será, al fin y al cabo, satánico.  


La Palabra nos ha edificado en todo momento. Hemos sido bendecidos por mensajes pertinentes, renovadores, desafiantes, convocadores a ser consagrados, humildes, fieles seguidores del Señor, solidarios en medio de toda necesidad. 


Quienes han enfermado fueron asistidos, cuidados y contaron con supervisión día a día. 

El Señor ha mostrado su gloria en una congregación (Príncipe de Paz), que ha mantenido su fervor en cada domingo, reunida para ser bendecida, incluso, con la vida de compañerismo, de intercambio de testimonios, de mantenernos informados de nuestras familias, de exponer peticiones…

La Palabra de Dios no está confinada, y la vida en comunidad tampoco. 


Tampoco está restringida a ser predicada sólo por varones, y hemos sido bendecidos por la prédica femenina varios domingos del año, gracias a Dios. 


Risas, alegría, gozo, compañerismo, dicha, todo ello ha sido posible de ser vivido cada domingo de reunión. 


El Espíritu Santo nos ha habitado en toda reunión, de tal manera que todas esas emociones han sido realidad incluso entre semana. 


Nos preparamos para vivir todo este período navideño y el del año venidero con la misma actitud, de tenernos unos a otros en el Señor y compartirnos, darnos a nosotros mismos con lo mejor de lo recibido del Señor. 


Bendito sea el Señor por su gracia concedida a lo largo de todos estos años, y éste no ha sido la excepción, sino uno más, destacando sus bondades, porque donde abundó el pecado abundó la gracia, y donde abundó la crisis (año 2020), sobreabundó su paz. 


Iglesia de Dios, gocémonos unidos, en amor unos por otros, en este año, en este período, y en todo tiempo. 


Su Paz sea sobre nosotros, como ya es una realidad, en Cristo, nuestro amado Señor y salvador.