INTRODUCCIÓN
Su nombre en el canon hebreo es
«Bamidvar» (בְּמִדְבַּר), que traducido es «En el
desierto». Como los cinco libros de Moisés, su nombre se toda de una de las
primeras palabra con que empieza el libro. «1El SEÑOR le habló a Moisés
en el desierto de Sinaí, en la Tienda de reunión, el día primero del mes
segundo, en el segundo año después de que los israelitas salieron de Egipto.»
Aun cuando no es un libro muy leído,
tiene enseñanzas y pasajes de los más citados en el Nuevo Testamento, incluso
para mostrar enseñanza de amor, cuidado, provisión, juicio, culto, y protección
de Dios para con su pueblo. Para nosotros el libro puede ser aburrido si no
vemos su contenido con el interés de la revelación y los propósitos de Dios
para mostrarnos sus planes y las intenciones de cómo vivir de acuerdo con su
revelación.
Tenemos en Números:
REVELACIÓN
LUGAR
FECHA Y
CIRCUNSTANCIAS
RECEPTORES: FAMILIA DE DIOS
LEAMOS 1.1-4.
1El SEÑOR le habló a Moisés en el desierto de Sinaí, en la Tienda
de reunión, el día primero del mes segundo, en el segundo año después de que
los israelitas salieron de Egipto. Le dijo: 2 «Hagan un censo de toda la
comunidad de Israel por clanes y por familias patriarcales, anotando uno por
uno los nombres de todos los varones. 3 Tú y Aarón reclutarán por escuadrones a
todos los varones israelitas mayores de veinte años que sean aptos para el
servicio militar. 4 Para esto contarán con la colaboración de un hombre de cada
tribu, que sea jefe de una familia patriarcal.
REVELACIÓN
«1El SEÑOR le habló a Moisés en el
desierto de Sinaí, en la Tienda de reunión, el día primero del mes segundo, en
el segundo año después de que los israelitas salieron de Egipto.»
Dios tiene intenciones, tiene
planes. En Números hay que ver a Dios como Padre, con las funciones y el papel
del Padre divino. No hay que tomar como referente a un padre terrenal, y a
partir de tal padre ver al verdadero Padre, a Dios, comparado con uno terrenal.
DIOS COMO PADRE.
HABLA. Se dirige
a Moisés para manifestarle qué tiene en mente, cómo deben llevarse a cabo sus
planes, quiénes deben hacer qué cosa, cómo organizarse, cómo hablarle a él,
quiénes deben hacerlo, cómo quiere que le celebren culto, quiénes están
autorizados a entrar en contacto con él y dónde, y señala que el lugar elegido
por él es el templo portátil, llamado tabernáculo, dice cómo debe construirse
el tabernáculo, quiénes deben construirlo, quiénes deben consagrarlo, cómo
deben ser consagrados a su servicio los que fungirán como sacerdotes, cómo
hacer el incienso, de dónde tomar la madera, etcétera.
En el Antiguo Testamento Dios tenía
modalidades para hablar, para revelarse, y una modalidad para la revelación era
hablando. No pienses en articulación de palabras. Dios habló. Si piensas en
palabras, piensas en español, en inglés, o en el idioma de tu preferencia.
El caso es que Dios habla para
revelarse y el hombre lo entiende. No hay duda de qué quiere Dios.
Su revelación es clara. En toda
ocasión vemos que no hay confusión en lo que quiso revelar y en la recepción de
quien recibió su palabra. Lo interesante de la confusión en la comunicación es
que mientras más lejos se vive del Señor, más difícil es la comunicación, más
exigentes se hacen las personas y más pleitos y contiendas hay donde más domina
el pecado.
Si tienes problemas de comunicación,
reflexiona, si es de vez en cuando, si es con una que otra persona, eso, en un
nivel espiritual, social, cultural, es normal. Pero si tienes problemas de
comunicación con todo mundo y por todos lados, reflexiona, quizá debas pensar
en llenar de la gracia del Señor tu habla, a fin de que tu discurso sea lleno
de su Palabra.
Toda persona que recibió una
revelación de parte de Dios tuvo claridad en cuál era la voluntad del Señor.
Nadie se cuestionó qué quería Dios, ni cómo lo quería. Incluso sus deseos eran
tan claros, que en todo caso, por lo menos de uno que recibió su palabra quiso
huir para no cumplir con la revelación que se le dio, Jonás.
Hoy día su voluntad sigue siendo
clara. Por lo menos, podemos mencionar su voluntad en términos de vida en
comunidad, y el Nuevo Testamento lo precisa: paz en la vida de familia
cristiana, amor fraternal como mandato, amabilidad en todo trato y con toda la
gente, amor y servicio a los enemigos, compartir nuestros bienes con la gente
que padece necesidad, dedicar tiempo a enfermos, agobiados, encarcelados, y,
sobre todo, dedicar tiempo a predicar el evangelio a más gente, y colaborar y
apoyar a quienes necesitan escuchar el evangelio en otras etnias, pueblos o
naciones.
DIOS HABLA COMO PADRE. Tiene
más familia, más hijos en otras latitudes, y como Padre desea bendecir a su
familia en todo tiempo y en todo lugar.
TIEMPO. Dios elige
el momento para encontrarse con Moisés su siervo. Hablamos de tiempo de
calidad, y el mejor tiempo de calidad es el tiempo en el cual se entrega el
corazón, los anhelos, los sueños, los planes, cuando uno se dedica a amar.
Este tiempo tiene una clara
manifestación: su gloria. La calidad de comunicación del Padre tiene que ver
con su gloria. Lee Génesis y llega libro por libro hasta llegar al Apocalipsis.
Constata algo: la gloria de Dios, su manifestación en el planeta tierra es la
meta de Dios, que él sea alabado y su nombre sea engrandecido con la
manifestación y la plenitud de su gloria en este planeta tierra.
Gloria, gloria, gloria,
plenitud de Dios es la meta de la historia. Gloria de Dios llenando este mundo
nos lleva a la definición del hombre en comunión con Dios. Gloria y adoración.
Dios muestra su gloria, el hombre al contemplarla adora, y la adoración es el tiempo
de calidad del hombre para Dios.
Dios muestra su gloria, el hombre
adora. Dios habla para manifestar su gloria y el hombre adora para manifestar
su respuesta de amor a Dios.
DIOS HABLA DESDE UN LUGAR. Tabernáculo. El templo es símbolo
de dónde habita Dios. Dios habita entre su pueblo. El tabernáculo es símbolo
que anticipa la habitación de Dios entre los hombres por medio de Cristo.
El tabernáculo es un modelo de
encarnación de Cristo. Esta tienda es el ejemplo de cómo, con material de este
planeta tierra, Dios habitará entre los hombres. Madera, tela, minerales,
material de origen animal, todo lo que compone el tabernáculo sale de la
tierra, igual que el hombre.
Pero hay una diferencia entre el
tabernáculo y cualquier otra casa, igual que entre Cristo y cualquier otro
hombre. El tabernáculo es de origen divino en su diseño, y Cristo es de origen
divino en sus raíces, en su génesis.
No puede ser de otro modo, de ahí
que el apóstol Pablo hable del hombre natural, el primer Adán, y del segundo
Adán, celestial, Cristo.
Cristo es el portador de la gloria
de Dios, y a Dios lo adoramos en Cristo. Cristo camina con el pueblo, la
familia de Dios, y sin Cristo no hay familia divina. En él somos hechos hijos
de Dios, él se hace nuestro hermano y consigo nos hace coherederos del reino.
Dios habla desde un lugar, desde su
habitación y su habitación es Cristo, que es morada y al mismo tiempo Palabra
de Dios. En él, dijo Juan, vimos su gloria, gloria como del Unigénito del
Padre, lleno de gracia y de verdad, y de su plenitud tomamos todos, gracia
sobre gracia.
No puedes tener acceso a la
revelación ni a la voluntad de Dios sin Cristo. Tu acceso para saber la
voluntad de Dios para tu vida se llama Cristo, vida de oración, y vida de
adoración y vida de familia, vida en comunidad.
FECHA. TIEMPO DE LIBERACIÓN. 1El SEÑOR le habló a
Moisés en el desierto de Sinaí, en la Tienda de reunión, el día primero del mes
segundo, en el segundo año después de que los israelitas salieron de Egipto.
Egipto como símbolo de vivir
esclavizados por el pecado representa a una población incapacitada para oír a
Dios. Para que el pueblo escuche a Dios se requiere que el pueblo sea liberado
del oprobio de su esclavitud.
Sólo un pueblo que tenga en medio de
él la morada de Dios puede oír la Palabra, la revelación de Dios. En otras
palabras, a menos que el pueblo sea liberado por La Palabra, por Cristo, no
podrá oír a Dios, no podrá saber cuál es la voluntad de Dios para su vida ni
para su futuro, ni para su presente.
Ahora como iglesia, como pueblo
liberado por Dios del pecado, tenemos acceso a conocer de manera más íntima su
voluntad, podemos adorar al Señor como él quiere ser adorado, podemos dedicarle
el tiempo que él mismo nos concede y comprometernos con las tareas que él mismo
ha diseñado para mostrar su gloria en nosotros como sus hijos.
Somos libres y esa libertad tiene
como motivo su amor y como meta mostrar su gloria, revelar sus planes y
engrandecer su nombre en lo que llevemos a cabo.
CIRCUNSTANCIAS, PREPARACIÓN PARA LA GUERRA. BAMIDVAR (בְּמִדְבַּר), LA FAMILIA DE DIOS.
Le dijo: 2 «Hagan un censo
de toda la comunidad de Israel por clanes y por familias patriarcales, anotando
uno por uno los nombres de todos los varones. 3 Tú y Aarón reclutarán por
escuadrones a todos los varones israelitas mayores de veinte años que sean
aptos para el servicio militar. 4 Para esto contarán con la colaboración de un
hombre de cada tribu, que sea jefe de una familia patriarcal.
¿Qué van a enfrentar? ¿Qué viene
para encontrarse con ellos? ¿Qué les espera antes de llegar a la Tierra
Prometida? ¿Y qué les espera en ella?
¡Guerra! ¡Prepárense para la guerra!
¡Vas a ver enemigos por todas partes! ¡Te esperan combates y batallas! ¡Prepara
tu mente, tu corazón y tu cuerpo!
¡Aprende estrategias! ¡Ejercítate!
¡Selecciona personal apto para la guerra!
La vida cristiana está inmersa en
guerra espiritual. Tenemos un enemigo que cuenta con recursos y un ejército
poderoso. Tenemos que ser realistas de cómo se libra esa guerra, dónde tiene su
centro de encuentro y cuáles son las armas del enemigo.
¿Qué desea este enemigo? Tiene una
meta clara: separar a la familia de Dios entre sí misma y separarla de su
relación con su Padre.
Los lados de esta guerra tienen que
ver con que el cristiana haga por lo menos una cosa: desobedecer. ¿Qué debe
desobedecer? La Palabra de Dios revelada, sus mandamientos, su voluntad.
¿Cuál es su estrategia? Seducción
mental, acaricias sensuales, persuasión consistente, desanimar, sembrar duda,
captar la atención, sembrar codicia, pleitos, envidias…
¿Cuál es tu fortaleza? Repito y
pregunto ¿cuál es tu fortaleza? ¿Sabes guerrear? ¿Sabes pelear? ¿Conoces
estrategias de guerra? ¿Sabes cómo vencer? ¿Sabes qué armas te dio Dios? ¿Estás
consciente de tus recursos?
Seamos realistas con respecto al
enemigo y con respecto a nosotros como hijos de Dios.
El enemigo cuenta con todos los
recursos del mundo y sus placeres. ¿Por qué una niña de 15 años se embaraza?
¿Por qué una familia se separa? ¿Por qué hay tanta gente deprimida? ¿Por qué
las cárceles son insuficientes? ¿Por qué los sistemas de justicia tienen tantas
fallas en todo el mundo? ¿Por qué la corrupción invade todos los países y todos
los gobiernos?
El diablo anda suelto. No puedes con
él a menos que lo enfrentes con tus recursos puestos por Dios a tu alcance, con
las estrategias de él.
El diablo quiere que nosotros,
adultos, pequemos de acuerdo con nuestros contextos. Decir una mentirita,
quedarte con el cambio, robarte un dulce, no asistir al culto, ser
irresponsable con tu ministerio, en algún momento podemos decir, no tienen la
trascendencia de, como adulto, adulterar.
Te bombardea directo a la
mente, donde se va a decidir qué vas a hacer. Día con día va a intentar
seducirte, persuadirte a que pruebes esto, aquello, lo demás. Cada día va a
meterte en la cabeza imágenes seductoras relacionadas con el placer, música,
dinero derrochado, manejando autos caros, adquiriendo propiedades, hace que te
veas famoso, con tu nombre y tu imagen en revistas, cine, televisión, viajando
a centros famosos y distinguidos por el derroche de todo, tiempo, dinero y
placer.
Tu mente debe ser cuidada como lo
más preciado, esa es la zona donde se decide la batalla de tu vida.
DESIERTO, PATERNIDAD, FAMILIA Y
KOINONÍA, TUS RECURSOS. En el libro de Números encuentras este panorama
de guerra, pero también te encuentras con esta realidad: desierto, paternidad,
revelación, guía, familia y koinonía.
Tus recursos para pelear todos los
días, toda tu vida, la guerra espiritual, son la revelación de Dios. Él te dice
quién es para ti como Papá, y sus mandamientos te son dados para protegerte.
Su revelación es un recurso y está a
tu disposición. Y esa revelación está en La Biblia, estudiarla y usarla para
pelear, es tu consigna.
Paternidad. Como papá, es el mejor
del mundo, del historia y del universo. No permanece al margen de tu historia,
si no, ¿qué clase de papá sería? Está inmerso en tu historia, y camina a tu
lado en tus tentaciones. No voltea para no verte tentado, ni levanta el rostro
para evitar verte deseando pecar. No, está contigo, te ha dado su Palabra, su
Espíritu y ha puesto el gobierno de Cristo sobre ti para que salgas
triunfante.
Guía. Detalles,
como la oración, cómo santificarte, a quien acudir, con quienes unirte, cómo
invertir tu vida, cómo orar, son guías seguras para salir vencedor.
Familia y koinonía, y con
esto termino. Quizá números sea el libro que más habla de clanes, familias,
comunidad, tribu, kajal, pueblo, nación, escuadrones…
Tu recurso para más que sobrevivir,
es tu familia. ¿Por qué peleas solo o sola tus guerras? ¿Te juntas con alguien
de tu iglesia para pelear? ¿Sientes que no necesitas a nadie como confidente?
Si no tienes confidentes, estás solo o sola.
Un confidente es alguien en quien
confías. Quizá te escondas en sentimientos de miedo o en tus heridas para
justificar un orgullo y una altivez ocultas, y por eso no te unas a nadie para
tener vida en comunidad.
Tus derrotas van en proporción
directa con tu vida de soledad, vida de rechazo o vida que se resiste a
participar en vida de iglesia.
Vida en victoria, igual, está en
proporción directa con una vida en comunidad, con tu vida de compromiso, con
participación en tareas de compañerismo.
No es igual enfrentar solo a un
ejército enemigo, que acompañado de un ejército poderoso en sabiduría, llenura
de Dios, de un ejército lleno de la presencia del Espíritu de Dios por la vida
de amor vivido en comunidad.
Eres hijo de Dios, Dios es tu papá y
como papá quiere ser obedecido, adorado, servido, pero también que ames a tu
hermano, te unas a él, convivas, con él, ores con él, comas con él, visites a
gente necesitada con el, evangelices con él, cantes con él, y hagas tu vida con
él.
Tu mayor recurso en el desierto es
tu hermano, tu hermana. Cristo es tu hermano, que te dio más hermanos en la
familia de Dios, lucha con tus recursos, enséñale a tu hermano que estás con
él, enséñale a tu hermana que estás con ella. Bendícelo hoy.
PAZ, GOBIERNO DE DIOS
INTENCIONES DE DIOS PARA SUS HIJOS
CAP 6
23Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así
bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: 24 Jehová te bendiga, y te
guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti
misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. 27 Y
pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.
INTRODUCCIÓN
Cuando hablamos de
alguien mucho tiene que ver nuestras intenciones. Si nos cae bien la persona,
tendemos a hablar bien de ella. Si nos cae mal, la tendencia es contraria.
Quizá la persona no
tenga buena fama, pero si no queremos hablar mal de ella por lo menos guardamos
silencio.
Quizá la persona no
tenga méritos y se gane hablar mal de ella, pero si la estimamos no hablamos.
Hablamos para
maldecir o bendecir. Bendecir significa hablar bien para la persona. Hablamos
de intenciones.
Maldecir significa
hablar mal de la persona y se relaciona con las intenciones para hablar de la
persona.
¿Cómo hablas de las
personas? ¿Cómo habla Dios? ¿Dios expresa intenciones acerca de ti? ¿Dios
maldice? ¿Dios bendice?
Por cierto que Dios
advierte de la maldición y de la bendición y hoy veremos la bendición y sus
intenciones para ti.
Por cierto, te digo
a ti: «Dios te bendiga». No te digo «Dios te bendice», porque eso no expresa
intenciones, y el Señor quiere expresar sus intenciones.
CÓMO BENDECIR.
1. EL SEÑOR TE BENDIGA.
2. EL SEÑOR TE GUARDE.
3. EL SEÑOR TE SONRÍA.
4. EL SEÑOR SE APIADE DE TI (TE EXTIENDA SU
AMOR, MISERICORDIA). «El Señor alce
sobre ti su rostro, y ponga en ti paz»
5. ALCE SOBRE TI SU ROSTRO (TE MUESTRE SU
FAVOR).
6. TE GOBIERNE CON PAZ.
APRENDER DE DIOS. APRENDER A BENDECIR.
¿QUÉ QUIERE HACER DIOS CON LAS PERSONAS?
BENDECIR.
1.
EL SEÑOR TE BENDIGA. Para nosotros ha de
ser de vital importancia reconocer las intenciones de Dios. Para ellos debemos
preguntarnos cuáles son las intenciones de Dios para con su pueblo.
Lo que Dios diga es
de suma importancia en La Escritura. Tan es así, que una persona le hace una
petición de salud al Señor Jesús y le dice: «tan sólo di la palabra y con eso
bastará».
La palabra
pronunciada por Dios tiene poder. Con su palabra hizo el universo, con su
palabra gobierna toda esfera de la creación. «No soy digno de que entres en mi
casa. Yo también soy hombre que gobierna (parafraseo), le dijo el centurión al
Señor Jesús. Sólo di la palabra».
Este hombre sabía
que si Jesús pronunciaba y declaraba salud para su sirviente, éste sanaría. Y
Jesús pronunció la palabra.
Dios habla bien de
su pueblo. Que el Señor te bendiga. Que él pronuncie lo bueno para ti. Él
pronuncia buena palabra para tu persona.
Te pregunto: Si Dios
pronuncia lo bueno para ti, y si lo que declara es verdad, ¿por qué entonces te
afecta lo que otros digan de ti que sea para descalificarte? ¿Por qué necesitas
la afirmación de otros si la afirmación más importante para tu vida la
pronuncia Dios?
Dios pronuncia
bendición para tu vida y sobre todo, su bendición sobre ti es su gobierno de
Paz. «El Señor alce
sobre ti su rostro, y ponga en ti paz».
SIGUE LA BENDICIÓN.
2.
El Señor te guarde. ¿Cómo decirlo en términos más familiares? Pregunto: ¿quién o quiénes
cuidan y guardan a las personas? ¿Cómo se les llama a las personas que cuidan a
otros? ¿Guardaespaldas? ¿Qué otros términos les damos? ¿Guaruras?
Otro texto dice: «He
aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel». «El que guarda»,
el guardaespaldas. Un amigo me despidió así: ««El Señor es tu guarura».
«Así bendecirán a
los hijos de Israel: “El Señor te guarde”». Lo digo de otra manera: «El Señor
dice que quiere ser tu guarura, que quiere ser tu bendición guardándote,
estando atento a tu seguridad».
Junta los términos
que expresan de qué manera Dios quiere ser tu bendición: pronunciar bendición
sobre ti, y si su palabra se cumple, su palabra es que él declara su intención
de ser tu guardador, tu protector. ¿Se cumplirá su intención sobre ti? Dos
cosas. 1. De parte de él, se cumplirá sobre ti aun cuando no quieras. 2. De
parte de ti puede que te salgas de su cobertura y sus cuidados, pero aun cuando
creas que te has salido con la tuya, a pesar de tus faltas, él sigue velando
por ti, y hará que todo acto de maldad contribuya a poner en alto sus cuidados
sobre ti.
Por eso su intención
de bendecirte se cumplirá y «El Señor alzará
sobre ti su rostro, y pondrá en ti paz».
LA
INTENCIÓN DE DIOS ES BENDECIRTE, por esto está
escrito: «así bendecirán a los hijos de Israel:
3.
EL SEÑOR TE SONRÍA. ¿Cómo puede ser una sonrisa bendición
para una persona? La sonrisa es rasgo sólo del ser humano. En todo el universo
nadie más sonríe.
La sonrisa, en el
rostro de la persona comunica alegría.
La sonrisa en la faz
de la persona dice que la persona está satisfecha.
También dice que la
persona que sonríe aprueba a quien le sonríe. La sonrisa es, asimismo,
aceptación.
La sonrisa llena de
luz el rostro. Y el rostro iluminado es signo de alegría satisfacción,
aceptación, aprobación…
El
SEÑOR TE SONRÍE. « y pone en ti paz». Su rostro se
ilumina de alegría, se llena de luz porque te ve. No eres su motivo de alegría.
Su motivo de alegría es su gloria, su grandeza, su magnificencia, la grandeza
de sí mismo en ti.
Él ve su gloriosa
gracia en ti y sonríe. ¿Qué ve en ti? ¿De qué eres portador? De su gloria, de
su imagen, la imagen de su gloria. Y por eso, te sonríe.
Tu bendición de
parte de Dios es que él te sonríe, es que él quiere sonreírte y quiere ser tu
motivo de alegría. Quiere que sonrías con él, quiere que te goces en su gracia
y en su gloria.
Dios te sonríe
porque te acepta. Dios te sonríe porque te aprueba. Te acepta en Cristo Jesús.
Jesús da su vida por ti y tú le das tu vida a Cristo. Dios aprueba la vida de
Cristo en todos los niveles y sentidos y tú recibes a Cristo como tu Salvador y
tu Señor y eso te da la recepción, la aceptación y la aprobación que necesitas
de parte de Dios.
Cristo, siempre
Cristo. Cristo es santo, Cristo es puro, Cristo es luz, Cristo es paz, Cristo
es amor, Cristo es integridad, Cristo es alegría, gozo y felicidad, Cristo es
la sonrisa de Dios para ti, y Dios te concede te mira y te sonríe en la cruz de
Cristo.
Y te sonríe porque
quiere ser tu bendición y ser tu paz.
4.
LA INTENCIÓN DE DIOS PARA TI: EXTENDERTE SU MISERICORDIA y poner en ti paz.
No te dejará caído.
Podrás ser tentado debido a tu humanidad. Y muchas de las tentaciones
terminarán en pecado. Ser tentado, en sí mismo, no es pecado. La tentación no
es pecado. El pecado consiste en ceder a la tentación.
Es como la comida y
los postres. Puede que los postres y muchas de las comidas sean tu tentación,
pero la comida en sí misma no es pecado. Es un atractivo o una tentación. No te
hace daño ser tentado. Te hace daño caer en la tentación, pues su final puede
ser sobre peso, obesidad, gordura, mucha grasa…
La comida no es mala
en sí misma, como la tentación. Lo malo, es ceder a la tentación y tener que
cambiar de talla, de casa o de lugar de residencia… como consecuencia de caer
en la tentación.
«No nos dejes caer
en la tentación», nos enseñó a orar el Señor Jesús. Y la intención de Dios,
cuando cedes a la tentación, cuando caes en pecado, no es abandonarte.
Te enseñó a orar y
te concede salidas cuando la tentación sea mayor a tus fortalezas, pero a veces
tú no querrás ni salida, ni escapar de la tentación. Pero lo cierto es que El
Señor ha dicho que no te abandonará, sino que tendrá de ti misericordia, te
visitará en tus caídas y mostrará que su gloria es lo mejor para ti.
Su misericordia
hablará una y otra vez que te perdona, te acepta, te aprueba y te vuelve a
recibir al confesarle tus pecados (y yo los míos) y no nos rechaza, sino al
contrario, nos muestra su misericordia y pone en nosotros paz.
LA INTENCIÓN DE DIOS SOBRE TI.
5. ALZAR SOBRE TI SU ROSTRO (MOSTRARTE SU
FAVOR).
¿Qué son sus
favores? Entendemos por favor entre nosotros, algo que no necesariamente tiene
que ser devuelto, como un servicio o el préstamo de alguna cosa.
Por lo general los
favores se corresponden.
Pero con Dios su favor
se llama «gracia». ¿Cuál es la intención de Dios para contigo? Mostrarte su
gracia. Definamos gracia. Dios te amó cuando eras pecador. Hoy sigues siendo
pecador y, por gracia, Dios te sigue amando. Seguirás siendo pecador, y Dios,
por su gracia, seguirá amándote.
Dios tiene una
intención: «mostrarte su favor».
Entendámoslo en
sentido social, familiar y espiritual. Quiere restaurarte, alejarte del fracaso
consecuencia de tus pecados. Llama a tu fracaso adicciones, llama a tu fracaso
divorcio, llama a tu fracaso pobreza, o desempleo o quiebra laboral,
empresarial, política, como sea, Dios te dice qué intenciones tiene para
contigo: bendecirte, pronunciar el bien sobre ti, mostrarte su favor.
Y, como favor con
favor se paga, tu respuesta y la mía no es un favor, aunque favor con favor se
paga. No podemos pagarle sus favores al Señor porque su máxima demostración de
su favor para con nosotros se llama perdón de pecados a costa de un favor que
nadie puede pagar, la vida de su amado Hijo Jesucristo.
Por lo tanto,
nuestro «favor a Dios», nuestra respuesta a él se llama adoración. Nos ha
mostrado su favor, le mostramos nuestro amor, nuestra adoración de un modo más
que práctico. Le rendimos culto, servimos en nuestra iglesia, su familia y
testificamos a otros de Cristo, compartimos el evangelio.
Nuestro favor se
llama discipulado. Mujeres, tomen discipulados. Varones, preparémonos en todo
tiempo, somos discípulos de 24 horas, adoremos en todo tiempo sirviendo a
nuestras familias y compartiendo el biendecir de Dios entre nosotros,
bendigámonos.
Así bendecirán a los
hijos de Israel
6. TE GOBIERNE CON PAZ. «Y ponga en ti paz».
«No hay paz para los
impíos. Su gobierno sobre ti es global: corazón, mente, emociones, familia,
sociedad, finanzas, diversión, trabajo, relaciones sociales: Dios y el hombre.
Implica salud,
cuerpo y emociones, pensamiento.
Implica finanzas.
Vas mejorando.
Implica sociedad:
familia y sociedad.
Implica seguimiento
de Cristo, su gobierno sobre ti.
LOS DESIGNIOS DE DIOS
INTRODUCCIÓN. Balac, rey de Moab,
quiere acabar con los descendientes de Abraham. Para ello contrata a tun
profeta famoso que, si maldice al pueblo, el pueblo quedará maldecido.
Envía a sus emisarios con la oferta
de dinero, Balán responde que primero consultará al Señor y el Señor le ordena
no ir, se lo dice a los emisarios de Balac, quienes regresan con el mensaje.
Balac envía a más líderes, más
distinguidos y más poderosos con una oferta mayor. Informan a Balán que Balac
le dará mucho dinero si va y maldice a los descendientes de Abraham, y Balán
dice que no puede hacer nada si Dios no se lo permite, así que consulta a Dios
y Dios le dice que ya que Balac envió por él, que vaya, pero que no dirá nada
que no sea lo que Dios quiere que diga.
Al otro día se pone en marcha, monta
su burra y su burra no avanza como Balán la guía, incluso se aparta del camino
con brusquedad y le oprime un pie contra una pared.
Balán golpea a su burra, a la cual
Dios le concede la capacidad de hablar y la burra cuestiona a Balán: ¿por qué
me golpeas? ¿No te he servido siempre con fidelidad? Balán dialoga con la burra
y reconoce que la burra jamás se había comportado así, y entonces Dios le abre
los ojos a Balán para que vea que la burra se había apartado del camino porque
delante de ella estaba el Ángel del Señor, que ahora interpela a Balán y le
aclara que la burra le salvó la vida por haberse apartado del camino.
El Ángel del Señor le dice que ha
visto los manos caminos de Balán y le advierte que adonde va, donde Balac, se
abstendrá de decir nada contra el pueblo de Israel. Si acaso habla, dirá sólo
que Dios quiera que hable, y entonces Balán va a su encuentro con Balac, quien
aguarda su llegada con regalos, riqueza, y otras ofertas.
Balán era codicioso. Era movido por
el amor al dinero. Sabía que Dios no quería que Balán maldijera a Israel, y aún
así fue donde Balac.
Balán conocía los designios divinos
y aún así desafío órdenes expresas que hoy nos facilitan conocer más del Dios
de gracia y sus designios.
¿Qué es un designio? Designio se define como “Pensamiento, o propósito del entendimiento, aceptado
por la voluntad”. Tiene que ver con los proyectos, planes y diseños de Dios
para la vida personal, familiar, comunitaria, social, de naciones y de su
iglesia.
I LOS DESIGNIOS DE DIOS: BENDECIR
8 ¿Pero cómo podré echar maldiciones sobre quien Dios no ha
maldecido? ¿Cómo podré desearle el mal a quien el SEÑOR no se lo
desea? 9Desde la cima de las peñas lo veo; desde las colinas lo contemplo: es
un pueblo que vive apartado, que no se cuenta entre las naciones. 10¿Quién
puede calcular la descendencia de Jacob, tan numerosa como el polvo,
o contar siquiera la cuarta parte de Israel? ¡Sea mi muerte como
la del justo! ¡Sea mi fin semejante al suyo!» 11Entonces Balac le reclamó a
Balán: -¿Qué me has hecho? Te traje para que lanzaras una maldición sobre mis
enemigos, ¡y resulta que no has hecho más que bendecirlos! 12Pero Balán le
respondió: ¿Acaso no debo decir lo que el SEÑOR me pide que diga? NÚM 23
Dije que designio se define como: “Pensamiento, o propósito del entendimiento, aceptado
por la voluntad”.
A la luz de este
pasaje, es obvio el designio de Dios para su pueblo. Dios se ensalza, Dios
glorifica su nombre, hace brillar sus designios de tal manera que incluso la
maldad del hombre es manejada por el Señor para mostrar su soberanía, su
bondad, su intención y demostrar que el más astuto de los hombres, el más
poderoso guerrero, la nación más belicosa jamás podrán hacer nada por impedir
que sus designios se cumplan. Y aquí está testificado de una manera categórica.
¿Qué quieren los
enemigos del pueblo de Dios? Que el pueblo de Dios sea maldecido, que sea
destruido, que desaparezca de la faz de la tierra.
¿Qué harán al
respecto? Recurrir a todo cuanto puedan. Influencia social, líderes religiosos
y políticos codiciosos ávidos de ganancias deshonestas.
Cuando se trata de destruir al
pueblo de Dios el enemigo tiene recursos humanos poderosos, de influencia y
capacidades que nos sobrepasan.
Quizá lo comprendamos mejor cuando
vemos la realidad. Hermanos secuestrados y asesinados, pastores sacrificados,
misioneros desaparecidos, hermanos de etnias perseguidos y despojados de casas,
tierras y cosechas.
¿A quién usó el enemigo de Dios? A
líderes políticos, alcaldes, y presidentes de etnias. ¿Qué pudieron hacer
algunas de estas víctimas? Huir, pagar rescate, terminar en terapias, reiniciar
una nueva vida, iniciar asentamientos en otros lugares, emigrar…
¿En qué acabaron todas esas
tragedias? Sólo vea la historia. Roma fue conquistada por la iglesia cristiana,
a costa de muchos cristianos sacrificados.
Europa terminó dominada por el
pensamiento cristiano. En Chiapas nuevos asentamientos están dando paso a
comunidades cristianas donde se vive en paz, y el evangelio se sigue
extendiendo.
¿Cuál era el designio de Dios?
Bendecir a su pueblo. ¿En qué paran las hostilidades contra el pueblo de Dios?
En mayores bendiciones y una mayor prueba de la gloria de Dios.
La codicia de Balán no pudo vencer
los designios de Dios. Las intenciones asesinas de Balac fueron frustradas por
Dios, de tal manera que Balán no pudo menos que declarar ante la mirada atónita
de Balac: 8¿…cómo podré echar maldiciones sobre quien Dios no ha maldecido?
¿Cómo podré desearle el mal a quien el SEÑOR no se lo desea?
Y puedo preguntar: ¿Qué planes tiene
Dios para ti? ¿Cuáles son los designios de Dios para su pueblo la iglesia, la
descendencia de Abraham? Bendecir. Bendecir, bendecir.
¿Qué pretende Dios hacerte? ¿Qué
diseñó para ti al darte vida en la encrucijada de dos siglos golpeados por
crisis económicas, políticas, el narco, el calentamiento global?
¿Tenía Dios en mente que íbamos a
vivir todas estas crisis? ¿Previó él que naciéramos en esta época? ¡Sí! ¡Sí!
Dios lo determinó y tu papel y el mío es aprender a extender su bendición sobre
toda persona que él eligió para hacerla parte de su pueblo.
Hay más gente esperando, y no lo
saben, a ser parte de este pueblo de Dios, diseñado para ser bendecido.
Nada ni nadie te podrá apartar de la
bendición de Dios. Que todo mundo te maldiga. Su palabra es tan inútil como los
cimientos de aire que se echan para edificar, sobre el aire un edificio, una
casa. Sus maldiciones sobre ti son tan firmes como el hielo en julio a
mediodía. Sus maldiciones son tan poderosas como la neblina más densa,
destinada a desaparecer con la brisa y el calor del sol.
En cambio, las bendiciones sobre ti
tienen la debilidad de los macizos del Everest. Son tan frágiles como el
titanio, tan inestables como la órbita de la tierra, tan efímeras como las
galaxias que conforman el universo.
El profeta lo dijo de una manera más
sencilla y poderosa: “La palabra del Dios nuestro permanece para siempre”. Para
siempre. Sus bendiciones sobre ti son para siempre.
Repítete: Las bendiciones de Dios
sobre mí son para siempre por medio de Cristo.
II LOS DESIGNIOS DE DIOS: PROTEGER
19Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer.
¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice? 20Se me ha
ordenado bendecir, y si eso es lo que Dios quiere, yo no puedo hacer otra cosa.
23Contra Jacob no hay brujería que valga, ni valen las hechicerías contra
Israel. De Jacob y de Israel se dirá: "¡Miren lo que Dios ha hecho!"
24Un pueblo se alza como leona; se levanta como león. No descansará hasta haber
devorado su presa y bebido la sangre de sus víctimas.» 25Balac le dijo entonces
a Balán: -¡Si no los vas a maldecir, tampoco los bendigas! 26Balán le
respondió: -¿Acaso no te advertí que yo repetiría todo lo que el SEÑOR me
ordenara decir? NÚM 23
¿Te han amenazado con hacerte
brujería o hechicería? ¿Crees que los brujos y hechiceros tienen poder sobre
ti? ¿Crees o te han hecho creer que el mismo diablo tiene poder sobre ti?
Quizá has llegado a ver en tu casa,
ventana o a la salida de tu puerta algo así como cosas raras, mezclas extrañas
de tela, comida podrida, dibujos… incluso leyendas en paredes con invocaciones
o encantos…
Pues bien te digo esto. La Biblia es
Dios hablando. La Escritura es su palabra. Dios se expresa en su palabra. Dios
habla en La Biblia. ¿Y qué dice Dios? “Contra mi pueblo no hay brujería que
valga, ni valen las hechicerías contra Israel”.
Aclaro. Israel es un pueblo físico.
Israel étnico es la descendencia étnica de Abraham. Y si contra la descendencia
étnica de Abraham no son efectivas la hechicería ni la brujería, ¿qué podrán
esas dos cosas contra el Israel espiritual que es la iglesia? ¿En qué papel
quedan los descendientes de Abraham por la fe? ¡Quedan bajo el poder del
glorioso y súper poderoso Espíritu de Dios.
Es cierto que hay experiencias
paranormales. No las vamos a negar. Es cierto que hay personas que terminan
endemoniadas. Es verdad que hay brujos atentando siempre contra el pueblo de
Dios, pero debes conocer a tu enemigo y sus armas.
Piensa en el Señor Jesús, piensa en
el pueblo mismo de Israel. ¿Cómo fueron atacados?
Tentación es la palabra clave. Caer
en la tentación es la corona y triunfo del diablo sobre el pueblo del Señor.
El diablo no lanzó conjuros contra
Israel en el desierto. ¿Entonces cómo los atacó?
Tentación. Tentación en forma de
avaricia, de codicia, de poder, de placer. Todo manifestado en deseos que
rechazaban al Señor.
Los atacó en su sensualidad. Los
llevó al desenfreno, a orgías sexuales masivas, al libertinaje y a la búsqueda
de satisfacción sensual, carnal.
El diablo no gana nada con
asustarte. En todo caso, si te asustas, si tienes miedo, eso ya le dio un
triunfo sobre ti. Pero la verdad es que ese es un enemigo vencido, derrotado en
toda la extensión de la palabra.
Su arma poderosa, su intención
consiste en seducirte, en hacerte caer en pecado, porque si te hace pecar, no
sólo tú caes, caen contigo otros, como tu familia, y miembros de tu iglesia,
amigos, y a veces vecinos.
Contra el Señor Jesús no hubo
conjuros, ni magia, ni hechicería, ni brujería. Nada puede contra él, pero el
sistema del enemigo, sus estrategias de ataque son las mismas. Seducir, hacer
caer en pecado.
Y el resultado fue claro. El diablo
fue derrotado. No hay enemigo al frente. Las bendiciones de Dios son tu escudo
protector. Sus promesas te tienen a buen resguardo. Jamás camines sobre alfombras
de miedo. Que el terror jamás te domine.
El diablo, es verdad, es más fuerte
que tú, más poderoso y contra él no tienes oportunidad de ganar, de salir
airoso. Pero el evangelio es la buena noticia del triunfo del crucificado sobre
todo enemigo y el diablo y todo su séquito de seguidores no pueden levantar la
mirada con orgullo. Su destino es el fracaso, su meta final el infierno,
mientras que para ti hay un lugar en la gloria de Dios, a su lado.
Contra el pueblo de Dios no hay
hechicería. No puede haberla, porque la Palabra del Dios nuestro permanece para
siempre y él ha pronunciado bendición sobre ti. Y si dice que no hay poder
alguno contra ti que prevalezca, entonces no lo hay.
Hago una aclaración. El diablo no
tiene ningún poder sobre ti. Pero sólo tú se lo puedes dar. Para ello tienes
que abrirle la puerta. Si lo haces, es porque fuiste tentado y vencido. Pero
dependió de ti, no de él. La bendición de Dios es que su designio sobre ti es
para bendición eterna, así que incluso tu caída pone en alto, su gracia que
restaura, su misericordia que se manifiesta.
SU DESIGNIO ES PROTEGERTE.
III LOS DESIGNIOS DE DIOS: SALVAR DE PURA GRACIA
21«Dios no se ha fijado en la maldad de Jacob ni ha reparado en la
violencia de Israel. El SEÑOR su Dios está con ellos; y entre ellos se le
aclama como rey. 22Dios los sacó de Egipto con la fuerza de un toro salvaje.
Dos factores destacan aquí: Dios no
se enfoca en al maldad de los descendientes de Abraham, y el resultado es
Adoración.
Por eso está escrito: «entre ellos
se le aclama como rey».
Dios te amó por su gracia. Mira la
gracia así. «Te amó cuando eras pecador. Eres pecador y te sigue amando.
Seguirás siendo pecador y te seguirá amando.
Algunos sabemos qué es haber
experimentado la vergüenza de bajar al lodo del pecado, al grado de ni siquiera
poder mencionar la clase de pecados cometidos.
Otros quizá no sientan vergüenza,
porque socialmente no cometieron actos tan vergonzosos como algunos de
nosotros.
Lo cierto es que, dice la Biblia,
delante de Dios no hay «pecados chicos, ni pecados grandes». Delante de él
todos somos pecadores, y por cuanto todos pecamos, estamos destituidos de la
gloria de Dios.
Por su gracia, por su buena
voluntad, nos amó y salvó. Su gracia, en el mayor grado y nivel, se manifestó
en Cristo.
Todo nos es dado de gracia, a partir
de nuestra concepción y hasta nuestra muerte, tenemos todo de gracia.
Dios no tiene sus ojos puestos en tu
pecado. Los tiene puestos en Cristo que mora en ti. Te ve «en Cristo».
Cuando Cristo muere en la cruz, te
ve allí. Cuando Cristo vence al diablo, te ve en él. Cuando Cristo se levanta
de entre los muertos, Dios te ve en él. Cuando asciende al cielo, a la
presencia de Dios, te ve en Cristo, por eso dice Pablo que estamos sentados a
la diestra del Padre «en Cristo».
Y en Cristo te dio su gracia.
LIBERTAD Y ADORACIÓN. GRATITUD, ALABANZA.
¿Cuál es la respuesta a su gracia?
Adoración. «Entre ellos es aclamado como rey». Significa que su pueblo lo
adora. Siempre sale a relucir la adoración. ¿Y cómo no ha de ser si nos protege,
nos cuida, provee y salva? ¿Cómo vas a vivir de aquí en adelante? ¿Con miedo?
¡Ni pensarlo! ¿Inseguro? ¡No hay razón! ¿Con temores nocturnos? ¡Menos!
Vas a vivir confiado. Con libertad,
con certeza, con seguridad, con buena autoestima, con alegría, con gozo, con
gratitud, con alabanza continua en tu boca, con palabra que testifica y bendice
a otros, con amabilidad para con tu mundo, con buena administración de tu vida,
con santidad, alejándote de la tentación y del pecado, con ética, dando testimonio
de que respetas las leyes de tu nación y a tu prójimo, con servicio, apoyando a
los necesitados y bendiciendo a los pobres, y con misericordia, visitando a
enfermos, encarcelados y compartiendo tu pan, casa y ropa con el necesitado.
Esos son los distintivos de tu
adoración.
Gracias, Dios, porque me amas
de pura gracia en Cristo y porque me concedes vivir para ti y testificar de ti.
IV. LOS DESIGNIOS DE DIOS: GOBERNAR POR MEDIO DE CRISTO
15Entonces Balán pronunció su oráculo: «Palabras de Balán hijo de
Beor, palabras del varón clarividente. 16Palabras del que oye las palabras de
Dios y conoce el pensamiento del Altísimo; del que contempla la visión del
Todopoderoso, del que cae en trance y tiene visiones: 17«Lo veo, pero no ahora;
lo contemplo, pero no de cerca. Una estrella saldrá de Jacob; un rey surgirá en
Israel. Aplastará las sienes de Moab y el cráneo de todos los hijos de Set.
18Edom será conquistado; Seír, su enemigo, será dominado, mientras que Israel
hará proezas. 19De Jacob saldrá un soberano, y destruirá a los sobrevivientes
de Ar.» NÚM 24
Cristo nació para ser rey, lo
testificaron los sabios que llegaron del Oriente. Lo testificaron: «¿Dónde está
el que ha nacido rey de los judíos? Porque venimos a adorarlo».
Y en seguida vemos que su reinado no
tuvo la expectativa judía, de un rey con espada, de un rey armado que destripa
enemigos y machaca cabezas.
Tampoco fue un rey que comandara
ejércitos hábiles, cuyas estrategias podían vencer a todo enemigo, fuese
numeroso o escaso.
Este es un rey con armas
espirituales. Doblega lo imposible: el corazón. Gobierna lo indomable, la
voluntad. Su arma, el espíritu de poder del Dios santo que transforma al ser
humano por medio del amor sembrado en el corazón del ser humano, para hacerle
experimentar su misericordia, su perdón, compasión, piedad, misericordia.
Su señorío no conoce barreras, salva
todos los obstáculos, nada lo detiene. Ni la muerte, ni la enfermedad, ni la
pobreza, ni la riqueza, ni gente osada, ni rebeldes, ni asesinos, no radicales,
ni tontos, no sabios, ni astutos, ni cándidos, ni la lejanía o cercanía, ni la
pradera ni la ciudad. Nada lo detiene. Ni la monarquía ni la democracia. No hay
poder político, armamentista, ni ideológico.
Él determinó, en sus designios
gobernar tu vida y más te vale asumirlo. Es tu rey, fue tu rey y lo será por la
eternidad.
Su señorío sobre ti es paz. Madurez,
plenitud de amor. Abundancia de fortaleza y sobre abundancia de generosidad
para que lo ames y ames a tu prójimo.
Su señorío sobre ti es compasión
para que bendigas a otros saliendo de tu comodidad y compartas lo más grande de
Dios: su amor y salvación en Cristo.
Su señorío es que entregues tu
voluntad. Si te pide algo, has de dárselo. Si te ofrece algo, acéptalo, si te
comisiona, vé, si te da un ministerio, cúmplelo. Si te da un llamamiento y
vocación, prepárate, si te da un prójimo, búscalo, vé por él y bendícelo.
Su señorío sobre ti es obediencia,
fe y amor en él y por él. Su señorío es para que lo ames, te rindas a él y lo
cierto es que tener señorío sobre alguien es un milagro de amor.
Cuando amamos nos rendimos, cuando
amamos nos entregamos, cuando amamos no somos nuestros, sino del objeto de
nuestro amor. Cuando amamos somos del otro, vivimos para él para
complacerlo, nuestros pensamientos son para el amado, nuestros suspiros
también, nuestros anhelos giran alrededor de él, nuestra respirar, caminar y
hablar son para él. Amar a Cristo bajo su señorío nos hace siervos útiles que
admiten y confiesan su inutilidad para que él sea engrandecido.
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